Ciencia y cultura: Los orígenes del método científico

Las actividades hoy denominadas científicas (que incluyen a la técnica, indisoluble de la ciencia), en los orígenes de la historia, no eran consideradas como tales y fueron apareciendo y evolucionando de manera dispar e impredecible. La propia palabra ciencia es muy reciente.

https://arc-anglerfish-arc2-prod-abccolor.s3.amazonaws.com/public/RI7ZXC6KD5GL7ATOSTL3AGKVRQ.jpg

Cargando...

La revolución científica como consecuencia del método científico

Pero cuando se habla de ciencia moderna es cuando el concepto se diferencia de una manera bastante radical. Porque todas las actividades científicas y tecnológicas antes de la revolución científica en los siglos XVI al XVIII estaban dispersas, no formaban un cuerpo de conocimiento y no estaban institucionalizadas. La revolución científica ocurrió cuando apareció lo que hoy se entiende por el método científico y fue este el que diferenció la manera de hacer ciencia y técnica comparando las culturas del pasado respecto a las culturas científicas actuales. Es más, puede uno aventurarse a afirmar que fue esta la causa del método científico y su aparición en Europa, y no en otro sitio geográfico y no un accidente, ya que actividades que hoy denominamos como pertenecientes al ámbito de la ciencia y la técnica también existían en otras culturas donde no se produjo tal revolución. Se ha escrito mucho sobre las causas de este fenómeno histórico social y trataremos de avanzar una explicación que parezca razonable y ayudar a comprender los orígenes del método científico y la explosión del conocimiento científico y tecnológico. Estos han convertido a la ciencia en parte de la cultura, y probablemente la más importante en la actualidad porque está asociada con el prestigio y desarrollo social y económico de los pueblos.

La revolución científica

Si bien se discute sobre qué es el método científico y su propia existencia, se lo confunde sobre todo en nuestro país con recetas de cocina para aprender a investigar o realizar investigaciones. El tema es complejo y más que un instrumento o heurística es una conjunción de fenómenos y conceptos no disociables de las influencias del medio social en que aparecieron. Se trata de la revolución científica, que no sabemos si fue consecuencia de haberse inventado el método científico o si aquella fue la razón del método. Pero lo que no podemos discutir es que el desarrollo y establecimiento de lo que se considera la característica manera de hacer ciencia, esa cuasimitología científica, es parte de la revolución científica (John Henry. The scientific revolucion and the origins of modern science). Los principales elementos del método científico serían tres: primero, el uso de las matemáticas y mediciones para determinar precisamente cómo funcionan el mundo natural y sus partes; segundo, el uso de la observación y la experiencia en el área; y tercero, cuando fuera apropiado o necesario la construcción de experimentos o modelos para avanzar en el conocimiento de la naturaleza.

La realidad es que las matemáticas y los experimentos ya existían ampliamente en culturas antiguas o anteriores y especialmente en la era medieval, cuyas contribuciones científicas no fueron pocas, como a veces se malentiende (Stephen Gaukroger. The emergente of scientific culture). La cuestión es que no existía una unificación ni institucionalización de estas actividades, dado que la universidad medieval se ocupaba de la filosofía natural en el sentido teológico y no observacional ni experimental. Lo mismo puede decirse de las actividades denominadas artesanales como la astrología o la alquimia, y otras prácticas teóricas o manuales imbuidas de magia que hoy podríamos afirmar que fueron importantes precursores constituyendo los estadios pre científicos de la revolución aludida sin lo que esta no hubiera ocurrido.

Lo crucial para entender el advenimiento de la ciencia moderna y el método científico es comprender los profundos cambios sociales y culturales que motivaron la elevación del estatus como cultura de las artes matemáticas y artesanales desde sus orígenes más humildes y populares a niveles de respeto. Estos eran previamente considerados de poca importancia y desdeñados por la elite empotrada en los claustros eclesiásticos y la universidad, empecinados en los estudios aristotélicos de filosofía natural, basados en la autoridad de los dogmas ya sea religiosa o monárquica.

Crucial simbiosis de la filosofía con la artesanía

La ciencia moderna ocurrió cuando se estableció una unión, una simbiosis, entre la elitista filosofía natural (precursora de la ciencia teórica o pensamiento científico) y las más humildes matemáticas o practicas artesanales. Esta fusión representa hoy el espectro metodológico que hace posible el descubrimiento científico y que se basa en la generación de las hipótesis o teorías (pensamiento científico o componente teórico de la ciencia, secuela de la elitista filosofía natural ) y su prueba mediante la observación y/ o el experimento donde priman las técnicas y las matemáticas (secuela de la actividad artesanal popular). Descartes elaboró el pensamiento científico racional, Bacon el marco conceptual experimental y Newton combinó teoría y matemáticas revolucionando la manera de hacer ciencia. Popper y Kuhn han descrito in extenso esta metodología como hoy se la entiende pero hay otras opiniones (Conjetures and Refutations and The logic of scientific discovery, The structure of scientific revolucion, The esencial tension).

Desde el punto de vista de la sociología de la ciencia, podemos entonces decir que el desmoronamiento del modelo autoritario y elitista y la aceptación de las disciplinas más artesanales hicieron posible la aparición del método y la revolución científica. Es decir, una conjunción de clases sociales motivada por el imperativo del descubrimiento y la aparición de grandes científicos experimentales en las clases sin nobleza o populares. Además de los ya mencionados están Copernicus, Galileo Kepler, Boyle, Bernouille, Leibniz, Varignon y muchos otros. La filosofía natural estaba vedada a las clases humildes o burguesas que practicaban las matemáticas y las artesanías y que debían recurrir a mecenas para practicar su actividad, un ejemplo típico es del Galielo y el apoyo de los Medicis y más tarde Darwin y el apoyo familiar. Es decir, una recomposición de las clases sociales, una democratización y mayor reconocimiento de las clases hasta entonces consideradas inferiores produjeron la diferencia. Coincidió el fenómeno con la ebullición intelectual del renacimiento tardío primero y la ilustración después, el descrédito de los dogmas religiosos y en parte la crítica a los métodos aristotélicos de estudios.

Las dificultades históricas para la inserción de las matemáticas en el mundo científico tienen sus causas en la predominancia de las ideas aristotélicas en la filosofía natural medieval e inmediatamente posmedieval. Decían los filósofos que las matemáticas no explican las causas de los fenómenos naturales, sino meramente los registraban técnicamente y esto las excluía de la filosofía natural. Era una disciplina inferior. Ya en el renacimiento se iniciaron ataques a esta visión limitada de la disciplina hasta que con Copernicus (1473-1543), el iniciador y más prominente representante de la revolución científica, quedó descalificada. Podemos entonces concluir que fenómenos históricos y sociales fueron responsables de la revolución científica y que esta fue posible cuando los métodos de pensar y hacer hicieron una simbiosis feliz.

(*) Representante del CONACYT ante el Consejo Nacional de Cultura. 

Enlance copiado
Content ...
Cargando...Cargando ...