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Un artículo publicado en ABC COLOR aparecido en el Suplemento Cultural del domingo 2 de mayo de 2010 bajo el título de "ALGUNOS PUNTOS (LEGALES) PARA REFLEXIONAR EN TORNO AL LEGADO MATERIAL DE MANGORÉ", firmada por VICTOR M. OXLEY, nos invita a mostrarnos parte y a enfrentar la situación del histórico olvido oficial a este creador.
Si bien es cierto, este genio de nuestra cultura y probablemente de la cultura mundial falleció en 1944 luego de un largo exilio cuyas causas deberían ser motivo de otro estudio, no para enrostrarlas a nadie, sino para que no se vuelvan a repetir, ello se produce mucho antes de la fundación de AUTORES PARAGUAYOS ASOCIADOS (APA), cuya Acta de Fundación fue suscrita el 1 de julio de 1951. En consecuencia, no existen en los archivos de la entidad, referencias de obras registradas por tan afamado creador. Tampoco se tienen noticias de heredero alguno, tal como lo señala el autor de la obra "AGUSTÍN PÍO BARRIOS MANGORÉ, RITOS, CULTOS, SACRILEGIOS, PROFANACIONES" cuya separata se publica en el artículo de marras. Este es un documento que sirve, indudablemente, como "cabeza de proceso" porque en él se sintetizan los antecedentes que sirven de base para que el abogado de la historia, la conciencia colectiva, pueda encontrar los mecanismos apropiados para el rescate de los derechos que, indudablemente, pertenecen a la nación paraguaya por cuanto que uno de sus hijos, AGUSTÍN PÍO BARRIOS (MANGORÉ) fue portavoz de su cultura porque ha nacido en estas tierras, tantas veces olvidada por propios y extraños.
APA se pone a disposición de quien fuere, sea este de naturaleza pública o privada, para la ímproba tarea de encontrar los mejores talentos profesionales a fin de concretar la comisión que se sugiere en el artículo periodístico que suscribimos en su totalidad con aplausos y vítores por la iniciativa. Si bien el Estado paraguayo debe ser el baluarte de esta nueva patriada, no podemos como entidad de gestión colectiva y cultural y como ciudadanos de esta tierra, permanecer indiferentes ante una gesta como la que se propone.
Para tal efecto, ofrecemos nuestras instalaciones en Chile Nº 850 de esta capital, nuestro Directorio, nuestros profesionales y técnicos, y funcionarios en general a fin de concretar tan trascendental objetivo. Si así no lo hiciéramos, la cultura y la patria nos lo demandarán.
RUBÉN ORTIZ (secretario)
ALCIDES ROA (presidente)
Si bien es cierto, este genio de nuestra cultura y probablemente de la cultura mundial falleció en 1944 luego de un largo exilio cuyas causas deberían ser motivo de otro estudio, no para enrostrarlas a nadie, sino para que no se vuelvan a repetir, ello se produce mucho antes de la fundación de AUTORES PARAGUAYOS ASOCIADOS (APA), cuya Acta de Fundación fue suscrita el 1 de julio de 1951. En consecuencia, no existen en los archivos de la entidad, referencias de obras registradas por tan afamado creador. Tampoco se tienen noticias de heredero alguno, tal como lo señala el autor de la obra "AGUSTÍN PÍO BARRIOS MANGORÉ, RITOS, CULTOS, SACRILEGIOS, PROFANACIONES" cuya separata se publica en el artículo de marras. Este es un documento que sirve, indudablemente, como "cabeza de proceso" porque en él se sintetizan los antecedentes que sirven de base para que el abogado de la historia, la conciencia colectiva, pueda encontrar los mecanismos apropiados para el rescate de los derechos que, indudablemente, pertenecen a la nación paraguaya por cuanto que uno de sus hijos, AGUSTÍN PÍO BARRIOS (MANGORÉ) fue portavoz de su cultura porque ha nacido en estas tierras, tantas veces olvidada por propios y extraños.
APA se pone a disposición de quien fuere, sea este de naturaleza pública o privada, para la ímproba tarea de encontrar los mejores talentos profesionales a fin de concretar la comisión que se sugiere en el artículo periodístico que suscribimos en su totalidad con aplausos y vítores por la iniciativa. Si bien el Estado paraguayo debe ser el baluarte de esta nueva patriada, no podemos como entidad de gestión colectiva y cultural y como ciudadanos de esta tierra, permanecer indiferentes ante una gesta como la que se propone.
Para tal efecto, ofrecemos nuestras instalaciones en Chile Nº 850 de esta capital, nuestro Directorio, nuestros profesionales y técnicos, y funcionarios en general a fin de concretar tan trascendental objetivo. Si así no lo hiciéramos, la cultura y la patria nos lo demandarán.
RUBÉN ORTIZ (secretario)
ALCIDES ROA (presidente)