Seis rayos de plata: la vida y obra de Agustín Barrios Mangoré, de Richard D. Stover

El 13 de mayo de 2010 fue presentado el libro Seis rayos de Plata, de Richard Stover, primera edición paraguaya auspiciada por el Cabildo.

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Es importante para el público paraguayo la circulación de esta obra, pues en su momento significó todo un acontecimiento único en la labor de investigación y difusión sobre nuestro genial Barrios Mangoré. Pero a la vez es triste y decepcionante cómo, y a pesar de los reclamos bien argumentados y documentados, aún se afirme en él, y con argumentos circulares, que Barrios nació en Villa Florida, negándole a San Juan Bautista ese hecho.

El Sr. Stover sostiene y en reiteradas partes de su libro que la "evidencia" apunta a que Agustín Barrios nació en Villa Florida y no en San Juan Bautista. En la versión de este libro hecha en San Salvador se lee: "[…] Pérez (se refiere a Saturnino Ferreira Pérez) no ofrece ninguna prueba directa aparte de la aseveración de que el bebé fue bautizado en memoria de un buen amigo, don Agustín Corrales, que había residido en Villa Florida. Todas las fuentes de información relativas al lugar de nacimiento de Barrios establecen que nació en San Juan Bautista". (Pág. 22) En la versión reciclada y "aumentada", ahora auspiciada por el Cabildo, afirma que: «El lugar exacto del nacimiento de Agustín debe deducirse de evidencias indirectas", porque hasta el momento no se ha encontrado ninguna evidencia concreta ni algún documento legal que certifiquen ciento por ciento donde nació». Como muy certeramente comenta el autor del libro "AGUSTÍN PÍO BARRIOS MANGORÉ. RITOS, CULTO, SACRILEGIOS Y PROFANACIONES", Víctor M. Oxley, «este tema del lugar de nacimiento del genio de la guitarra de un tiempo a este está mutando en hecho de discusión bizantina». En el libro de Oxley, se expone de una manera crítica los fundamentos de tal conclusión y se encuentra que es un seudoproblema, por varias razones:

En un video documental, basado en el libro y proyectado en la presentación de la obra en febrero en nuestra querida ciudad, Víctor M. Oxley sostiene que «(Saturnino) Ferreira especula e introduce una conclusión a su razonamiento que, si atendemos a que en la práctica burocrática estatal, del hecho de la designación ‘formal’ (el decreto del nombramiento como preceptora de escuela a doña Martina Ferreira) al hecho de facto de la asunción real in situ del cargo se sucede un trecho temporal, que jamás es de inmediato, y mucho menos en aquellos tiempos de baja organización estatal, es imposible la conclusión de Ferreira Pérez; además, si Martina Ferreira de Barrios se encontraba en los últimos momentos de su embarazo, y teniendo el matrimonio Barrios Ferreira su casa familiar en dos parcelas de tierra en San Juan Bautista; no se trasladaría a ocupar su cargo de Preceptora en Villa Florida, pues lo lógico es que primero reciban al niño, y luego de recuperarse, asumir sus responsabilidades laborales. Además, podemos agregarle que; a partir de 1880, estando como obispo del Paraguay el presbítero Pedro Juan Aponte, la capilla de San Juan Bautista fue declarada parroquia; y desde este hecho, fue autorizada por el sacerdote Juan Insaurralde a tener el primer libro parroquial, pues hasta entonces —comenta Nicolás Riveros— los bautizados de ese lugar eran anotados en los libros parroquiales de San Ignacio; que por aquel entonces era capital de las Misiones. Siendo esto así, queda claro que el niño Agustín Pío Barrios Ferreira, al ser anotado en el libro de San Juan como bautizado en 1885, lo hace en su lugar de origen y residencia, debido a que ya no era necesario hacerlo en la jurisdicción de San Ignacio. Al ser originario de San Juan, y esta ciudad poseer su propio registro parroquial, las inscripciones hechas en estas, no necesitan enunciar el nombre de la localidad en sus actas, pues se lo presupone, y así queda implícito en el registro».

Piense el lector en esto: si hubiese nacido en Villa Florida, ¿cómo es que recién con 18 días de vida el aún tiernito Agustín fue trasladado a unos 36 km por caminos polvorientos y duros, para ser bautizado en la iglesia de San Juan Bautista, como consta en acta? Al sentido común sería un acto infanticida e improbable; otro hecho que vincula a la familia Barrios Ferreira indefectiblemente a San Juan y al nacimiento de Mangoré es que el testigo declarante en el acta eclesial es un sanjuanino, don Zeferino Leguizamón. Medite el lector este hecho y encontrará que también es una prueba de que el nacimiento de Mangoré apunta inexorablemente a San Juan Bautista. Además trae el citado autor (me refiero a Oxley) una de las cartas de Barrios fechada en Buenos Aires, 23 de julio de 1928 y dirigida al Sr. Norberto Cardozo (San Juan Bta. Misiones) en la cual se expresa en los siguientes términos: "Mi inolvidable amigo y compueblano", expresión lingüística muy bien analizada por el autor y desde la cual se desprende la conclusión, de que deberíamos de tratar a Barrios como un "mentiroso" si en sus palabras no se expresara con la verdad, hecho muy lejano de ajustarse a la realidad, atendiendo a que Barrios tenía unos sólidos principios éticos, los cuales se reflejarían en su "palabra". Desde mi punto de vista, estos hechos lo que hacen es tratar de poner en dudas su lugar de origen, sumado al hecho de que las autoridades nacionales, como el Cabildo y la Gobernación de Misiones, alientan e incitan a que la polémica vaya generando dudas; estas, al final, se transforman en noticias, redituando beneficios económicos (Salcedo es el que mejor califica estas acciones incluida la suya, cuando en el prólogo al libro de Stover dice "oro mangoreano"), a quienes se prestan y manipulan con ello, recibiendo donaciones provenientes de la Embajada de los Estados Unidos de Norteamérica y recursos del Congreso paraguayo para gastos de publicación de libros (como por ejemplo el libro El Inalcanzable y ahora Seis rayos de Plata), dejando a un lado a las instituciones Mangorianas, como el Centro de Educación Creativa que viene trabajando por varias décadas en la investigación de la vida, trayectoria y obras de Mangoré, como así también al instituto Ha Che Valle, de nuestra ciudad, con el solo objetivo de poner en manos de jóvenes estudiantes y ciudadanía en general la cultura de nuestro pueblo, que no reciben apoyo a pesar de los años dedicados a la docencia y a la investigación acerca del maestro Barrios.

El libro del Sr. Oxley —con abundantes argumentos y bien documentados en contra de muchos puntos flojos del libro del Sr. Stover— fue terminado en mayo de 2009 (circuló en borrador entre miembros destacados de la sociedad misionense, como ser, Víctor Hugo Pereira, Rumilda Marín, Numa Guillén, Hugo César Capurro y Gil Alegre, así como de la sociedad asuncena, Carlos Schvartzman, Dr. Fernando Tellechea, Sergio Cáceres Mercado, Carlos Cazal, entre otros) y se proyectó presentarlo en diciembre. Pero por inconvenientes en el calendario, se postergó hasta el 12 de febrero, fecha en la cual se presentó en la ciudad de San Juan Bautista de las Misiones. El autor, en la ocasión, fue nombrado "Visitante Ilustre" y su libro, AGUSTÍN PÍO BARRIOS MANGORÉ. RITOS, CULTO, SACRILEGIOS Y PROFANACIONES fue declarado de interés cultural por la junta municipal de la ciudad. El Sr. Stover rehúye de la crítica razonada con los vivos, pues ellos filtran lo que perciben y responden con igual o mayor intensidad, como ya lo ha comprobado en varias ocasiones. Al Sr. RICO "$" Stover le gusta citar a los muertos que son sordos, pues con ellos el diálogo es mudo y nada le dirán si son denigrados o son ignorados. Los lectores recordarán la polémica sostenida entre Stover y Oxley en este suplemento sobre la obra "La Catedral", de Mangoré, parece ser que a regañadientes desapareció después de 20 años tal asociación errónea hecha por Stover en la edición actual de su libro.

Ahora, si Stover tardó 20 años en rectificar este error, ¿cuántos debemos esperar para que rectifique otros que se encuentran en su libro y que muy bien se le señalan, como por ejemplo, entre otros, esto del nacimiento de Barrios en San Juan Bautista?

El 5 de mayo conmemoramos 125 años del nacimiento de Agustín Pío Barrios Ferreira, quien fue bautizado el 23 de mayo de 1885 con los nombres de Agustín y Pío, siguiendo —don Doroteo y doña Martina— la costumbre y tradición católica cristiana de nombrar a los niños con el nombre de santos; ese día se recuerda a San Agustín por ser el día de su conversión a la fe cristiana, y a San Pío V, papa y confesor, afirmación nuestra en contra de la de Stover que sostiene —como expusiéramos líneas al principio— que fue en honor del residente florideño don Agustín Corrales.

Coincido con Oxley cuando dice que «nos encontramos inmediatamente en la urgencia de concentrar fuerzas en las gestiones sobre la posibilidad de repatriar los restos de este sin igual ciudadano paraguayo de la hermana nación salvadoreña; por lo tanto, debiéramos gastar nuestras energías en este tema y no disiparlos en seudoproblemas», pues Agustín Pío Barrios Mangoré «siempre tuvo una nostalgia ("saudade" como se refería él a ello) hacia su país, el Paraguay; hacia su Ha Che Valle "San Juan Bautista de las Misiones", porque no cumplirle el sueño de volver y radicarlo para siempre en su añorado solar guaraní, en la tierra misionera que vio nacer y aflorar ese don privilegiado del arte guitarrístico del cacique Mangoré —es un deseo legítimo de todo el pueblo paraguayo que quiere honrar a su universal paisano— aunque sea después de haber trascendido lo material de este mundo en tierras salvadoreñas y morar en el panteón in ubicuo eterno del arte».

Por Numa Guillén Sasiain
numa_guillen@hotmail.com
Abogado, miembro  del Movimiento Cultural Agustín Pío Barrios, y de la Fundación Ha che valle, de San Juan Bautista de las Misiones.
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