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El recibidor, entrada o hall es el que exhibe el estilo predominante en la decoración. Recuerde que todo dependerá del buen gusto con que se coloquen el mobiliario y los objetos decorativos.
Tenga en cuenta el espacio con el que dispone, ya que de ello dependerán la distribución y colocación de las piezas. Incluso pocos objetos pueden tener una gran notoriedad, por ejemplo, una elegante lámpara colgante con un cuadro.
Todos los elementos son válidos, por ejemplo: mesas auxiliares, sillones, sillas de estilo, empapelados, espejos, cuadros, fotografías familiares, percheros, plantas naturales, entre otros.
Gilda Feliciángeli junto con la propietaria se encargó del interiorismo del recibidor de estilo clásico que se fusiona perfectamente con la modernidad de la arquitectura. Se eligió un sillón tallado con esterillas, sobre el cual se ven un bello tejido de crochet y almohadones. Macetas grandes con buxos y mesitas con tapa de mármol y espejos biselados complementan este sitio para el recuerdo y la nostalgia.
Yumiko Udagawa e Ileana Ferrario –con gran aporte de la dueña– nos presentan un recibidor con ambientación bohemia. Aquí se introdujeron una lámpara colgante, una silla pintada en blanco y una obra de arte en la que se plasmó el amor por la música.
El color turquesa se destaca en las superficies del aparador y se agregó la alfombra persa. Una buena alternativa, ya que ayuda a delimitar visualmente el espacio que se potencia con la abertura en arco flanqueado por los soportes para velas de metal. El piso de parquet y la imponente puerta que reúne madera, hierro y vidrio auguran una sorpresa al momento de ingresar.