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Teniendo eso en mente, muchos emprendedores salen a innovar en el mercado, buscando cazar las oportunidades de negocios que se abren cuando los consumidores tienen necesidades insatisfechas. Pero ¿cuáles son los problemas típicos a los que se enfrentan?
¿Qué buscas?
Muchos emprendedores no llegan a ser empresarios, justamente porque se quedan en la primera etapa de una idea maravillosa que cuando es llevada a la práctica, no soporta los primeros vientos de crisis y muere antes de llegar a un punto de estabilidad.
Ciertamente, podrás ganar dinero con un negocio propio, pero también podrás perder lo que inviertas, además habrá meses buenos y meses malos por lo que sí solo te motiva ganar dinero, probablemente te desmotivarás rápidamente.
Si la razón por la que quieres abrir tu propio negocio radica en un deseo de independencia, ser tu propio jefe y no tener un horario estricto, necesitarás mucha autodisciplina y responsabilidad. No tendrás un solo jefe sino cientos, porque te debes a los clientes, tu horario no se reducirá a 8 horas al día, sino a muchas más, sin tener un salario establecido ni nadie que te asegure ingresos, pero asumiendo la obligación de los costos fijos y variables que el negocio requiera, los cuales no se reducen a la inversión de capital inicial, sino también al capital operativo durante el tiempo que sea necesario.
Generar tu propio salario mensual implica aceptar desafíos y riesgos cada día, por ello, si la estabilidad es importante para tu tranquilidad emocional, evalúa profundamente si podrás ser feliz con un negocio propio, porque el mundo de la economía es muy cambiante, se transforma diariamente en términos de demanda, distribución, logística, procesos y tecnología, nada está asegurado y absolutamente todo es variable.
El sistema económico no está estructurado con parámetros prefijados, por lo tanto la inestabilidad en que se desarrollan los negocios requiere de mucha disciplina por parte del emprendedor, pues si te refugias en tu zona de confort o temes introducir cambios permanentemente, debes saber que tu negocio se volverá obsoleto rápidamente.
Si el motivo por el cual no tienes trabajo es porque no duras en ninguna empresa y siempre es culpa de otro, o si en tu familia eres conocido como el maestro de las excusas, porque nunca terminas lo que inicias, entonces no abras un negocio. Lo mejor y lo peor que tiene un negocio es su dueño, independiente a quien sea el culpable cuando las cosas van mal, la responsabilidad es del dueño y de nadie más.
Puede ocurrir que el mercado cambie, que un empleado te robe, que un cliente no pague, o que un proveedor no cumpla, pero nada de eso importa, ya que el único responsable es el propietario del negocio, aquí no valen las excusas ni las explicaciones. Así que, te sugiero que te conozcas muy bien antes de iniciar el negocio, porque en el mismo no encontrarás manera de justificar ningún tipo de falta de responsabilidad de tu parte.
Los cambios y tu propia vida
Incluso negocios prósperos que están en el mercado hace 30 años hoy requieren cambios sustanciales para continuar siendo exitosos. Aquellos que se refugien en el “siempre se hizo así” o “así funciona bien, para qué cambiarlo” muy probablemente agonicen en silencio en el presente y mueran en un futuro cercano.
El dueño de un negocio tiene que tener la capacidad de dejar atrás lo conocido y enfrentarse a un nuevo desafío cada día, de lo contrario con sus decisiones (o con la falta de ellas) mata su propia empresa, por no haber cambiado de rumbo oportuna y adecuadamente.
Un empresario indeciso, incapaz de moverse hacia la acción está perdiendo el tiempo en lugar de liderar el rumbo y, mientras define hacia dónde va al viento, el resto del mercado siguió su camino y el quedó fuera. En el mundo de los negocios, demorarse en una decisión te puede hacer llegar fuera de tiempo y dejar tu oportunidad en la ruina.
Si eres una persona desorganizada, que declara abiertamente que la administración no es lo suyo y tienes el hábito de vivir en el desorden, esto indefectiblemente se trasladará a tus cuentas y, por ende, a tu negocio. Una de las causas de quiebre más comunes de una empresa es el área administrativa y financiera, ya que es usual encontrar negocios muy bien montados a nivel de producción y comercialización pero que, debido a una inadecuada conducción administrativa, son incapaces de lograr éxito y sustentabilidad.
Entonces, el negocio recibe un 100% el impacto de su dueño, su creador interfiere directamente en su salud y capacidad de instalarse, mantenerse y crecer; sin embargo, el negocio y el dueño no son siameses, son entes separados, resultando esencial para la vida de ambos mantener estructuras organizacionales distintas.
Mezclar la caja de la empresa con los gastos del dueño puede ser el peor hábito para la salud financiera del negocio. Se recomienda que el emprendedor reciba en todo caso un honorario mensual, siendo clave que pueda asumir todos los gastos propios de su familia con ese monto. No cargues gastos familiares al negocio, no mezcles la mercadería del negocio con el almacén de tu casa, mezclar las cuentas y gastos de la familia y la empresa pueden acarrear problemas graves a ambos.
Permanece atento a las cambiantes necesidades del mercado, realiza las modificaciones necesarias para que el negocio pueda profesionalizarse, sé capaz de reconocer tus fortalezas y debilidades para potenciar las primeras y para buscar ayuda con los espacios de crecimiento personal, complementa tu equipo de trabajo para asegurar que el negocio pueda ser próspero, busca relacionarte con personas que puedan desarrollar una lluvia de ideas y presentarte advertencias inteligentes antes de tomar decisiones, todo esto te ayudará a fortalecer tu emprendimiento y lograr que sea perdurable. Sigamos hablando de dinero, así aprendemos a manejarlo mejor.
Atento
Permanezca atento a las cambiantes necesidades del mercado, realiza las modificaciones necesarias para profesionalizar negocio.
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