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Algunas claves son cruciales para obtener las mejores orquídeas, ya que necesitan riego, aire, luz, calor y el fertilizante apropiados.
Como otras plantas, las orquídeas necesitan una buena ventilación así como el agua. En los últimos días del invierno y primavera regaremos las orquídeas sin exagerar para que el aire circule sin problemas, solo un día a la semana en el caso de las cattleyas, las phalaenopsis (foto) o mariposa y oncidium. Pero tendremos en cuenta las variaciones climáticas para ver si necesita más de un riego semanal.
La luz del sol: las orquídeas necesitan protegerse de la luz directa del sol que en nuestro país son muy fuertes especialmente en el verano. Algunas variedades como epidendrum y oncidium producirán más flores y de mejor calidad influenciadas por la luz. Sin embargo, la phalaenopsis, miltonias, phaius y paphiopedilum se conocen por crecer y florecer con una necesidad menor de luz. El equilibrio perfecto para el crecimiento de las orquídeas se determina entre la planta, la luz que recibe, los alimentos que absorbe y la temperatura del aire en que se mantiene.
No utilice maceta grande para una planta pequeña, nos aconseja el Ing. Carlos Lee. La maceta grande utiliza más insumos, sustrato, abono y otros. Si se riega poco, se moja solo la parte periférica.
El riego excesivo es el factor principal del fracaso del cultivo de las orquídeas. Si se riega en exceso las raíces no pueden respirar y se pudren.
Los fertilizantes pueden promover el crecimiento de la planta y la floración, pero su uso excesivo les dañará. Evite los fertilizantes en temporada de humedad alta y baja, porque resulta perjudicial.