Gatopardismo y exclusión política

“No es la pobreza en sí la causa de las revoluciones, sino el resentimiento y el hartazgo producido entre miles de pobres por causa de una elite, una minoría de ricos que los explota. Estos acaparan el poder, los recursos naturales y la riqueza nacional”. Bartomeu Meliá. 

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Hace poco, revisando los “archivos del terror” de Itaipú encontré unos documentos que en su momento me causaron indignación, hartazgo y desazón. Me acababan de aplicar, como consecuencia de un sumario administrativo, tres días de suspensión sin goce de sueldo. Era una advertencia que, según mis amigos de la Dirección Jurídica, serviría para dejar de escribir. El sumario fue abierto porque en este mismo diario, en este mismo espacio, había publicado un artículo titulado: “En Itaipú hace falta patriotas con autoridad moral”, el 5 de marzo del 2000. Era director general paraguayo de la entidad binacional el Ing. Miguel Luciano Jiménez. Antes de eso había publicado solo cinco artículos; después de eso, más de 300. 

¿Cuánto cuesta escribir un pensamiento como este? 

Pues mucho. Si yo pagase un espacio reservado en una página muy cotizada en el diario de mayor circulación de la República, estimo que estaría en torno de G. 30 a 40 millones por cada domingo. ¿Cuánto pierde institucionalmente un funcionario “rebelde” ante el entreguismo y la claudicación? En otras palabras, ¿Qué sufre un ingeniero de 50 Hertz que lucha por la transparencia, la verdad y el logro de la equidad en la Itaipú binacional? Hablaremos de eso al final.

Pasaron 17 años desde aquel escrito y sigo pensando de la misma manera; como suelo escribir: en Itaipú cambió algo para no cambiar nada. El gatopardismo en su la máxima expresión. Vayan algunos ejemplos: 

1. Las direcciones Técnica y Financiera siguen teniendo titularidad brasileña. 

2. La esclusa de navegación sigue minada de excusas. Y conste que está asentada en el Tratado, en el cual nuestros socios condóminos nos recuerdan permanentemente la frase “Pacta sunt servanda”. 

3. Seguimos, a pesar del Acuerdo Lugo-Lula y el Informe Jeffrey Sachs, cediendo hasta el último KWh de energía no utilizada por nuestro país, a precio de costo, sumado a una miserable “compensación” por cesión de energía. 

4. Itaipú binacional sigue copada, tanto en el Directorio Ejecutivo, en el Consejo de Administración, en el cuerpo de 200 cargos gerenciales y equivalentes y, en el propio funcionariado por representantes de un solo partido: la ANR. Es la exclusión política en su máxima expresión. Los cinco años de gobiernos durante la primavera democrática del 2008 al 2013 (Lugo y Franco) ¡jamás! emularon tamaño egoísmo político.

5. La subestación margen derecha (SEMD) sigue estando en territorio binacional, donde el director ejecutivo, y por lo tanto el que da la última palabra en términos operativos, sigue siendo brasileño. Nuestra subestación más importante, la que inyecta el 80% de la energía eléctrica al sistema paraguayo sigue bajo dominio de nuestros socios.

6. Los medidores principales de la “cesión” energética siguen estando en la margen izquierda, es decir en el Brasil.

7. A pesar de todo lo ampliado, de la repotenciación de los transformadores de salida, de la construcción de la línea de 500 KV y la subestación Villa Hayes durante los gobiernos de Lugo y Franco aún no podemos retirar más del 50 % de la energía paraguaya, la generador en 50 Hertz. Es decir de los 7.000 MW que nos corresponde en Itaipú, solo podemos aprovechar r aproximadamente 3.500 MW. 

8. La cogestión, uno de los puntos primordiales de los seis reclamados por nuestro país sigue siendo una utopía. Eso solo se modificará cuando las seis direcciones tengan igualdad de derechos y obligaciones, asentadas, Nota Reversal mediante, en el Tratado.

9. El equipo entreguista y claudicante que medra hace décadas en la binacional sigue campante, poderoso, ganando los salarios máximos y las prerrogativas de los mismos “barones” que construyeron las obras y hoy siguen copando las obras del Estado.

10. Jamás he visto en Itaipú a ningún expulsado de la entidad por causa de corrupción y negligencia. Para el “sistema” es más importante la fidelidad antes que la idoneidad. La abyección, más que la honestidad; y el comportamiento de cofradía antes que el espíritu libertario.

Sin embargo, a pesar de todo lo mencionado, debo reconocer un hecho: la satisfacción cosechada con estos escritos es infinitamente superior a cualquier dádiva salarial u otro beneficio personal. Hace cinco años me tienen en un congelador institucional. Grotescamente me han otorgado un nivel en seis años. Comparando con los ingenieros de 60 Hertz es una burla. ¿Cuál es mi pecado? Estos escritos. La ingeniería entreguista ha ideado un mecanismo para castigar a los enemigos del “sistema” llamado “evaluación de desempeño”. ¿Cómo podrán calificar a un empleado que disiente con las políticas institucionales y del Estado sobre la energía? Ahora entienden cuánto cuesta personalmente cada escrito. Multipliquen esas diferencias por cada mes y por cada año; suman mucho dinero. Tenerle engrillado a un escritorio, sin trabajo, reconocimiento y honra, a pesar de la antigüedad, los frutos institucionales, académicos, trabajos publicados, cargos ocupados, es la mejor manera de castigar a un “rebelde”.

¿Qué ganan los corruptos en Paraguay? 

Hace poco recibimos la visita de Julio Arbizu, ex procurador anti-corrupción del Perú, quien dijo en relación al crimen y castigo contra el Estado: “Nosotros recurrimos a varias estrategias, una en particular. Los robos son finalmente deudas de esos sujetos con el Estado y por extensión con todos los ciudadanos. Nosotros recurrimos al mismo procedimiento de los acreedores (bancos, financieras) cuando no pagan sus deudores. Fuimos al juez a pedir que embargue sus bienes. Y así nos fuimos y nos metimos a las casas de estos corruptos a sacarles sus bienes, a llevarlos a remate para pagar parte de la reparación civil. Con esos remates no alcanzamos las deudas millonarias que tenían, pero lo que conseguimos es que al día siguiente del primer embargo ya teníamos de 25 a 30 personas haciendo cola para pagarle al Estado”.

Los corruptos coparon el Estado durante décadas, monopolizaron el poder y la torta principal, el Presupuesto de Gastos de la Nación. Una torta superior a los de US$ 12.000 millones que fagocita una clientela política antigua, amparada por los sindicatos del Estado y compartida entre representantes de los poderes de facto como las empresas vialeras, los industriales paniaguados y los eternos operadores del “sistema”.

Después de estas expresiones ¿qué más podemos decir? Solo nos falta elegir a congresistas probos, de buena formación, de buena estatura moral y con suficiente coraje para desaforar a los narco-congresistas, enjuiciar a jueces venales y mandar a la cárcel a ministros y administradores corruptos. 

No se olvide que durante las elecciones internas y generales usted es el soberano. En el cuarto oscuro podrá ejercer su poder máximo, el voto. Solo estará usted y Dios, mirándolo desde arriba. Sus hijos y nietos sufrirán o renacerán con su elección. No lo desperdicie en “correligionarios escombros”, sino en aquellos que le dan una esperanza verdadera de renovación azul o colorada.

Mísera

Seguimos cediendo hasta el último KWh de energía no utilizada por nuestro país, a precio de costo, sumado a una mísera compensación por cesión de energía.

(*) Exsuperintendente de Energías Renovables de Itaipú. Asesor de la Comisión de Energía de la Cámara de Senadores. Vicepresidente de la Sociedad de Ingenieros Liberales del Paraguay (SILP).

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