Latinoamérica de cara al futuro

Oportunamente, Asunción fue sede recientemente de un importante Foro Regional para América Latina y el Caribe sobre “Responsabilidad Territorial, Educación para Todos”, organizado por la ORSALC, IESALC y el MEC con apoyo de Itaipú Binacional, en el marco de las Declaraciones de Cartagena 2008 y París 2009.

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No parece caber espacio para la duda sobre la educación como el instrumento al despegue tanto económico como social y político. La creación de una masa crítica de líderes políticos y tecnocráticos capaces de llevar adelante un plan de Estado que no sea afectado por los cambios de gobierno. Capaces de alcanzar un consenso con la población toda y si la educación es el camino, esta significa reencontrar, redescubrir y reinventar la universidad, aunque suene a lugar común.

Juan Jacobo Rousseau, en el s. XVIII, se opuso a la definición de educación proveniente de la escolástica y señaló diversas dimensiones del término: la educación de las instituciones públicas, la educación del mundo y la educación doméstica o de la naturaleza. Desde el punto de vista de los espacios sociales en los que se produce el proceso educativo, Rousseau diferenció educación y filosofía retomando la vinculación entre educación y política de la República de Platón (395 a.C.).

La contradicción entre libertad y orden social se instaló en la concepción rousseauniana de educación y tornó en utopía aquel sentido. Solamente el desarrollo de formas democráticas de convivencia humana haría posible que se consolidara como proyecto: la armonía entre lo individual y lo social, la unidad sobre la base de la pluralidad serían condición o consecuencia vistas desde el Emilio, que acompaña el tratado de una historia novelada del joven Emilio y su tutor, para ilustrar cómo se debe educar al ciudadano ideal. No suele señalarse, sin embargo, que se excluye de este ideal a las mujeres, cuya educación ha de referirse a satisfacer a los hombres (libro V). Por otro lado, Emilio no es una guía detallada, aunque sí incluye algunos consejos sobre cómo educar a los niños. Hoy se considera el primer tratado sobre filosofía de la educación en el mundo occidental, o desde el Contrato social, como teoría política, que explica, entre otras cosas, el origen y propósito del Estado y de los derechos humanos.

En ambos casos, la educación será suplencia como en el mito de Prometeo —gran benefactor de la humanidad— pues su finalidad consistirá en reparar la incompletud de las relaciones entre hombre y naturaleza.

El filósofo Antonio Gramsci (1891-1937), por el contrario, planteó el carácter transformador de los procesos educativos. Utilizó la palabra educación como sinónimo de procesos político-pedagógicos, restableciendo la idea rousseauniana de centralidad de la antinomia coerción-consenso en el problema educativo. La educación rígida y vertical versus la educación democrática con participación de los educandos.

Foucault (1926-1984), en su crítica al funcionalismo y al marxismo, denunció la vinculación íntima entre poder y saber, y la presencia del elemento político en la estructura de todo conocimiento educativo.

En América Latina, el pensamiento conservador se expresó como tomismo en educación. La tradición liberal lo hizo como racionalismo, positivismo o liberalismo radicalizado. En los dos primeros casos se identificó instrucción pública con educación, remitiéndose a los modelos de Estado y de sistema educativo europeo, y expresando el proyecto de dominación de las oligarquías nacionales.

Educar al soberano (Sarmiento): “Un pensamiento dominó sus actos: la educación pública fue siempre, en todas las situaciones de la vida, el fondo y el fin de sus trabajos”. “Tenemos que educar al mayor número de hombres, para aumentar el número de gobernantes aptos; de gobernados educados”, La educación positiva, Ramón Rosa, hondureño, que tenía fe en el progreso constante y en el valor de las instituciones como norma de bien.

La Educación para el Progreso en Orden (Gabino Barreda) introdujo en México el positivismo que se convirtió en doctrina oficial no solo de la educación, sino del Estado, son algunas de sus expresiones. Del liberalismo radicalizado citamos a Simón Rodríguez, fuertemente influenciado por El Emilio de Jean-Jacques Rousseau. Simón Rodríguez desarrolla una revolucionaria concepción de lo que debe ser el modelo educativo de las nacientes naciones americanas, sostuvo el sentido rousseauniano de la igualdad social y vinculó la instrucción pública con la realización de esa igualdad en un proceso original de socialización del latinoamericano.

La reacción antipositivista expresada por el espiritualismo manifiesto a través de Juan Mantovani, la idea de la educación como la formación del ser total, realizando la unidad entre naturaleza y espíritu. La educación retornó a su relación íntima con la filosofía. También un proceso semejante pero vinculado a la política ocurre con la pedagogía de la liberación. Que se desprende del viejo tronco de la educación católica latinoamericana, cuyo mayor exponente es Paulo Freire, que planteó el problema de la opresión social presente en el interior de los vínculos educativos y postuló la identificación de educación y concienciación, definida esta como proceso de construcción cultural realizado conjuntamente por los educadores y educandos.

La pedagogía de la liberación cargándose de sentidos nacionalistas populares vinculó a la educación latinoamericana con procesos más profundos de transformación democrática popular y nacional. Adriana Puiggrós (Del diccionario de Ciencias Sociales, de Torcuato Di Tella).

Por otro lado, Carlos Alberto Montaner sostiene que las sociedades contemporáneas suelen asignar tareas fundamentales a las universidades de nuestros días y como misión más ambiciosa es entender la universidad como un dinámico medio de modificar la realidad. Un sitio para la investigación y acumulación de nuevos conocimientos, desterrando teorías erróneas y proponiendo interpretaciones novedosas, intentar cambiar el perfil de nuestras percepciones y aumentar el volumen de conocimiento y lograr densidad en los mismos. Finalmente es importantísimo como rol indiscutible de la universidad la transmisión de valores. Como fragua de hombres y mujeres honorables, buenos ciudadanos comprometidos con la verdad, la ética, la solidaridad y el progreso.

Participaron en este Foro en Asunción, el Dr. Humberto Grimaldo, director del Observatorio Regional sobre Responsabilidad Social; el Dr. Pedro Henriquez Guajardo, director de Unesco IESALC; el ministro de Educación, Dr. Horacio Galeano Perrone, y otras autoridades nacionales.

A través de las nuevas tecnologías, de una video-conferencia desde París, la delegada permanente ante la Unesco París, la Dra. Julia Velilla, y el Sr. Daniel Samoilovich, director ejecutivo de Columbus, abrieron el debate de ideas.

Los temas de la agenda abarcaban desde: Pobreza, asistencialismo y mercado, Realidades regionales: Resultados del Benchmarking club ORSALC-COLUMBUS, Responsabilidad Social Universitaria, con temas como Democracia y transparencia, Equidad, recursos humanos y clima laboral, Medioambiente y campus sostenible, Educación socialmente responsable, Gestión social de conocimientos; Integración curricular de la extensión, Desarrollo local y regional con la participación de la Universidad Nacional de Jujuy, la Pontificia Universidad Católica de Río Grande do Sul, Universidad Católica de Colombia, Universidad del Rosario, Universidad Técnica Particular de Loja, Ecuador, Universidad Francisco Gavidia de El Salvador, Universidad Veracruzana, Universidad Popular Autonoma del Estado de Puebla A.C., Universidad Tecnológica Intercontinental de Paraguay, Universidad Católica del Perú, Universidad San Pedro, Instituto Universitario de Lisboa ISCTE–IUL, presentados todos ellos por la señora Kelly Henao, Asociacion Columbus.

Otros participantes, representantes de Biohotel, en el marco de una hotelería ambientalmente sostenible y representantes de otros observatorios regionales, como el Metropolitano de la Universidad Veracruzana, Mexico, El Observatorio de Responsabilidad Social Universitaria de Venezuela, el Observatorio de Deuda Social Argentina, y el Observatorio de Responsabilidad Social Universitaria ORSU-Colombia.

Como un paradigma de proyecto, se presentó el exitoso y conocido Sonidos de la tierra, seguido de un concierto con instrumentos reciclados dirigido por su fundador, el maestro Luis Szarán. Este oportuno reconocimiento a un proyecto tan significativo en lo que concierne a responsabilidad social se erige en cabeza visible de otros valiosos proyectos vigentes en el Paraguay, en el marco de suplencia del Estado.

Al siguiente día, la Sra. Sheila Ceccon, coordinadora del Instituto Paulo Freire de Sao Paulo, se refirió a Educación Sostenible y Responsable, con el señor Víctor Martín Fiorino, consultor de ORSALC.

Hubo un Conversatorio sobre Contextos Globales y Realidades Locales con el señor Erick Pichot, del Centro Internacional de Responsabilidad Social y Sostenibilidad. Los Objetivos del Milenio y el Pacto Global. El señor Víctor Hugo Malangon, gerente de Responsabilidad Social, Asociación Nacional de Empresarios Colombianos ANDI, Empresarismo y Responsabilidad. El señor Héctor Corrales, de la Universidad Nacional de Asunción, y el señor Enrique Ochoa, del Centro Latinoamericano de Aprendizaje y Servicio de Buenos Aires, Argentina.

El importante tema: Universidad, Empresa y Responsabilidad, fue abordado por el Dr. Miguel Gibaud, rector de la Universidad Católica Nuestra Señora de la Asunción, y el Dr. Pedro González, de la Universidad Nacional. La señora Lucía Báez Peña, directora de Responsabiliad Social del MEC, reseñó sobre los desarrollos socialmente responsables y sostenibles de las empresas paraguayas.

Este Observatorio Regional de Responsabilidad Social ha propiciado desde sus inicios en febrero de 2012 los mecanismos conceptuales que permitan definir la responsabilidad social con el fin de acumular y clasificar las buenas prácticas al respecto. Se ha propuesto al mismo tiempo a nivel regional un mecanismo de comparación propositiva que permita sistematizar y evaluar proyectos educativos; conceptos curriculares; procesos académicos; productos investigativos profesionales o comerciales y otros servicios.

El profesor francés Francoise Vallaeys magistralmente se refirió a la necesidad de un cambio epistémico para una nueva economía. Se refirió a la importancia de la soberanía alimentaria. Se refirió a la responsabilidad social medida por los impactos y por el trabajo interpares.

Habló de la responsabilidad jurídica, la moral y la social y la ética, término que puede volverse hasta polisémico y de un capital social como vínculo, nexo y puente. Hizo referencia a los impactos negativos. Recomendó: un autodiagnóstico organizacional. Que se debe hacer y con quienes habrá que asociarse para lograrlo, y señaló la importancia de redes interorganizacionales de corresponsabilidad.

Habló de las cuatro dimensiones del poder: el dinero, la ley que delimita las esferas de acción y responsabilidad, la ciencia que extiende las esferas de acción y responsabilidad, y la publicidad que produce responsabilidad.

¿Por qué un observatorio?

El mundo de hoy, caracterizado por injusticias, desigualdades y exclusiones, y muy especialmente en nuestro continente, reclama a la educación superior su participación decisiva para que desde su misma razón de ser —la formación profesional y/o tecnológica y la investigación— contribuya a resarcir el tejido social a través de acciones que dignifiquen el sentido de lo humano. Hay retos y desafíos a los que se enfrenta este nivel educativo en el siglo XXI, planteados por la Unesco: demanda de educación superior sin precedentes, acompañada de una gran diversificación de la misma, y una mayor toma de conciencia de la importancia fundamental que este tipo de educación reviste para el desarrollo sociocultural y económico y para la construcción del futuro, de cara al cual las nuevas generaciones deberán estar preparadas con nuevas competencias y nuevos conocimientos e ideales.

“La educación superior, en tanto que bien público, es responsabilidad de todas las partes interesadas, en particular de los gobiernos. Ante la complejidad de los desafíos mundiales, presentes y futuros, la educación superior tiene la responsabilidad social de hacer avanzar nuestra comprensión de problemas polifacéticos con dimensiones sociales, económicas, científicas y culturales, así como nuestra capacidad de hacerles frente. La educación superior debería asumir el liderazgo social en materia de creación de conocimientos de alcance mundial para abordar retos mundiales, entre los que figuran la seguridad alimentaria, el cambio climático, la gestión del agua, el diálogo intercultural, las energías renovables y la salud pública”. Declaración mundial sobre la educación superior, París 2009.

La responsabilidad por el desarrollo social le compete a toda entidad de educación superior, valorando las conquistas de la ciencia y de la tecnología en la perspectiva total de la persona, contribuyendo a la dignidad de la vida humana, la promoción de justicia para todos, la calidad de vida personal y familiar, la protección de la naturaleza. La búsqueda de la paz y de la estabilidad política, una distribución más equitativa de los recursos del mundo, y un nuevo ordenamiento económico y político que sirva mejor a la comunidad humana a nivel nacional e internacional.

La misma definición etimológica de la palabra responsabilidad proviene del latín responsum, que es la forma latina el verbo respon, que significa responder, y sabilidad, que significa habilidad. De esto puede intuirse una primera definición de responsabilidad como la capacidad de responder por una obligación consigo mismo y con los otros.

En ningún otro momento de la historia ha sido más importante que ahora la inversión en los estudios superiores, por su condición de fuerza primordial para la construcción de sociedades del conocimiento integradoras y diversas, y para fomentar la investigación, la innovación y la creatividad. La educación superior y la investigación contribuyen a erradicar la pobreza, a fomentar el desarrollo sostenible y a adelantar en la consecución de los objetivos de desarrollo acordados en el plano internacional, entre otros los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) y de la Educación para Todos (EPT). Los programas mundiales de educación deberían reflejar estas realidades.

Magis vident oculi quam oculus. “Ven mejor más ojos que uno solo”. Siguiendo esta frase milenaria queremos proponer a toda la comunidad académica como ENLACE, acerca de la responsabilidad social universitaria, la creación de este Observatorio RSU, espacio de encuentro permanente que nos va a permitir: definir en consonancia con la Declaración Mundial las políticas y realidades concretas de la RSU en la región. Recoger y ordenar acciones concretas de RSU en toda la región.

“Fundamental la construcción de un Espacio de Encuentro Latinoamericano y Caribeño de Educación Superior (ENLACES), el cual debe formar parte de la agenda de los gobiernos y los organismos multilaterales de carácter regional.

Se hace imperativo, el desarrollo de fortalezas académicas que consoliden las perspectivas regionales ante los más acuciantes problemas mundiales; el aprovechamiento de los recursos humanos para crear sinergias en escala regional; la superación de brechas en la disponibilidad de conocimientos y capacidades profesionales y técnicas; la consideración del saber desde el prisma del bienestar colectivo; y la creación de competencias para la conexión orgánica entre el conocimiento académico, el mundo de la producción, el trabajo y la vida social, con actitud humanista y responsabilidad intelectual”. De la Conferencia Regional de Educación Superior 2008 CRES – Cartagena de Indias.

Los observatorios regionales quieren constituirse en una fuente de información independiente, rigurosa, imparcial y, por lo tanto, confiable acerca de las políticas y prácticas en el área. Se desea que cumpla una función estadística e informativa orientada a la mejora de la transparencia (accountability), favoreciendo también el avance de los procesos de rendición de cuentas (reporting), así como con una participación más activa e informada de todas las partes interesadas (stakeholders) y todo ello con el fin último de desarrollar una cultura de la responsabilidad y el compromiso social, para ello se proponen efectuar un seguimiento y desarrollo de las situaciones que comprometan un aspecto de la cultura, educación o vida institucional universitaria en cualquiera de los países de América Latina y el Caribe. Sensibilizar a los ciudadanos de nuestros países acerca de la educación superior y su estrecha vinculación con las responsabilidades de la universidad para con la sociedad en su conjunto.

Eventualmente establecer alianzas interinstitucionales para efectuar proyectos comunes que sirvan como ejemplos de buenas prácticas a seguir y puedan resolver problemas regionales.

Valorar y difundir las políticas y proyectos, innovadores y de alto impacto de superación de la pobreza, como premio a las organizaciones que constituyan un ejemplo a seguir, para las que libremente se vayan incorporando al proceso.

Se apunta al fortalecimiento de un pensamiento crítico. Citemos que en países del primer mundo las universidades establecen mecanismos de mutua evaluación múltiple, y que sean esos organismos y no los ministerios de Educación los que dictaminen sobre el buen funcionamiento de las instituciones y los que clasifiquen a las universidades por su rendimiento académico.

Los gobiernos por lo general politizan las instituciones y las complican por enrevesadas burocracias, y en Paraguay por mucho tiempo la universidad estuvo sometida abiertamente a clientelismo partidista, cerrando la puerta a eminentes perfiles.

Son necesarios los exámenes comparativos normados nacionales e internacionales para fijar criterios de excelencia.

Paraguay cuenta en la actualidad con 52 universidades y 1.600 carreras, poquísimas certificadas y otros tantos institutos superiores, fuera de todo régimen regulador. Ahora, a través del organismo AENAES, se pretende desde un Viceministerio de Educación Superior ejercer un cierto control sobre instituciones y certificar contenidos que se ofrecen a los jóvenes paraguayos.

La gran contribución de esta reunión es animar una reflexión seria sobre el gran desafío nacional en lo que concierne la educación superior, y su papel en el proceso de desarrollo del país.

Se sabe que la banalización de los títulos universitarios en nada contribuyen a ese anhelado progreso. La universidad incluso en los países del primer mundo sigue siendo el vehículo de movilidad social y es interesante que las experiencias valiosas de estos países puedan emularse como el caso de los tigres del Este y de la ley del soldado americano, de la post Segunda Guerra mundial, que recibía una recompensa extra de un año de educación por cada año de servicio. La principal lección a ser absorbida por nuestra sociedad es la necesidad de que desde los institutos de educación terciaria se contribuya directamente a la evolución integral de la sociedad.

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