Amambay: una economía relativamente diversificada, pero no exenta de desafíos

La economía del departamento de Amambay tiene tres pilares principales: la agricultura, con la soja como cultivo principal, la ganadería bovina y por último la economía urbana con el comercio fronterizo y los servicios en la ciudad de Pedro Juan Caballero.

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Los periodos de bonanza o de viento a favor son cíclicos, especialmente en agricultura como en el comercio fronterizo. El escenario actual no es el mejor en la economía formal del departamento. Por un lado, los precios internacionales de los principales commodities están a la baja, específicamente la soja, el maíz y el trigo y es probable que en la siguiente campaña los mismos reduzcan sus superficies de cultivo. Por el lado del comercio fronterizo las cosas están peor, ya que la depreciación del real brasileño sumada a una inflación importante en el vecino país, ha terminado por convertir a Pedro Juan Caballero en una ciudad “cara” y por lo tanto poco competitiva. La intensificación de los controles aduaneros en Brasil complica aún más al comercio de Pedro Juan Caballero.

La producción agrícola se ha mantenido en niveles homogéneos en los últimos años. Solo la soja ha experimentado una expansión de la superficie cultivada de casi 50.000 hectáreas. El resto de los cultivos como el maíz se han mantenido estables y en torno a las 40.000 hectáreas en maíz y solo alrededor de 10.000 hectáreas en trigo.

Cultivos secundarios

Los cultivos secundarios tampoco muestran niveles de crecimiento muy pronunciados. La mandioca, cultivo esencialmente destinado al consumo local, no ha pasado las 4.000 hectáreas cultivadas, mientras que la caña de azúcar apenas ha superado las 1.000 hectáreas.

Sin embargo, la ganadería ha sido la actividad productiva primaria con mejor desempeño. En la última década el hato ganadero ha crecido bastante, llegando a más de un millón de cabezas, impulsado por la conquista de nuevos mercados y sobre todo por una intensificación de la producción, mejor manejo e infraestructuras así como por la implantación de pastura artificiales. La construcción de un nuevo frigorífico en el departamento de Concepción, en el área de influencia directa de Amambay es un incentivo mayor para incrementar la producción ganadera, que debe orientarse a incrementar el nivel de productividad.

El destino de esta región parece haber permanecido en la vía de un desarrollo “propio” y resiliente. Efectivamente, ante la grave crisis actual del comercio fronterizo, que generó la clausura de una multitud de comercios y la pérdida de numerosos empleos, la ciudad capital intenta sacar provecho de nuevos motores que le permiten mantener un cierto vigor a la vida y a la economía urbanas. Se trata aquí de las nuevas actividades industriales (en general las inversiones provienen del Brasil) y de las universidades. Vectores de dinamismo urbano, estos sectores generan una notable capacidad de arrastre a través de sus numerosas actividades inducidas (consumo, vivienda, servicios, etc.).

Universidades

En cuanto a las universidades, cabe destacar que existen unas trece instituciones de educación superior que funcionan en la capital de décimo tercer departamento, atrayendo incluso a estudiantes del Brasil, que apuntan en gran parte a realizar estudios de medicina en Paraguay.

En lo que respecta a las actividades industriales, es de notar la cantidad de fábricas que han abierto sus puertas en Pedro Juan Caballero y en otras zonas del Amambay: fábrica de jeringas, fábrica de botellas de plástico, fábrica de alambres y perfilados, talleres de confección, entre otros. El mercado final de la casi totalidad de la producción industrial vuelve a ser Brasil, de donde provienen las inversiones.

Naturalmente, la generación de empleos directos e indirectos participa indefectiblemente en la activación de la economía local. Ante esto, los poderes públicos identificaron la necesidad de impulsar y acompañar estas inversiones: la construcción del Parque Industrial Cerro Corá va en este sentido.

Las 400 hectáreas que serán destinadas a actividades industriales, comerciales, y a barrios residenciales en el Parque Industrial Cerro Corá buscaran garantizar buenas condiciones de inversión en la zona de Zanja Pytã, a unos cinco kilómetros al Sur de Pedro Juan Caballero. Efectivamente, el objetivo es no sólo poner a disposición terrenos, sino también una variada gama de servicios e infraestructuras. Al anticipar la llegada de inversionistas, este tipo de proyectos tiene un eminente carácter proactivo. Sin embargo, la política de construcción de parques industriales deberá ser complementada por otras medidas que fortalezcan el “cimiento” socio-económico local.

En otras palabras, las políticas económicas no sabrán presentarse únicamente como facilitadoras de instalación de empresas, sino que deberán también buscar que las nuevas actividades se integren provechosamente en el tejido económico preexistente. ¿Cómo impulsar las actividades preexistentes en la región, como por ejemplo las carpinterías, las olerías, la ganadería? ¿Qué vocación proyectar para el nuevo tejido económico local? ¿Qué tipo de empresas se debe buscar atraer?

La llegada de dos nuevos tramos asfaltados en el departamento constituye una verdadera oportunidad para abrir e integrar porciones enteras del Amambay, que hasta hoy sufren de un verdadero aislamiento. Al Sur, se trata del distrito de Capitán Bado (8.300 habitantes), mientras que al Norte, de Bella Vista (6.700 habitantes). Así es como la segunda y tercera ciudad del departamento se verán conectadas al resto de la región Oriental con infraestructuras terrestres de todo tiempo.

Dinamismo moderado

Entre 2002 y 2012, las ciudades de Capitán Bado y de Bella Vista presentan un dinamismo moderado, con una débil diversificación comercial y de servicios. Llama la atención la mayor interacción de Bella Vista con su ciudad gemela brasileña de Bela Vista. Mientras tanto, Capitán Bado parece interactuar menos con su ciudad gemela de Coronel Sapucaia y presenta una oferta comercial cuanto menos, un poco más elemental (menor diversificación comercial y mayor cantidad de comercios alimenticios).

Se recuerda que el departamento de Amambay cuenta solamente con cuatro distritos: de este modo, después de Boquerón, es el segundo departamento con menor cantidad de distritos.

Esto es un resultado directo de la débil densidad poblacional, lo que se traduce por una dificultad evidente a la hora de distribuir los equipamientos y servicios públicos. Asimismo, con un presupuesto similar al de los demás distritos del país, las municipalidades del Amambay deben gestionar territorios más amplios.

En un departamento que es tres veces más grande que el de Paraguarí, resulta inviable contar sólo con tres ciudades: esta cantidad no es suficiente para articular y comandar las extensas áreas rurales del Amambay, ni tampoco para diversificar la economía y expandir el sector industrial, comercial y de servicios. El rol del Gobierno Central es crucial a la hora de desarrollar infraestructuras, instalar servicios y equipamientos: el esfuerzo debe ir dirigido hacia puntos concentradores, que puedan gozar del mejor nivel de accesibilidad. Sólo así se podrá crear y asentar las bases de una nueva estructura territorial competitiva.

De este modo, el crecimiento de esta región fue el resultado de las inercias económicas de dos regiones periféricas que buscaban salidas para sus producciones: los flujos y los intercambios fronterizos dieron lugar al desarrollo casi espontáneo de uno de los centros urbanos más importantes del país. Asimismo, con poco más de 70.000 habitantes, Pedro Juan Caballero aparece hoy como la cuarta aglomeración más grande del Paraguay. Aunque esta ciudad esté llamada a jugar un rol cada vez más determinante dentro del Amambay, esta se desarrolla según un claro modelo de resiliencia territorial y sobrellevando ciertas dificultades estructurales tales como la crisis del comercio fronterizo, las adversidades de las actividades ilícitas y, sobretodo, la débil inversión pública en materia de equipamientos y de servicios.

Falta de acompañamiento

En definitiva, a lo largo de las últimas décadas, el desarrollo del Amambay no fue orientado ni acompañado por el Estado, por lo que el principal desafío en la actualidad consiste en integrar al Amambay a una dinámica nacional. Sin dudas, las políticas de acompañamiento urbano serán verdaderamente cruciales, así como la definición de un modelo territorial de desarrollo, que permita identificar vocaciones para cada zona del departamento, apoyando a los diferentes sectores productivos e instalando estratégicamente los servicios y equipamientos sociales. Esto no pasará sin una política de anticipación y adaptación a la llegada de las nuevas infraestructuras de comunicación, que están actualmente en construcción. Si bien las nuevas infraestructuras y las políticas de incentivo a las inversiones marcan una cierta presencia del Gobierno Nacional en el Amambay, estas medidas deberán ser adaptadas, anticipadas y hasta complementadas por otras medidas locales. Solo así se podrá potenciar el carácter estratégico de las medidas públicas.

Trece

En cuanto a las universidades, cabe destacar que existen trece instituciones de educación superior que funcionan en la capital del Amambay.

Incentivo

La construcción de un nuevo frigorífico en el departamento de Concepción, en el área de influencia directa de Amambay, es un incentivo mayor.

Tramos

La llegada de dos nuevos tramos asfaltados en el departamento constituye una verdadera oportunidad para la integración.

70.000

Con poco más de 70.000 habitantes, Pedro Juan Caballero aparece hoy como la cuarta aglomeración más grande del Paraguay.

Rol

Aunque Pedro Juan Caballero esté llamada a jugar un rol cada vez más determinante dentro del Amambay, esta se desarrolla según un claro modelo.

Base de tres pilares

La economía del departamento de Amambay tiene tres pilares principales: la agricultura, con la soja como cultivo principal; la ganadería bovina y, por último, la economía urbana con el comercio fronterizo y los servicios en la ciudad de Pedro Juan Caballero.

Comercio fronterizo

Por el lado del comercio fronterizo las cosas están peor, ya que la depreciación del real brasileño, sumado a una inflación importante en el vecino país, terminaron por convertir a Pedro Juan Caballero en una ciudad “cara”. La intensificación de los controles aduaneros en Brasil complica aún más al comercio.

* Las políticas de acompañamiento urbano serán verdaderamente cruciales, así como la definición de un modelo territorial de desarrollo, que permita identificar vocaciones para cada zona del departamento, apoyando a los diferentes sectores productivos e instalando estratégicamente los servicios.

* Entre 2002 y 2012, las ciudades de Capitán Bado y Bella Vista presentan un dinamismo moderado, con una débil diversificación comercial y de servicios. Llama la atención la mayor interacción de Bella Vista con Bela Vista. Mientras tanto, Capitán Bado parece interactuar menos.

* En la última década, el hato ganadero ha crecido bastante, llegando a más de un millón de cabezas, impulsado por la conquista de nuevos mercados y sobre todo por una intensificación de la producción, mejor manejo e infraestructuras así como por la implantación de pastura artificiales.

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