Mango

“Son árboles grandes, tienen las hojas perennifolias, es decir que no se caen durante la época de invierno. Además, producen una tupida sombra por lo que se aconseja la poda de modo de levantar la copa y permitir así el ingreso de luz a fin de no dañar el césped u otras plantas que se encuentran debajo de este árbol”, refiere.

Otro detalle a tener en cuenta es que “el frío induce a la planta de mango a florecer, mientras que el fruto se observa en los meses de diciembre, enero y febrero”.

“Recuerde que este árbol es sensible a las heladas, cuyas frutas tropicales son sabrosas y lastimosamente no aprovechamos como debe ser”, acota.

Agrega el ingeniero que “la distancia de plantación entre un mango y otro debe ser de 12 metros, de modo de desarrollarse adecuadamente como árbol solitario. Si se planta cada seis metros se forma como un techo en un área determinada, que produce una sombra impresionante”.

“El tronco del mango llega a tener un metro y medio de diámetro y una altura de 30 metros en promedio. Recuerde que como todo árbol necesita plantarse en su lugar correcto, por ejemplo, no en la vereda, ni debajo de los cables y menos en el lindero. La opción es plantarlo en un patio grande, a una distancia mínima de tres metros de la muralla porque sus gruesas raíces pueden romper estructuras”.

El riego del mango se realizará de acuerdo a la necesidad. Hasta el año, cuando el árbol aún es pequeño, en días de sequía o cuando no se producen lluvias, bastará el riego unas dos a tres veces por semana. Es sensible a las heladas.

Es un árbol grande con hojas perennifolias, es decir, no se caen durante la época de invierno. Además produce una tupida sombra por lo que se aconseja la poda de modo de levantar la copa y permitir así el ingreso de luz a fin de no dañar el césped u otras plantas que se encuentran debajo de este árbol. Su fruta es muy sabrosa.