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El pozo dañado se encuentra en el barrio San Luis y el tanque, en Sagrado Corazón de Jesús, a más de un kilómetro uno de otro. Autoridades de la Junta de Saneamiento decidieron la perforación de otro pozo en la misma plaza Teniente Silverio Mendoza donde se encuentra el tanque, pero el trabajo se hace lento pues a solo 18 metros de la excavación se encontraron con piedras que dificultan seguir con el ritmo necesario la perforación. Pese a esto ya se llegó a 43 metros de profundidad y el inconveniente con la parte rocosa persiste.
Roberto Alvarenga, presidente en ejercicio de la Junta de Saneamiento, señaló que la empresa encargada del trabajo buscará superar este inconveniente con otra maquinaria de mayor potencia. El compromiso es llegar a una profundidad de 150 metros o por lo menos hasta la grieta con la que se pueda asegurar la cantidad de agua necesaria para abastecer a todo el barrio.
Los pobladores cuestionan el mal servicio, solo tienen agua a la noche, y si no cuentan con tanque, se quedan sin el líquido durante el día. La Junta de Saneamiento no cuenta con un plan de contingencia para casos de emergencia y anteriormente el problema era paliado con camiones de los bomberos amarillos, pero desde que el tesorero de la Junta, Lilo Saenger, prohibió que los móviles se abastezcan desde una boca hidrante que se encuentra en el pozo N° 1, los rescatistas dejaron de realizar el servicio.