Indert habilita asentamiento en la reserva San Rafael

SAN JUAN NEPOMUCENO (Antonio Caballero, corresponsal). Los nuevos pobladores del asentamiento del Instituto Nacional de Desarrollo Rural y de la Tierra (Indert) están deforestando la zona para la elaboración de carbón en forma ilegal dentro del área de la reserva San Rafael.

Según los datos, el asentamiento cuenta con 800 hectáreas, donde fueron ubicadas 76 familias provenientes de la zona de la compañía Toro Blanco, distrito de Tavaí, y actualmente con ayuda del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) se están construyendo caminos en la zona.

El asentamiento se denomina Guazú Cua y se encuentra en una propiedad adquirida por el Indert del Banco Sudameris, durante la administración de Marciano Barreto. Originalmente el objetivo era para el asentamiento de una comunidad indígena, cuyos miembros constantemente están reclamando que el bosque de San Rafael les pertenece.

Sin embargo, la administración actual, a cargo de Justo Cárdenas, decidió que la tierra adquirida por el Indert durante la administración anterior sea utilizada para asentamiento de supuestos sintierra de la compañía Toro Blanco, quienes comienzan la depredación de todos los añosos árboles.

Claudio Rodríguez, de la organización no gubernamental Pro Cordillera San Rafael, Procosara, confirmó que el asentamiento Guazú Cua se encuentra dentro del área de reserva para parque San Rafael y que el lugar no puede ser utilizado para la reforma agraria.

Rodríguez además informó que ya fue denunciada la situación ante la Secretaría del Ambiente (Seam) debido a la deforestación.

Tratamos de hablar con el presidente de la comisión vecinal, Cándido Brítez, quien vive en Toro Blanco, pero su teléfono estaba fuera del área de servicio.

Por su parte, el jefe regional del Indert, con asiento en San Juan Nepomuceno, Virgilio Ferreira, al ser consultado sobre el tema señaló que la tierra fue comprada durante la administración anterior y que como había necesidad de tierra para los campesinos se usó esa zona para un asentamiento. Dijo desconocer que se estén talando los árboles.

“Teníamos necesidad de tierra y eso fue lo que se cubrió con la disponibilidad en esa zona”, afirmó Ferreira.