Enciso advertía sobre una catástrofe en 2007

EL MÁXIMO NIVEL DEL EMBALSE NO ES PARA AFICIONADOS

El espectro de la catástrofe planea sobre Yacyretá

¿Es 82 u 83 metros el máximo nivel del lago de Yacyretá? La cuestión parece sencilla: alguien añade o quita un metro de agua, pero la respuesta es más compleja e inquietante. El ingeniero José Luis Enciso, con experiencia en Itaipú y en la Comisión Mixta del Río Paraná (Comip), advierte que ese “error”, sumado a otros factores, comporta inclusive el riesgo de la catástrofe en la hidroeléctrica y área de influencia.

–Comencemos con lo básico, el embalse o lago de la central hidroeléctrica Yacyretá debe tener un nivel máximo determinado por el Tratado. ¿Sostiene usted que hasta ese punto de la ley binacional se está violando?

–El nivel del embalse se determina por razones económicas, o sea para la venta de la energía y potencia contra el costo de la obra. En Yacyretá se determinó que el nivel óptimo es de 82 metros sobre el nivel del mar; es decir, es antieconómico ir más arriba o más abajo de 82 metros.

–Primer campanazo de alerta ingeniero. Todos, los administradores de Yacyretá y de los gobiernos de turno, repiten que el máximo nivel del lago es 83 metros. Alguien nos está robando un metro de agua en el embalse.

–Pero también se dice que eso rige mientras no esté construido Corpus y que debe volver a 82 metros. No obstante, parece que eso no se quiere cumplir.

–Esa versión tal vez esté escrita en algún documento; pero, le reitero, las autoridades de Yacyretá, también le escuché al presidente de la República en alguna ocasión, repiten “como loros” 83 metros...

–Es cierto, pero todas las notas, incluso una resolución del Consejo de Administración, Nº 280/88, dicen claramente lo que le estoy diciendo.

–Es una resolución del Consejo...

–Y es una política de operación. No se habla de un nivel 83, más bien el nivel va a estar entre 80 y 82,98. En ningún momento habla del nivel 83. Ahora se quiere usar eso como el nivel normal del embalse.

Nivel normal del embalse quiere decir que si yo tengo 82 (metros sobre el nivel del mar) y vienen 5.000 metros cúbicos (caudal afluente del río), queda en 82; si vienen 15.000 (metros cúbicos) queda en 82; si vienen 45.000 (metros cúbicos) queda en 82, hasta que vengan 75.000 metros cúbicos, que sucedería cada 5.000 años, no sube ese nivel, por eso se llama nivel normal del embalse.

Lo que proponía Yacyretá era tener un nivel que casi llegaba a 83 y baja con el aumento del caudal ese nivel en la presa, para que en Encarnación se quede (el río) un nivel constante de 83 metros. Por eso para un caudal de 61.000 metros cúbicos tiene que bajar hasta 80, para que allá (Encarnación) sea de 83 metros.

–En términos prácticos, ¿qué implica esa diferencia de un metro? ¿Tiene alguna repercusión económica, técnica o ambiental?

–Sin entrar a tocar el problema de las olas y del coronamiento...

–... Olas que pueden generarse en el embalse y coronamiento es la máxima altura de la represa.

–Exactamente. El nivel del embalse normal es 82 (metros), ya sabemos que la cota óptima es 82 (metros) y eso está en el memorándum S-5.

–¿De quién es el memorándum?

–De Harza-Lahmeyer (la consultora que preparó el proyecto y luego dirigió parte del proceso de construcción de la obra). El que hizo este memorándum es uno de los mejores ingenieros hidráulicos del mundo, su apellido es Zimermann, el que hizo todo el concepto de Yacyretá.

–Volvamos a la pregunta de las posibles secuelas de la elevación del nivel normal del embalse...

–A este nivel del embalse hay que darle un borde libre. La represa tiene que estar más arriba para que no salga el agua. Para calcular ese borde libre han considerado en 1973 vientos de 80 kilómetros por hora. Además, debe tenerse en cuenta que esas olas trepan el talud.

–Disculpe, ¿qué es un talud?

–Es esa pendiente que se observa en la parte exterior de un dique de tierra. Si es de hormigón, sería vertical. El de tierra tiene 3 a 1 el talud.

–¿Qué se entiende por tres a uno?

–Tres horizontal y uno vertical. Así se mide el talud, se da primero la distancia horizontal y después la vertical.

–Me decía que esa velocidad del viento puede generar olas de una determinada altura...

–Olas de 1,30 metros. Le decía que esa ola sube el talud, como si ahí tomara un impulso para cobrar altura. Por este fenómeno sube otro de 1,30 metros, y suma 2,60 metros. Agréguele lo que se llama marea de viento, otros 0,20 metros. O sea, en esas circunstancias especiales (tormenta) el agua del embalse subiría 2,80 metros y le deja 1,20 de altura de seguridad; 2,80 metros más 1,20 da cuatro metros, Entonces, 82 más cuatro es igual a 86 metros; el nivel máximo que tiene la presa es 86 metros, que es el nivel de la carretera, porque toda esta presa tiene una carretera arriba.

–Concluyo entonces que si el nivel máximo normal del embalse no es 82 metros, sino 83 metros; el peligro, la amenaza, está contenido en ese un metro de diferencia.

–Tiene que haber un metro más (la presa); pero en el año en que se hizo eso no se tenía el problema del calentamiento de la tierra, una de sus secuelas es que aumenta la velocidad de los vientos, luego tenemos vientos con una velocidad superior a 80 kilómetros por hora, puede llegar a 130 kilómetros inclusive.

–Por consiguiente, a mayor velocidad de viento corresponde una mayor altura de las olas en el embalse.

–Claro, la altura de la ola y el resguardo. Según estos cálculos, si la velocidad del viento es de 130 kilómetros, la revancha total sube a 5,70 metros.

–¿Qué significa revancha en este contexto?

–Reste el nivel del coronamiento (de la presa) del nivel del embalse. Antes era 86 menos 82, o sea cuatro metros. Sumemos 5,70 metros (dimensión de la “revancha”) a 82 metros (nivel del embalse según el Tratado) y concluiremos que el coronamiento de la presa debe estar a 87,70 metros.

–Hoy el coronamiento de la presa se encuentra a 86 metros. La diferencia es de 1,70 metros...

–Estamos considerando el embalse a 82, entonces, con 83 (nivel máximo del embalse) el coronamiento debería ser 88,70 metros.

–Prefiero bloquear la imaginación ingeniero. ¿Con sus cálculos me está diciendo que en las horas de tormentas, más la arbitraria añadidura de un metro al nivel normal del embalse, las olas sobrepasarían, incluso con una holgura de 2 metros con 70 centímetros, la altura de la actual represa?

–Al quedarse sin un borde libre, podemos decir que se plantea una situación de alto riesgo.

–Y si las aguas sobrepasan la represa, me refiero a sus extensos tramos de tierra...

–Cae la represa, tal como sucedió en Nueva Orleans...

–Con el huracán Katrina...

–Al sobrepasar las olas, la presa de tierra, obviamente, no puede resistir...

–Entonces, la cuestión no se limita al hecho de que un poco de agua del embalse de Yacyretá sobrepase el dique, sino que al producirse ese hecho el agua arrastre partes del mismo y se desate una catástrofe.

–Cae. En la parte de hormigón el fenómeno, seguramente, va a causar mucho daño a los equipos instalados del otro lado (transformadores, etc.), pero no va a caer.

–Esto, ingeniero, se parece a una profecía cuasi apocalíptica. (Prefirió el silencio y unos minutos de meditación. Luego volvió a la carga con sus demostraciones técnicas).

–Los documentos de Yacyretá hablan del coronamiento a 86 metros, pero están dudando si al llevar a 83 (metros del nivel normal del embalse) elevan un metro o no (la altura del dique). Dicen que como el nivel del embalse de Yacyretá va a estar poco tiempo en 83, porque cuando venga Corpus deben bajar el nivel del embalse a 82, entonces unos opinan que debe quedar en 86, otros, ante la duda, plantean elevar el dique a 87 metros, pero observando los documentos y las cifras no se elevó (la presa) hasta 87 metros, sigue en 86.

–¿Qué pasó, por qué los administradores de turno de la EBY dejaron de estudiar estos aspectos que usted señala?

–No sé. Creo que no podían tocar el proyecto.

–Sin embargo, lo hacen. El último intento fue transformar un vertedero en otra hidroeléctrica, me refiero al caso Aña Cua.

–Según mi experiencia en Itaipú, no podés tocar el proyecto de un consultor. En Itaipú no se le tocó el proyecto a IEC-ELC y las pocas cosas que pudieron haberse tocado siempre fue con la anuencia de ellos.

–Entonces, el núcleo del proyecto no puede tocarse sin la anuencia o la participación de sus autores.

–En Itaipú, por ejemplo, el nivel del embalse nunca se tocó. Se tocó el ancho de los contrafuertes de los hormigones, la altura de las compuertas del vertedero, etc., todo eso podía tocar, pero no el embalse, que no es una obra. El Tratado dice que se pueden tocar los valores de la obra, pero el nivel del embalse no, porque no puede considerarse como una obra.

–Además de esta entrevista, ingeniero, ¿se anima a sostener públicamente sus conclusiones, en una audiencia pública, por ejemplo?

–Yo creo que hay que hacer así. Además, en estas obras hay que traer a los consultores internacionales más grandes del mundo. Vienen una semana y no es mucho lo que cobran.

–¿Qué pasa si el agua derriba el dique de tierra?

–Y bueno... Si ya está construida Itá Corá, Itatí, también caerá, y la de Paraná medio, si también ya está. El agua se metería en Corrientes, Resistencia, la inundación llegaría hasta Buenos Aires.

–El daño sería impredecible.

–Recordemos que hay varias ciudades bajas en su camino posible.

–¿Se puede conjurar esa amenaza? ¿Hay soluciones posibles?

–La primera, rápida, es respetar la cota máxima que está en el Tratado: 82 metros, pero como las olas serán más grandes, lo ideal sería que esa cota no pase los 81 metros, 80,50 metros y podíamos mantener en Encarnación, 81,50 metros.

Insisto, incluso con 82 metros tendríamos problemas debido a la mayor velocidad de los vientos.

–¿Recomendaría que también eleven el nivel de coronamiento de la represa?

–Yo no recomiendo eso porque sería como un remiendo.

Cae

–¿Y si las aguas sobrepasan la represa, sus tramos de tierra?

–Cae la represa, tal como sucedió en Nueva Orleans...

rcasco@abc.com