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EMBOSCADA, Dpto. de Cordillera (Desiré Cabrera, de nuestra redacción regional). El puerto emboscadeño de Arecutacuá, un punto digno de ser visitado, es muy conocido por los pescadores y está ubicado a unos cinco kilómetros de la Ruta III General Elizardo Aquino.
En la orilla del río se encuentran apostados los caseríos de pescadores. Ranchos de estaqueo con techos de paja en su mayoría, otras de teja y mampostería. Algunas deslizadoras con motor fuera de borda y, en la costa, están alineadas las canoas y los botes de diferentes tamaños.
La parte habitada de Arecutacuá es una breve franja, ocupada por no más de diez casas, mayormente puestos de alquileres de embarcaciones, equipadas con parrillas y tatakua para los que desean cocinar en el mismo lugar el fruto de la pesca.
Don Pablo Domínguez, uno de los más antiguos pobladores del lugar, es un experto en la preparación de todo tipo de recetas a base de pescados de diferentes variedades.
Si bien en Arecutacuá no existe un solo vestigio visible de su pasado, tuvo una rica historia y muy importante en de Paraguay.
De Asunción partieron contingentes de criollos para fundar importantes enclaves poblacionales como Villarrica del Espíritu Santo, Ciudad Real, Xerez de la Frontera, Terecany, Santa Cruz de la Sierra, Corrientes, Santa Fe, Buenos Aires, etc. Tales hazañas no hubieran sido posibles si los habitantes de Asunción no tuvieran guarniciones fortificadas, tanto aguas arriba como aguas abajo, como el caso de este puerto.