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La encargada del lugar, la médica Marlene Portillo, se limitó a responder que las autoridades del Ministerio de Salud ya tienen conocimiento de la situación. Agregó que hacen lo posible para mantener el lugar en buenas condiciones y todo es a través de la autogestión.
Por ejemplo, recalcó que no tienen personal de aseo ni tampoco la IV Región Sanitaria les provee productos de limpieza, pero igualmente buscan la manera de tener la USF limpia para los pacientes.
Explicó que acuden al puesto un promedio de 200 personas al mes. Portillo es la única médica y además se cuenta con una enfermera y una auxiliar en enfermería.
Afirmó que necesitan más personal de blanco y también agentes comunitarios y personal administrativo para el buen funcionamiento de la Unidad de Salud.
Una comisión barrial suele organizar actividades para juntar dinero y ayudar a la USF en reparaciones pequeñas y otras necesidades.
“Dentro de todos los inconvenientes que tiene el puesto, nos atienden bien”, dijo Blanca Mereles, una paciente.