Bromelia

Los ejemplares maduros desarrollan una gran cabeza de flores sobre un largo tallo. Florecen una sola vez y luego mueren, pero para entonces ya habrán producido muchos vástagos.

Esta planta, incluso en días fríos, debe mantener la tierra húmeda y la urna llena. Hacia finales del invierno la flor ya está marchita, por lo que se aconseja cortarla con cuidado en la base, con tijera filosa.

Pronto podrá observar los vástagos que crecen en la base de la planta. Se desarrollan con bastante rapidez y, mientras lo hacen, la planta madre comienza a marchitarse y morir.

Una vez que los vástagos tienen un aspecto suficientemente fuerte, corte la planta madre a la altura del suelo. A partir de este momento puede dejar los vástagos en la misma maceta o plantarlos individualmente en otra maceta. Florecerán al cabo de 12 a 18 meses.

Problemas

Los problemas comunes en la bromelia se identifican cuando las hojas empiezan a perder el color, puede ser debido al aire demasiado seco, por lo que deberá proporcionar humedad a la planta.

Colóquela sobre una bandeja con agua y en días calurosos rocíe la planta a diario. Las hojas también pueden ser dañadas por las corrientes de aire y por el frío. Manténgala en un lugar cálido.

Especies

Existen tres especies de bromelia; la primera se denomina aechmea fasciata, consta de una roseta en forma de urna, moldeada por hojas densas arqueadas, con los bordes cerrados, de color verde grisáceo con bandas blancas plateadas.

La siguiente es la aechmea fulgens discolor, y se trata de una atractiva planta con una suave textura, con hojas de color verde olivo en la superficie y púrpura rojizo en la parte inferior. La cabeza de las flores es una espiga abierta, con bayas ovaladas de color rojizo y flores púrpura en la punta.

La tercera se llama aechmea chantinii, que posee una roseta grande y abierta. Sus hojas poseen un brillo plateado en ambas superficies.