Ambiente laboral

Numerosos autores definen al clima organizacional como el conjunto de emociones que pueden ser percibidas y que están relacionadas con la motivación de los empleados para la ejecución de las tareas diarias. Existe también una alta correlación entre el buen clima y la aceptación de cambios mientras que, en contraparte, un clima negativo ocasiona una alta resistencia a introducir o aceptar cambios estructurales.

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Al igual que una organización puede ser analizada en función a su estructura y procesos, también puede ser evaluada en cuanto a la percepción del ambiente laboral, con base en el cual cada colaborador se ve influenciado en su predisposición para el logro de objetivos.

En virtud a la percepción que cada persona tiene en relación al entorno en el cual desarrolla sus actividades laborales, podrá definir su situación laboral y advertir una multiplicidad de estímulos que actúan diariamente sobre su capacidad de concentración y producción.

Termómetro del clima

El ambiente laboral influye positiva o negativamente sobre cada persona y contribuye a la forma en que interactúan los miembros de una organización. El grado de apertura para expresar pensamientos, sentimientos y experiencias o comunicar las preocupaciones se ve fuertemente influido por la manera en que cada persona logra integrarse y esto, a su vez, depende de cómo se siente acogido y respetado por todo el grupo.

Saberse valorado y respetado en sus ideas, conocimientos, forma de vida y capacidad de aporte a la empresa refuerza la contribución positiva de cada persona al trabajo que debe implementarse, logrando compromiso con la meta de todo el equipo. Por ello, podemos afirmar que no es lo mismo un grupo de colaboradores que un equipo de compañeros de trabajo.

El resultado alcanzado cuando las personas se sienten parte importante de la organización es altamente superior, pero para lograr el compromiso de cada miembro no es suficiente el pago justo o equitativo, sino que también se precisa desarrollar el ambiente adecuado para que sea capaz de involucrarse emocionalmente.

Varios aspectos influyen en el clima laboral, entre ellos sin duda hay que analizar el espacio físico, comprendido por las instalaciones de infraestructura adecuada como también por la temperatura, el color de las paredes, el nivel de contaminación, los olores y ruidos molestos, las normas de seguridad, entre otros.

Por otro lado, llama la atención que en las empresas evaluadas con un buen clima laboral, las personas destacan el compañerismo como un aspecto positivo. Probablemente se refieran a la comunicación entre personas y áreas de la empresa, así como al apoyo que se dan entre los miembros de un equipo y el entorno que facilita relaciones de amistad entre ellos. A este conjunto de aspectos podríamos considerar como el ambiente social que define a la organización.

El autoanálisis para definir en qué tipo de organización quiero trabajar también es importante, así hay quienes valoran formar parte de una gran compañía con estructuras jerárquicas verticales y cientos de colaboradores; mientras que otras personas se sienten cómodas en pequeñas organizaciones más flexibles y donde cada uno debe realizar multi-tareas en un lugar en donde todos se conocen y se ayudan. A este aspecto podemos llamar estructura organizacional y comprende el tamaño, la estructura formal, el estilo de dirección y la figura jurídica de la empresa, por ejemplo.

Las características personales que definen a cada miembro también aportan al engranaje organizacional, en especial la suma de las aptitudes para cada cargo y las actitudes que brinden tanto apertura como flexibilidad. Todo ello se ve reflejado en las motivaciones y expectativas que permiten idear un plan de carrera y una sustentabilidad de las funciones dentro de la empresa a mediano y largo plazo.

Por último, podríamos incluir como un factor que influye en el clima al comportamiento organizacional para definir los aspectos propios de productividad, como los indicadores de ausentismo, satisfacción laboral, tensión interna y rotación entre otros. Estos indicadores son lecturas sumamente valiosas, pues sirven a los líderes para advertir la temperatura del ambiente laboral.

Comunicación

Stephen Covey asegura que para definir los niveles de comunicación es preciso advertir la alta correlación entre la confianza y la cooperación en la organización. Así, una comunicación defensiva, donde se busca señalar a los culpables, estará caracterizada por una baja confianza y por ende una baja colaboración entre las personas, en estos casos siempre estarán presentes las excusas en caso de que las cosas salgan mal.

En cambio, es propia de las personas maduras una comunicación respetuosa, en la misma se evitan las confrontaciones desagradables utilizando técnicas más de diplomacia que de empatía. Cuando existe una alta confianza y cooperación se logra sinergia en el grupo y se estimula la creatividad, pues no se tiene temor a la equivocación.

Uno de los peligros de la comunicación defensiva radica en que no se cuentan los errores, sino que, por temor a las repercusiones, se esconden los mismos, cuando lo ideal sería señalar las equivocaciones rápidamente para poder corregirlas. En las organizaciones con baja comunicación se buscan culpables, mientras que en las que existe una alta comunicación se crean soluciones.

Desde luego que el estilo de liderazgo influye directamente en el ambiente laboral, pues genera la atmósfera en la organización. El líder puede estimular y motivar cuando dirige al equipo a la acción, en cambio, cuando la atmósfera es autoritaria, la responsabilidad queda en la autoridad jerárquica, entonces nadie inicia una acción excepto cuando el líder lo impone de manera directa.

Así también, cuando la atmósfera es de sospecha, el líder se alimenta de chismes, lo que hace inevitablemente que la capacidad se vea coartada por temor a ser puesto en ridículo o rechazado. Si el líder es apático simplemente no se genera vitalidad, pues todos están esperando que otro diga o haga algo, pero nadie asume la responsabilidad de romper el status quo.

El líder positivo es quien crea una atmósfera cálida y democrática, donde cada persona pueda ser productiva de acuerdo a las habilidades que tiene, sintiéndose apoyada para potenciarlas en base a la cordialidad y cooperación del guía y de sus compañeros de equipo.

Cuando las personas se sienten valoradas y motivadas se crea la conciencia definida de identidad organizacional, generada por la unidad ante un interés común de llegar a las metas establecidas, cada persona se compromete y comparte la responsabilidad diaria porque se sabe parte de un equipo.

Un buen ambiente laboral no se compra, no se importa de otra cultura, no se impone por jerarquía sino que se crea por la suma de voluntades, por eso es tan apreciado y sensible, pero sin duda alguna merece atención, recelo y cuidado especial porque es la manera de lograr sustentabilidad. Sigamos hablando de dinero, así aprendemos a manejarlo mejor.

Influye

El ambiente laboral influye positiva o negativamente sobre cada persona y contribuye a la forma en que interactúan los trabajadores.

Líder

Cuando un líder es autoritario, la responsabilidad queda en la autoridad y nadie inicia acción, excepto cuando lo líder lo impone de manera directa.

Valorado

Saberse valorado y respetado en sus ideas, conocimientos, forma de vida y capacidad de aporte a la empresa refuerza la contribución positiva del trabajador.

gloria@ayalaperson.com.py

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