La necesidad de respetar las políticas salariales que reduzcan la inequidad

Mientras las autoridades del país continúen tomando decisiones con fines políticos, en detrimento de la economía, como los aumentos aprobados en el Presupuesto de General de la Nación (PGN) para el 2018, no solo continuará la brecha salarial entre sectores público y privado, sino además, se acentuará aún más. Las estadísticas oficiales indican que el empleado privado gana en promedio unos G. 2.300.000 al mes, mientras el público recibe una remuneración de más de G. 4.500.000. Las variaciones en el primer caso están sujetas a la inflación, mientras que en el segundo, según observamos, a decisiones políticas.

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En la última Encuesta Continua de Empleo (ECE) realizado en Asunción y Áreas del Departamento Central, cuya Población Económicamente Activa (PEA) representa a cerca del 40% de la PEA Nacional y un poco más del 60% de la PEA Urbana, los datos, detrás de los mismos, revelaron informaciones trascendentales.

En el suplemento anterior, la descripción se centró en los niveles de desempleo en Paraguay. En este sentido, los números de la Encuesta Permanente de Hogares del 2016 (EPH), revelaron que 202.874 personas se encuentran dentro de la denominada Población Desocupada.

Las más de 200.000 personas desempleadas, representan 6% de la Población Económicamente Activa que suministran mano de obra para la producción de bienes y servicios económicos o que están disponibles y hacen gestiones para incorporarse a dicha producción y que totalizan 3.382.113 personas, representando el 62,6% de la Población en Edad de Trabajar (PET), unos 5.399.000 ciudadanos. 

Mientras que los últimos datos de la Encuesta Continua de Empleo contabilizó a alrededor de 111.000 personas de Asunción y Áreas Urbanas del Departamento Central en condición de desocupadas, es decir, no trabajaron ni una hora en el período de referencia y buscaron trabajo de manera activa. El número representa al 8,9% de la Población Económicamente Activa. 

Y siguiendo con la temática de descripción y análisis de la actividad laboral en Paraguay, en esta entrega se presentan, entre otras cosas, un ranking de las categorías ocupacionales que más ganan, es decir, si los empleados están dentro del sector público, privado e independiente y el sector económico en el que se desenvuelven. Además, se describen los niveles salariales en función a los años de estudio de los trabajadores.

Al observar la evolución del salario mensual promedio por empleado se destaca que el empleado/obrero público gana en promedio G. 4.593.000, en comparación a lo que percibe uno del sector privado que se ubica en torno a G. 2.308.400, es decir, el salario promedio del trabajador del sector público es el doble del promedio del empleado privado. Mientras que un trabajador por cuenta propia/empleador se genera en concepto de salario en promedio, G. 2.727.000.

Esta importante desigualdad salarial entre empleados públicos y privados, se acentuaría, principalmente, en años preelectorales, donde los sindicatos de las entidades públicas aprovechan las necesidades de los políticos para captar votos y presionan por incrementos salariales, pasando por alto si el Estado cuenta o no con los recursos para hacer frente al nuevo compromiso, que a diferencia de otros gastos públicos, las remuneraciones al personal son rígidas, es decir, son estables a lo largo del tiempo y no pueden sufrir modificaciones a la baja.

En este sentido, el último aumento importante ocurrió en el 2012 cuando los gastos salariales se incrementaron en 38%, generando una situación de déficit fiscal que continúa hasta la actualidad. Se estima que esta suba le sigue costando al Estado aproximadamente US$ 800 millones al año, alrededor de 2,7% del Producto Interno Bruto (PIB). Para frenar este tipo de prácticas, fue aprobada años atrás, la Ley de Responsabilidad Fiscal, en la cual se estipula que los incrementos salariales pueden darse únicamente en igual porcentaje al salario mínimo.

Mientras que en el sector privado, el reajuste del salario básico se debe analizar en junio de cada año, debiendo, la autoridad administrativa del trabajo remitir al Poder Ejecutivo, antes del 30 de junio de cada año, la propuesta de reajuste del salario mínimo. El mecanismo permite incorporar subas salariales graduales en el sector privado, que se ajustan a los niveles de inflación del año. Esto contribuye a mantener el nivel de ingreso y que la inflación no vaya erosionando el poder de compra de los hogares.

El componente de la fuerza laboral 

De las 1.055.339 ocupadas con ingresos mayores a cero en la ECE, el sector económico que más emplea sería el de servicios comunales, sociales y personales (35.7%), seguido del comercio, restaurante y hoteles (27.0%) y las minas, canteras e industrias maquiladoras (12,8%). 

Los otros rubros con menores niveles de empleo, son las empresas que brindan servicios financieros, de seguros e inmuebles (10,5%), así como el de la construcción, empleando al 8% de las personas encuestadas. Mientras que las firmas dedicadas al transporte y comunicaciones, además de las de electricidad, gas y agua como de agricultura, ganadería, caza y pesca, dan trabajo al 5,1%, 0,6% y 0,3% de la población ocupada, respectivamente.

Y si de los mencionados sectores económicos se observan los salarios mensuales en promedio que perciben los trabajadores, las mayores remuneraciones otorgan las empresas de electricidad, gas y agua, donde las personas empleadas estarían recibiendo en concepto de salarios más de G. 16.200.000, detrás se ubica el sueldo pagado a los empleados en la agricultura, ganadería, caza y pesca con más de G. 5.600.000 y luego, el de transporte y comunicaciones con un salario en promedio de G. 3.200.000. Es importante remarcar que estos son los promedios de ingresos, tanto de empleados como de empleadores, donde estos últimos son quienes presionan el promedio para arriba en los sectores de agricultura y transporte. 

Mientras que en los demás sectores económicos como de finanzas, industrias manufactureras, construcción, comercio y otros, las remuneraciones oscilan entre G. 2.200.000 y G. 2.900.000.

¿Existen diferencias entre los salarios pagados a los empleados del sector público y privado? 

Cuando la descripción de los datos recabados por la Encuesta Continua de Empleo se centra en las remuneraciones otorgadas a los empleados de los sectores público y privado, se observa una importante diferencia en el monto que perciben los trabajadores en varios sectores económicos. La mayor diferencia se encuentra entre los empleados u obreros en el rubro de electricidad, gas y agua, donde los datos de la encuesta señalan que los trabajadores del sector público tienen un salario mensual promedio cercano a los G. 20.000.000 frente a los cerca de G. 2.000.000 que perciben los del sector privado.

En tanto que en las empresas de minas, canteras e industrias manufactureras, la diferencia salarial que perciben los empleados públicos y privados es menor. Mientras que el público tiene un ingreso aproximado de G. 2.700.000, el trabajador del sector privado tiene uno de G. 2.189.000 en promedio. En tanto que el ingreso del empleador o patrón en promedio es de más de G. 9.300.000 y el de cuentapropista, se genera un sueldo de G. 1.665.000.

Los datos de la Encuesta Continua de Empleo muestran que el salario mensual promedio del empleado público en el rubro del transporte y comunicaciones está por encima de G. 4.779.000 cuando el trabajador que presta sus servicios en el sector privado recibe una remuneración muy por debajo de alrededor de G. 2.580.000. Aquí la diferencia es menos del doble y el promedio público es 85% superior al privado.

Si se trata del empleador o patrón, el ingreso trepa a más de G. 16.400.000 y del trabajador por cuenta propia se ubica en torno a los G. 3.000.000.

La diferencia salarial también puede notarse en el sector económico de servicios comunales, sociales y personales, donde los empleados u obreros del sector público perciben en promedio un salario mensual de más de G. 4.100.000, monto superior incluso al que recibe un empleador o patrón, así como de un empleado u obrero del sector privado por debajo de G. 3.000.000.

Si bien los altos niveles de ingresos mensuales registrados en el sector de electricidad aumentan la brecha, omitiendo este sector de los cálculos, la diferencia entre trabajadores públicos y privados se reduce, pero sigue siendo importante. Descartando al sector de electricidad, la remuneración promedio de los empleados públicos es de G. 4.140.000 comparado con G. 2.300.000 en el sector privado, una diferencia del 79%. 

Influencia de los años de instrucción en los niveles de salario 

De acuerdo con los datos recabados por la Encuesta Continua de Empleo, los años de instrucción, es decir, de estudios que tenga una persona empleada, incidirían en el salario que perciben. El 34% de las personas ocupadas no completaron 12 años de estudios, es decir, no habrían completado la secundaria. Este grupo tiene ingresos entre G. 900.000 hasta un poco más de G. 2.000.000 o un salario mínimo legal. El nivel de ingreso sería el piso para aquellas personas que hayan terminado la secundaria con 12 años de estudios o más. El 26% de las ocupadas habrían completado por lo menos la secundaria y el 39% de la población cursado estudios terciarios, mientras que el 5,6% los habría completado. Los empleados con grado académico universitario estarían en el extremo superior de la distribución de ingresos promedios con un salario mensual de más de G. 7.000.000.

Por tanto, se observan dos presiones sobre la diferencia en ingresos mensuales. Primero, la brecha entre los tipos de trabajadores donde se destacan diferencias entre los empleados públicos y privados. Segundo, los años de educación, también incidirían en los niveles de ingresos.

En consecuencia, ir reduciendo la inequidad existente dentro de la estructura salarial entre los trabajadores del país, merece ser centro de análisis, apuntando a una política de equidad salarial, es decir, que las remuneraciones, tanto del sector público como privado, terminen reflejando la capacidad y el aporte de los empleados, que muchas veces se ven afectados por los niveles de instrucción que poseen.

En Paraguay, las normativas existentes como la Ley de Responsabilidad Fiscal creada para la contención salarial en el Estado y el cálculo anual del reajuste del salario mínimo para los trabajadores privados, intentan frenar la importante diferencia entre ambos grupos, pero hasta ahora, al menos, desde el sector público, el cumplimiento está siendo todo un desafío. Esto considerando los últimos hechos durante el tratamiento del proyecto de Presupuesto General de la Nación 2018, donde se han aprobado varios aumentos salariales, por encima de lo que dispone la regla fiscal y que además de poner en aprietos a las cuentas fiscales, solo agravará la brecha salarial en el país.

* Esta importante desigualdad salarial entre empleados públicos y privados se acentuaría, principalmente, en años preelectorales, donde los sindicatos de las entidades públicas de varios rubros aprovechan las necesidades de los políticos para captar votos y presionan por incrementos salariales.

*  A diferencia de otros gastos públicos, las remuneraciones al personal son rígidas, es decir, son estables a lo largo del tiempo y no pueden sufrir modificaciones a la baja, lo que puede ser un gran problema pues no se ha visto la capacidad real de pago del Estado.

* La Ley de Responsabilidad Fiscal, aprobada por el Gobierno actual, estipula que los incrementos salariales en el sector público pueden darse únicamente en igual porcentaje al salario mínimo, es decir, a los aumentos del sector privado. Pero la ley de referencia está siendo pisoteada por este mismo Gobierno.

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