Paraguay: el gran paso de ser pocos, pobres, rurales y aislados a ser muchos, ricos, urbanos e integrados

Para entender el proceso de transformación que ha tenido la población a nivel socio-económico es necesario partir de la premisa de cuando en Paraguay los habitantes eran pocos, pobres, rurales y aislados. La industria era una actividad nula en Paraguay. El aislamiento también era una de las características de ese Paraguay del pasado, donde la conexión a los mercados era débil e intermitente. El proceso de transformación de nuestro país experimentó un conjunto de rupturas tanto demográficas, económicas, sociales y de infraestructura.

Cargando...

Si se mira la estructura demográfica del país, antes del año 1982, la población era poca, con menos de 4 millones de habitantes, además desajustada, especialmente por los grupos de edades, donde los niños representaban un alto porcentaje de la población y se ubicaban fuera del circuito productivo del país.

Mientras que la estructura económica se desarrollaba desde un perfil productivo, el cual se centraba en la agricultura de subsistencia que consistía en el cultivo de algodón, rentable años anteriores. Además, se mostraba una incipiente agricultura tecnificada con impactos más bien locales y no tanto nacionales, que no permitían expandir los impactos positivos de la actividad a todo el país.

La industria era una actividad nula en Paraguay, escenario muy diferente a lo que experimentaban sus vecinos, Brasil y Argentina, que apostaban por proyectos más modernos, industriales. Considerando esta situación, se contaba con un mercado interno extremadamente pequeño, así como una población sin capacidad de compra, las actividades como el comercio y los servicios, eran también muy limitados y reducidos.

La distribución espacial de Paraguay era mayormente rural, tal como se mencionaba, por lo que el acceso a los servicios básicos y bienes diversificados no existían. Ante esto, solo la ciudad de Asunción era el área urbana que generaba atracción porque iba conquistando y podía cubrir las necesidades básicas que demandaba la población.

El aislamiento también era una de las características de ese Paraguay del pasado, donde la conexión a los mercados era débil e intermitente, por consiguiente, casi sin información del resto del mundo.

La inexistencia o baja calidad de la infraestructura agravaba la brecha de los ritmos mundiales de consumo, de gustos, de tendencias y sobre todo de aspiraciones.

El camino hacia la transformación 

El proceso de transformación de Paraguay experimentó un conjunto de rupturas tanto demográficas, económicas, sociales y de infraestructura.

Pasar de un país donde eran pocos, pobres, rurales y aislados a ser una nación de muchos, ricos, urbanos e integrados, significó el quiebre de varios esquemas, además se adoptaron otras y donde el crecimiento así como el desarrollo llegaron más rápidamente en algunas zonas que en otras.

La transición demográfica de una población mayoritariamente urbana y ya no rural, representó el inicio de una nueva etapa en Paraguay. Este cambio, producto de una serie de factores tales como una mayor dinamización de la producción agrícola y ganadera, la intensificación de las cadenas productivas, así como la irrupción del sector de la construcción, el surgimiento del sector comercial y de servicios, las inversiones en diversos sectores y otras actividades, incidieron directamente en la generación de empleo y en el incremento de los ingresos.

Datos del producto interno bruto por habitante revelan un crecimiento a lo largo de los años. En el 2002, el PIB per cápita mensual era de alrededor de US$ 96, una década después, aumentó a US$ 318 y hasta el 2017, el número se ubicó en US$ 357 por habitante.

En el mismo sentido es importante mencionar que la expansión de la economía paraguaya está determinada en gran medida por el desempeño del sector agrícola, ya que es el de mayor producción en términos de volumen, relevado como unidad de medida de la economía de los países y cuya variación recoge el Producto Interno Bruto.

En la actualidad, la agricultura paraguaya produce alrededor de 15 millones de toneladas (9 millones de soja, 4 millones de maíz, 1 millón de trigo y otro millón de los demás rubros). Sin embargo, todas estas estadísticas promedio están ligadas una alta volatilidad, debido principalmente a condiciones climáticas, especialmente relacionadas a las precipitaciones y que terminan incidiendo en el comportamiento del Producto Interno Bruto.

En ese sentido, el 2012 fue un año de sequía, por consiguiente la economía cayó 1,2% y donde el PIB Agrícola registró una baja de 19,8% frente al PIB no Agrícola (servicios, comercios, finanzas, etc.) que creció 4,9%, mientras que el 2013, la economía experimentó una recuperación importante creciendo 14%, siendo el peso del PIB Agrícola del 41,2% y el del no Agrícola de 7,2%.

En los años 2014 y 2015, la expansión del Producto Interno Bruto se situó en 4,7% y 3%, respectivamente, en tanto que en el 2016, la evolución del PIB fue de 4%. El PIB Agrícola en esos años fue de 4,7%, 5,2% y 3,1%, frente al no Agrícola que fue de 4,7%, 2,2% y 4,2% en los años 2014, 2015 y 2016.

En los mencionados períodos se observa que las actividades no vinculadas a la agricultura terminaron compensando de cierta manera la caída del sector agrícola, lo que demuestra el auge que están teniendo estas actividades en el país y por ende, en la generación de las ofertas laborales y en los ingresos de las personas y las familias.

Ahora, al considerar la evolución de los diferentes grupos de ingresos, de 1.729.864 hogares en Paraguay, según datos de la Encuesta Permanente de Hogares, alrededor de 978.000 y que representa al 56% de las familias, tiene ingresos de G. 724.000 a G. 3.623.000, ubicándose dentro de lo que se denomina clase media.

En tanto que unos 494.650 hogares y que totalizan el 29% de los registrados en el país, generan recursos entre G. 289.000 a G. 724.000 y encuentran dentro del grupo en situación de vulnerabilidad, es decir, con altas posibilidades de que una baja en sus ingresos, les haga empuje a la pobreza.

En tanto que 132.562 hogares y que representa un porcentaje menor del 8% tienen ingresos menores a G. 289.000, situándolos dentro del grupo denominado pobre. Y en el otro extremo, se ubican los hogares con ingresos mayores, que totalizan 124.581 familias, cuyos ingresos superan los G. 3.623.000.

Los datos expuestos muestran un importante crecimiento en los hogares de clase media solamente en los últimos 10 años. En este grupo están incluidas las familias cuyos ingresos van de US$ 10 a US$ 50. En el 2006, el 38% de los hogares paraguayos ya se encontraba dentro de la clase media, en el 2011, el 48% y en el 2016, el 57% de las familias estaban dentro de la mencionada estructura socio-económica.

Mientras que el porcentaje de los hogares pobres como vulnerables viene cayendo, tal como revelan los números en el 2006, cuando el 22% y 37% eran familias que estaban dentro de la estructura considerada pobre y una década después, es decir, en el 2016, el porcentaje queda en 8% y 29%.

El comportamiento socioeconómico de la población es consistente con la evolución de los últimos años en los indicadores de empleo y pobreza en Paraguay.

El período de altos precios de los commodities entre el 2010 y el 2014 contribuyó en forma importante para elevar los niveles de ingresos en muchos hogares en Paraguay, así como el surgimiento de otras actividades más acordes a la demanda de una población en transformación y cuyos ingresos le dan están dando esa posibilidad.

El cambio de paradigma en constante proceso 

En definitiva, la estructura demográfica experimentó un crecimiento, donde jóvenes en edad de trabajar y de consumir son quienes terminan ganando un alto porcentaje de esta evolución. Los cambios culturales y sociales también acompañaron el proceso de transformación socioeconómico de Paraguay como el individualismo, la emancipación, una ascensión social que permitió combinar el estudio y el trabajo, el ahorro, la inversión y la proyección.

Las nuevas oportunidades se tradujeron a que las Necesidades Básicas puedan ser satisfechas para una gran mayoría: se come bien, se duerme bien, se visten bien, y se generan demandas distintas. El crecimiento de la economía, sumado a la diversificación de la misma en los servicios y comercios, incidió en la generación de nuevos empleos, así como inyectando dinamismo al nivel de consumo.

Los cambios mencionados también despertaron un nuevo modelo de ciudad, las conocidas como Ciudades Intermedias o Emergentes con una plataforma de acceso a bienes y servicios, que ya no se limitaban solo a Asunción, es decir, las personas ya no debían necesariamente trasladarse hasta la capital para acceder a los servicios, sino que ahora los podían encontrar en sus propias comunidades. De una sociedad rural pre capitalista, que casi no necesitaba de dinero se termina convirtiendo en una sociedad que descubre el consumo y por ende, se convierte en una más monetarizada.

Tras hacer un recorrido por el proceso del nuevo perfil del paraguayo se puede deducir que estas transformaciones crearon varios tipos de paraguayos como una nueva clase media; pobres, pero consumidores; así como nuevas burguesías locales.

Por lo tanto, es necesario comprender estas transformaciones y elaborar estrategias en función a las mismas que partan desde el sector público para mejorar la eficiencia de las políticas públicas y reducir las asimetrías y desde el sector privado, para expandirse, intensificar sus ventas y desarrollar nuevos productos que respondan a los requerimientos del paraguayo actual.

* La estructura económica tenía un perfil productivo que se centraba en la agricultura de subsistencia con base en el cultivo de algodón. Además, había una incipiente agricultura tecnificada con impactos más bien locales y no tanto nacionales, cuyos impactos positivos no se podían expandir a todo el país.

* La distribución espacial era mayormente rural, por lo que el acceso a los servicios básicos y bienes diversificados no existían. Ante esto, solo Asunción era el área urbana que generaba atracción, pues podía cubrir las necesidades básicas que demandaba la población.

* El cambio se dio por una serie de factores como mayor dinamización de la producción agrícola y ganadera, intensificación de las cadenas productivas, así como la irrupción del sector de la construcción, el surgimiento del sector comercial y de servicios, las inversiones en diversos sectores y otras actividades.

Enlance copiado
Content ...
Cargando ...