Gobernar Asunción y Central: tarea compleja, necesaria y con oportunidades

En términos económicos, tanto Asunción como las demás ciudades del departamento Central concentran la mayor cantidad de unidades productivas, siendo además la capital del país la sede del Gobierno nacional y por lo tanto una gran generadora de empleos. Asunción terminó por concentrar una parte notable de la población y del estímulo económico del país. No obstante, la dinámica urbana de Asunción y de Central representa a una seria problemática de gestión del crecimiento demográfico y económico, y a la vez un conjunto de oportunidades de corrección de limitaciones y disfuncionalidades territoriales.

Cargando...

Se puede afirmar que la llegada de los españoles a la bahía de los carios y el establecimiento o fundación del fuerte de la Asunción en 1537 fue coyuntural y constituía solamente un punto de aprovisionamiento de alimentos rumbo al Alto Perú en búsqueda del oro y plata, es decir, no representaba un espacio de relevancia para los proyectos de los conquistadores. 

Casi 500 años después, la ciudad de Asunción y sobre todo su zona metropolitana parecen mantener el patrón histórico de no representar un espacio de relevancia o, al menos, eso se concluye al analizar la forma en la cual estas ciudades son administradas y (des) gobernadas. En efecto, los muy bajos niveles actuales de gestión urbana, de políticas inmobiliarias/habitacionales, de sistemas de transporte y sobre todo de provisión de servicios públicos, refuerzan la idea de la precariedad de la gestión de la ciudad de Asunción, que en las últimas décadas se extendió a toda la zona metropolitana. 

La ciudad de Asunción se ha beneficiado directamente del periodo de crecimiento estructural de la economía paraguaya, atrayendo población, generando nuevos empleos, incrementando los ingresos y, como cierre del circuito económico, ofreciendo nuevas oportunidades al consumo, lo que a su vez incentiva la creación de empresas proveedoras de bienes y servicios.

Evolución de la población por edades

La evolución de la población por grupos de edad en el departamento Central, principalmente la etaria joven, muestra un importante crecimiento desde el año 1982 hasta el 2012. En el 82, había 333.000 personas entre 0 y 29 años, mismo grupo que se convierte en la franja productiva unos 30 años después, llegando a más de 1.160.000 personas.

Los últimos datos del Censo Nacional de Población y Viviendas muestran que la mayor población en Central se concentra en las edades de 30 a 59 años, con más de 632.000 ciudadanos. Mientras que la de menor peso agrupa a las personas con 60 años y más y que ascienden a unas 140.000 personas. 

La Población Económicamente Activa en el departamento Central es del 53.4% de su población total, es decir, 990.700 personas, frente al 55,7% de la ciudad de Asunción, aproximadamente 295.000 individuos. 

Si se observan los datos por sectores económicos, el primario, que abarca a la agricultura, ganadería, caza y pesca, como era de esperarse, emplea a poca cantidad de personas, al 2,6% de la población. 

En tanto que las actividades de mayor empleabilidad, con el 69% de mano de obra generada, son el terciario, que agrupa a los sectores de electricidad, gas y agua, comercio, restaurantes y hoteles, transporte, almacenamiento y comunicaciones, finanzas, seguros, inmuebles, servicios comunales, sociales y personales; seguido por el sector secundario, con el 24%, y que abarca las industrias manufactureras, construcción, minas y canteras. 

En Asunción, la fuerza económica está distribuida en similares condiciones. El 1,3% de la población dedicada al sector primario, lo que puede inclusive sorprender para una zona eminentemente urbana. El 80% corresponde al sector de comercio y servicios, mientras que el 15,2% restante es industrial. 

Nivel educativo y el requerimiento del mercado 

Las actividades industriales demandan generalmente de conocimientos más técnicos a diferencia de las vinculadas a los servicios y comercios, que requieren de aplicaciones terciarias. En este sentido, el nivel educativo en Central se ha destacado por una marcada evolución, aunque también se enfrenta a importantes desafíos. 

Las ofertas laborales actuales exigen una mayor preparación en cuanto a conocimiento técnico y científico, presionando a la población en edad de trabajar a acceder a mayores y mejores niveles de capacitación. Aunque la gran mayoría de los empleos no exigen destrezas muy sofisticadas, igual se observan serias deficiencias en el desempeño profesional.

Asunción y Central: territorios (des)gobernados 

La urgencia de acciones e intervenciones concretas en las zonas urbanas estudiadas no han sido encaradas de forma oportuna ni sistemática. El ejemplo mayor que ilustra la muy pobre capacidad de gestión es la construcción del metrobús en Asunción, Fernando de la Mora y parte de San Lorenzo, obra emblemática para una parte importante del departamento Central y Asunción, pero que, por increíble que parezca, la Municipalidad de San Lorenzo decidió no beneficiarse de esta obra que se le ofrecía de forma gratuita.

En este caso, las autoridades municipales de la ciudad universitaria no solo han sido ineficientes, sino también sumamente perjudiciales para sus habitantes y para los capiateños, iteños e itaugüeños. Además, el hecho de que el liderazgo del proyecto del metrobús sea del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) indica claramente la escasa capacidad de las instancias municipales para gestionar una obra de esta envergadura, todo esto, a casi 30 años de experiencia municipal en el periodo democrático.

Guiadas por la inercia

En el mismo sentido, han sido muy escasas las iniciativas de la Gobernación del Departamento Central y de las municipalidades de la zona metropolitana, las que han podido responder a las demandas de los habitantes. Por esta razón, la configuración territorial y económica de esta región ha sido guiada por la inercia, es decir, por el conjunto de decisiones individuales de los actores privados, sin que existan lineamientos, proyectos e iniciativas que hayan por lo menos guiado o contenido el crecimiento económico y demográfico. 

La arquitectura institucional de la gestión territorial sea esta departamental o municipal representa hoy una grave limitante al desarrollo sostenible, sobre todo, atendiendo que el poder político-administrativo de la gobernación y de las municipalidades no es capaz de ofrecer soluciones concretas, fáciles, rápidas ni baratas a los ciudadanos.

La creación de esta burocracia gigante, ineficiente y no pocas veces corrupta, no ha sido la mejor respuesta del Estado a una demanda ciudadana por disponer de ciudades seguras, sostenibles ni con oportunidades. 

Los resultados del desgobierno en todas sus escalas institucionales, nacional, departamental y municipal, termina por generar costos innecesarios e indeseados, que en economía adquieren la denominación de externalidades negativas. 

Por tanto, es necesario remarcar que la evolución del departamento Central ha sido posible únicamente mediante las fuerzas económicas privadas, las que han logrado configurar el territorio que no siempre asegura el crecimiento coherente y sostenible de la economía del departamento y menos aún, esta expansión inercial no da la seguridad de un crecimiento ordenado y planificado. Y es en este punto donde se replantean los problemas y desafíos, justo en momentos en que asumen nuevas autoridades regionales.

En este sentido, la Secretaría Técnica de Planificación (STP) no ha cumplido su rol de adelantarse, prever y guiar el desarrollo del territorio, como resultado de una erosión prolongada de su equipo técnico y de su baja capacidad de incidencia dentro del equipo económico. 

En el caso de Central no se ha dado un proceso de reflexión estratégica en torno al departamento, es decir, no se piensa con qué recursos se cuenta, cómo administrarlos, qué factores o temas trabajarlos, por lo que al igual que en los demás departamentos, la gestión del desarrollo se ve muy poco implementado por las políticas públicas, que siguen siendo centralistas y desvinculadas de las demandas concretas de la población. 

Por lo tanto, como resultado de varias décadas de ocupación del espacio de forma desorganizada, sin prever el crecimiento demográfico ni las nuevas demandas de infraestructura, Paraguay cuenta con ciudades que funcionan mal, sobre todo sus ciudades más pobladas. 

La próxima llegada de nuevas autoridades a la Gobernación de Central no parece muy auspiciosa ni esperanzadora. En efecto, no se comunicaron los proyectos ni las visiones sobre el departamento, ni las estrategias a ser encaradas para dar respuesta al conjunto de demandas de infraestructura y de gestión del departamento.

Extrema gravedad de los problemas

A pesar del marco poco auspicioso debido a la extrema gravedad de los problemas de Asunción y de su zona metropolitana, existen opciones de mejoramiento económico y de optimización de su sistema de transporte, así como de la instalación de infraestructura urbana básica, como el tratamiento de aguas grises. 

Si más arriba se hacía referencia a una suerte de exceso de población, al menos con relación a la infraestructura urbana disponible, se presentan varias opciones de desarrollo del sector inmobiliario y residencial que puede responder de forma satisfactoria a varias demandas. 

La alta demanda de viviendas, sobre todo para el segmento de la clase media y la media-alta, puede leerse como una oportunidad para el desarrollo de la cadena de la construcción que generaría soluciones habitacionales, combinada con la creación de empleo, incrementando la demanda de una diversa gama de insumos y materiales, favoreciendo a diversos sectores industriales y comerciales, así como al sector financiero. 

En términos concretos, la generación de una oferta de viviendas puede generar negocios de gran envergadura que incorporen a varios sectores económicos y que tendrán un retorno muy positivo para la economía en su conjunto, además de responder a una alta demanda de residencias. El nivel de éxito de estas y otras iniciativas dependerá necesariamente del diseño de una oferta adaptada a la demanda (clase media) en términos de costos, sistemas de financiamiento, cantidad de habitaciones, y demás aspectos técnicos y culturales para tender hacia un crecimiento vertical, es decir en edificios de altura. 

Todo el departamento Central tiene la potencialidad de generar nuevas ofertas de viviendas, pero bajo un nuevo esquema: no ya necesaria o solamente el lote de 12 x 30 metros, con patio y jardín, sino sobre todo edificaciones en altura que favorezcan la densificación y la concentración de servicios y demás infraestructuras urbanas. Cuando las ciudades crecen horizontalmente y no hacia arriba se requiere de más transporte y los costos por ciudadano terminan siendo más altos. Ante esto, el nivel de tenencia de vehículos en Asunción per cápita es uno de los más altos de la región porque el Estado o las gobernaciones y municipios han gestionado de forma deficiente el transporte público. 

Finalmente, las nuevas autoridades de la Gobernación de Central tendrán el gran desafío de conocer y comprender las diversas dinámicas del territorio a su cargo para a partir de ello, identificar las intervenciones a realizar, para ordenar u organizar el funcionamiento del departamento.

La aglomeración asuncena cuenta con 2,3 millones de habitantes, concentrando la mayor dotación de servicios públicos y de oportunidades para la población. Central y Asunción han crecido a ritmos muy diferentes en los últimos 40 años, donde Central creció sostenidamente y Asunción lo hizo en forma muy tímida.

El crecimiento inercial del área metropolitana de Asunción no se preparó ni planificó, con el agravante de su lenta expansión, pero sostenida. La problemática de gestión del espacio se fue acumulando, llegando a niveles intolerables en cuanto al funcionamiento, con el tránsito de muestra.

Las autoridades municipales ni regionales –es decir la Gobernación de Central– no han mostrado capacidad de reacción, gestión, planificación y menos de anticipación a la serie de problemas específicos y desafíos que presentan la capital del país y su área metropolitana.

Gestión

Bajos niveles de gestión urbana, inmobiliaria y habitacional, transporte y provisión de servicios públicos refuerzan la idea de la precariedad de gestión de Asunción.

Empleos

Asunción se benefició directamente del periodo de crecimiento estructural de la economía paraguaya, atrayendo población y generando empleos.

Censo

Últimos datos del Censo Nacional de Población y Viviendas muestran que la mayor población en Central se concentra en edades de 30 a 59, con 632.000 ciudadanos.

53,4%

La Población Económicamente Activa en Central es del 53,4% de su población total, unas 990.700 personas, frente al 55,7% de Asunción, 295.000.

Evolución

El nivel educativo en el departamento Central se ha destacado por una marcada evolución, aunque también se enfrenta importantes desafíos.

Inacción

Urgencia de acciones e intervenciones concretas en zonas urbanas de Asunción y área metropolitana no fueron encaradas en forma oportuna ni sistemática.

Vehículos

Nivel de tenencia de vehículos en Asunción per cápita es uno de los más altos de la región, porque no se gestionó de forma eficiente el transporte público.

 

Enlance copiado
Content ...
Cargando...Cargando ...