/arc-anglerfish-arc2-prod-abccolor.s3.amazonaws.com/public/67D2D4OPPNBXRNP6XEW3H64SOU.jpg)
Cargando...
ARROYOS Y ESTEROS, Cordillera (Desiré Cabrera, de nuestra redacción regional). La plaza Fidel Maíz es el primer lugar donde llegan visitantes y turistas en este distrito. Está ubicada al costado del templo de San Francisco de Asís y de la municipalidad local.
Su estado de dejadez es una vergüenza, manifiestan vecinos del lugar, que prefieren el anonimato por temor a represalias.
El sitio público ya casi no cuenta con pisos, y los canteros, en su mayoría rotos, se quedaron sin plantas.
El parque infantil tiene serios desperfectos, que más bien constituyen un peligro para los niños que juegan en el lugar, pues los hierros están rotos, herrumbrados y retorcidos.
Cada intendente, antes de asumir, promete en campaña la remodelación completa de la plaza, pero tras ganar las elecciones se excusan con el argumento de falta de recursos financieros.
La Comuna arroyense recibió en el 2017 unos G. 3.735 millones en concepto de royalties, pero nadie sabe a dónde fue a parar el dinero, pues no hay obras de gran envergadura en la comunidad, observaron los vecinos.
El martes pasado Ovelar (colorado cartista) realizó una pomposa palada inicial, pero los trabajos aún no comenzaron. Ahora, el jefe comunal aseguró que las obras arrancarán en los próximos días. Agregó que planea invertir cerca de G. 700 millones en cuatro etapas para la reparación del lugar con pisos adoquinados, iluminación, fuentes de agua, parques infantiles y gimnasio al aire libre, entre otras mejoras, todo financiado con recursos de los royalties.
Sin embargo, en Contrataciones Públicas solo figura un llamado para la demolición de las murallas existentes, el retiro y recuperación de 14 postes de iluminación, movimiento y compactación de suelos y la colocación de 600 metros cuadrados de adoquín en el paseo central. Es una contratación directa de G. 157 millones, a favor de Ramón Gaona Construcciones.
Ovelar respondió que se trata de la primera etapa, y que más delante se harán otros llamados. Los vecinos, por su parte, temen que se todo se limite a refacciones mínimas.