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Los menonitas, visiblemente atemorizados e impotentes, prefieren denunciar desde el anonimato la situación de temor en que viven. También dejaron en claro la falta de confianza hacia personales policiales.
Los malvivientes normalmente llevan a cabo sus fechorías en horarios en los que los colonos están en la iglesia. El último caso afectó a David Kenelsen, de cuyo domicilio se llevaron G. 1.500.000 en efectivo, cheques por valor de G. 3 millones, una motosierra, tres aparatos celulares, e incluso los malvivientes se repartieron y distribuyeron unos G. 300.000 de saldo que contenían los celulares. La víctima dijo que realizó denuncia ante la comisaría de Santa Rosa del Aguaray, pero llamativamente no hay resultados hasta la fecha.
Representantes de la Policía local anunciaron que se encuentran investigando los casos y que pronto podrán brindar respuestas a la población.