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Siguieron minuciosamente el proceso constructivo que duró 10 meses. De acuerdo al programa de necesidades expuestas se trató de dar respuesta dentro de los límites definidos por la ordenanza municipal y por los criterios estéticos. Se crearon espacios que integran la vivienda de manera funcional para su uso cotidiano.
Se empleó una edificación tradicional, basada en materiales y técnicas constructivas populares, como el ladrillo rojo semiprensado y tejas coloniales.
Los espacios interiores, totalmente integrados se consolidan con la unificación de los pisos y las texturas, lo que permite la percepción del espacio exterior. La deco de tendencia actual, aporta confort y color, utilizando el naranja como protagonista. Pequeños nichos iluminados destacan piezas originales, mientras que la cocina, de importantes dimensiones, se concibe como otro lugar de encuentro, pues se integra a la galería, en plena conexión visual con el patio, donde se utilizó el ladrillo rojo a modo de paneles, como elemento unificador de la fachada. El proyecto y dirección de esta obra son de la arquitecta Stella Saguier y Antonella Masi. La piscina, de forma rectangular, refresca el exterior y ofrece un agradable sonido a través de su cascada.
Fotos: Virgilio Vera.