Un ejemplo de trabajo en la horticultura

Un matrimonio trabaja desde hace 40 años en el cultivo de productos frutihortícolas. Se trata de Justina Argaña de Zárate y Ramón Zárate, quienes viven en el distrito cordillerano de Arroyos y Esteros. La pareja actualmente cuenta con una pequeña chacra de dos hectáreas de extensión.

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ARROYOS Y ESTEROS, Cordillera (Desiré Cabrera, de nuestra redacción regional). El pequeño establecimiento de la pareja conformada por Justina Argaña de Zárate (58) y Ramón Zárate (66) se encuentra en la compañía Curupayty de este distrito.

En las dos hectáreas tienen cultivadas actualmente más de cuatro mil plantas de tomate de excelente calidad, además de maíz, poroto, mamones y mandioca. Todo lo que producen lo comercializan en las ferias y entre sus vecinos.

Asimismo, Justina es una reconocida cocinera, por lo que también prepara sabrosas bandejas de chipa guasu, sopa paraguaya, dulces y mermeladas, así como empanadas de mandiocas, vori vori con gallinas caseras, ryguasu chyryry, entre otras delicias, que son vendidas en las ferias y a pedido de vecinos que saben de sus habilidades culinarias.

Una de los delicias más aclamadas en las ferias son sus ka’i ku’a o cintura de mono, conocidas también como humitas de chalas, elaboradas a base de choclo y queso paraguay.

El matrimonio pudo criar y educar a sus siete hijos varones con lo que producían en su pequeña chacra. En la actualidad todos cuentan con una profesión y otros ya tienen también pequeños cultivos con el que mantienen a sus familias.

Justina admite que el trabajo en el campo requiere de mucho sacrificio y esfuerzo, pues se levantan a las tres de la mañana para dirigirse a la chacra que se encuentra a unos tres kilómetros de su domicilio.

Relató que el principal problema que afrontan es la comercialización de sus productos a buen precio. Al respecto, la pareja sostiene que llevan años capacitándose para que su producción mejore en calidad, pero a la hora de vender se enfrentan a los productos de contrabando.

Este problema hizo que hace unos años conformen un comité de productores denominado Virgen de Luján que nuclea a unas quince familias de la zona, quienes integran también la Comisión Central de Productores de Arroyos y Esteros (CCPA). Mediante la organización trabajan con los diferentes entes para proteger y apoyar la agricultura familiar.

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