Garrapatas y pulgas

Una mascota limpia ayuda a la prevención de garrapatas y pulgas. Los perros y gatos son los que hospedan estos parásitos, comunes en temporada de mucho calor.

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La doctora Raquel López, veterinaria, informa que “en cualquier tipo de raza se puede presentar una infestación de garrapatas y pulgas. Las garrapatas son comunes en perros; en tanto, en gatos son más habituales las pulgas”.

Señala que “en el mercado

existen productos que ayudan a controlar a las pulgas y garrapatas. Recuerde que una vez que inicie el proceso de eliminación de estos parásitos es importante llevar a cabo de manera conjunta, tanto el tratamiento del animal como la limpieza del ambiente”.

“Estos parásitos suben al cuerpo del animal para alimentarse, luego vuelven al suelo para continuar su ciclo de vida”, acota.

La doctora resalta que “las garrapatas y pulgas pueden ser portadores de enfermedades en el animal. Además causan daños sobre la piel, reacciones alérgicas, molestias muy frecuentes y, a raíz de eso, provocan la caída de pelo en la mascota”.

Cómo mantenerlas fuera

“El propietario podrá recurrir a la adquisición de pipetas de uso externo en el animal, collares, spray y comprimidos para ayudar a eliminar el ciclo de vida de la garrapata, como forma de prevención de parásitos”, recomienda.

Resalta que “en el ambiente se podrá llevar a cabo un control de parásitos a partir de las fumigaciones que se deberán realizar periódicamente en áreas externas de la casa”.

En acción

La garrapata “una vez que está instalada en el animal se adhiere a la piel y succiona su sangre, actúa como un medio de transporte de ciertas enfermedades. En animales muy pequeños el problema puede ser mayor, ya que pueden incluso presentar anemia, principalmente cuando la parasitación es muy alta”.

“La barrera inmunitaria muy baja de los cachorros es la fuente que ayuda a los parásitos a actuar agresivamente. Se podrá evitar la parasitosis en cachorros manteniendo en buenas condiciones a la madre o a cualquier hembra a la cual se desea someter a la reproducción”, aconseja.

Indica además la profesional que “tanto las garrapatas como las pulgas son hematófagos, es decir, se alimentan de sangre. Se acentúan en períodos de mucho calor, de mucha humedad”.

“Si la parasitosis es alta, por un período largo puede comprometer la parte sanguínea del perro o gato”.

Al elegir entre collar, pipeta o aerosol, el veterinario tiene en cuenta la edad del animal y el entorno. Si está en el campo, en contacto con vacas y ovejas se combinarán los antiparasitarios.

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