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Sin embargo, desde el año 2012 se ha empezado a notar cómo el crecimiento de la economía china se fue moderando en forma continua, si bien se mantiene como uno de los más altos a nivel mundial, se ha alejado de los dos dígitos ubicándose en 7,4% en 2014.
Uno de los sectores en el que se refleja ese menor crecimiento es el industrial, donde las tasas de crecimiento se han reducido de manera importante, considerando que entre los años 2003 y 2011 eran en promedio de 15,2%, luego de 9,2% hasta 2014 y este año el mismo cayó a 6,0%. Esta menor actividad del sector manufacturero y una caída de las utilidades de las grandes compañías industriales, hizo que los índices de las bolsas chinas mostraran fuertes caídas en el mes de julio.
Para este año el Gobierno chino había proyectado un crecimiento de 7,0% y el Fondo Monetario Internacional de 6,8%, pero cada vez son más los argumentos para esperar que tal vez no se alcancen esos niveles.
Según la consultora Investor Economía, la ralentización en el ritmo de crecimiento de la segunda mayor economía del mundo se ha trasladado en una importante baja en los indicadores de comercio exterior. Un lento avance en las economías industrializadas, sumado a la disminución en el nivel de inversiones privadas chinas, así como el consumo privado del gigante asiático ha repercutido en una caída en las compras y ventas del exterior. En términos interanuales, al mes de julio 2015 las exportaciones chinas registraron una disminución del 8,3%, revirtiendo el alza de 2,8% observada el mes anterior. La cifra del séptimo mes fue una gran sorpresa para los analistas, con estimaciones en torno al -1,5%. Del mismo modo, las importaciones arrojaron una caída de 8,1% aumentando el déficit de junio de -6,1%. En el acumulado de los primeros siete meses del año, las exportaciones disminuyeron 0,8% y las importaciones -14,6% con relación al periodo de enero a julio de 2014, dando por resultado una balanza comercial positiva de US$ 43.000 millones, por debajo de la previsión de US$ 53.000 millones.
Cabe señalar que parte de la baja en las importaciones provino del fuerte descenso del precio del petróleo observado a partir de la segunda mitad del año pasado. Medido en términos de volumen, las compras de crudo mantuvieron un nivel similar a las de 2014. Las importaciones de granos de soja aumentaron 17% en comparación al mes anterior, sumando un alza del 7% en lo que va del año. Por el lado de los precios, la oleaginosa ingresada fue valorizada en 19,7% por debajo de la referencia anterior. El sector exportador de acero, por otra parte, registró el más alto nivel de envíos desde inicios de 2015.