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En el interior se observan muebles exclusivos para cada sector, diseñados a medida y ajustados al concepto de modernidad. En el estar se aprecian los toques más actuales, como por ejemplo, en sofás de símil cuero, cuyos almohadones y el puff cuentan con detalles de cinturones. Se añaden las mantas con motivos geométricos, de colores lisos, así como sillas con respaldo en capitoné.
La consola lateral que sirve de apoyo posee tiradores de hierro retro, y a cada lado se observan unas minipoltronas vintage.
Las vetas pronunciadas en el mobiliario, así como el juego de colores de la madera y lustre, y el uso variado de materiales como el vidrio, el hierro y la madera sobresalen en esta decoración que presenta esculturas de hierro, espejos circulares, y pequeños objetos. En ellos la naturaleza y el amor a la fauna nativa se evidencian con especial interés.
Muebles multifuncionales se añaden al equipamiento en cuatro módulos de mesas, de estilo industrial de madera y hierro, que de acuerdo a los requerimientos se separan y distribuyen en distintos sectores del quincho. El proyecto y la dirección son de la arquitecta María de la Paz Rivarola, la construcción la realizó el ingeniero Mario Coscia con muebles de Bauhaus. En tanto, del paisajismo se encargó Graciela Bo.
Todas las comodidades del área de parrilla y el fabuloso comedor se acompañan con iluminación de luces dirigidas y arañas importantes. Mientras que el cuarto de baño social expone bachas dobles sobre la mesada de granito. Alfombras sueltas con tramas en la gama del beige y chocolate cubren el impecable piso.