Paraguay recibió cinco veces menos por la energía que cedió

1. Energía cedida en las binacionales 

El Paraguay dispone de generación hidroeléctrica (renovable y no contaminante) a través de Acaray (propia) y de las binacionales Itaipú y Yacyretá, que superan ampliamente el consumo interno hasta la fecha y que, conforme a los escenarios futuros de utilización de la energía eléctrica, si se mantiene el crecimiento del consumo actual (sin acelerarla ni contraerla), llegarían a igualarse cerca del 2033. 

De toda la energía cedida por Paraguay a los países vecinos hasta finales del 2017, que fue de 1.223.869 GWh, el 88% tuvo como destino el Brasil, en 33 años (1984-2017) y 12% fue a la Argentina en 23 años (1994-2017) .

A través de Itaipú, entre 1985 y 2017, por la cesión de energía nuestro país recibió el importe de US$ 3.723 millones por la cesión de 1.076.639 GWh; de lo que se infiere que Paraguay cedió al Brasil a una tarifa promedio de 3,46 US$/MWh. Cabe señalar que desde el 2011 hasta la fecha es de 9 US$/MWh y Brasil transfiere esos pagos en tiempo y forma. 

En Yacyretá, en el período comprendido entre 1994 y 2017, nuestro país cedió a la Argentina 147.230 GWh, a una tarifa equivalente de 9,89 US$/MWh y eso representó el importe de US$ 1.456 millones. Estos montos no son pagados con regularidad y a la fecha Argentina no ha pagado por la energía cedida por todo el año 2017. La nota reversal de 1992 pretendía diferir estos pagos, pero el Congreso paraguayo, felizmente, no la aprobó. 

Es así, que en 33 años, el Paraguay cedió 1.223.869 GWh por un monto total equivalente a US$ 5.179 millones, a una tarifa de cesión equivalente de 4,23 US$/MWh. 

2. Analogía con otras fuentes de energía no renovables

Para poder analizar si el monto de referencia es coherente o no con el valor real de la energía cedida, debemos compararlo en base a un elemento de referencia razonable, en términos energéticos y económicos, para este caso utilizaremos el barril de petróleo. Para eso debemos definir el concepto de Barril equivalente de Petróleo (BEP), que es una unidad de energía equivalente a la energía liberada durante la quema de un barril de petróleo crudo (160 litros), que es igual a 1.700 kWh, aproximadamente. 

Además, es importante conocer la tonelada equivalente de petróleo (TEP ), otra unidad de energía, cuyo valor equivale a la energía que rinde una tonelada de petróleo, la cual, como varía según su composición química, se ha tomado un valor convencional de: 11.630 kWh 

De esta manera, la cantidad de energía cedida por Paraguay al Brasil y a la Argentina equivale a la energía que producirían 720 millones de barriles de petróleo o a 105,2 millones de TEP. 

Considerando los precios internacionales históricos del barril de petróleo para el mismo periodo analizamos en dos tramos, de 1984 a 2006, a 20 US$ y de 2006 a 2017, en 60 US$. De este cotejo de deduce que el importe equivalente de la energía cedida a Brasil y Argentina es de US$ 27.080 millones.

Es decir, la energía no utilizada por Paraguay y cedida obligatoriamente a los vecinos fue subvalorada al 20% de su valor real o, “nuestros negociadores se conformaron” con un monto cinco veces inferior por un recurso genuinamente paraguayo. 

Por otro lado, se debe destacar la importancia que tiene la energía eléctrica y el impacto que puede tener en la economía y en el desarrollo social del Paraguay, que hasta la fecha no se ha aprovechado convenientemente esa ventaja competitiva, puesto que en nuestra matriz energética la electricidad apenas tiene una participación de 18%; mientras se siguen importando hidrocarburos y deforestando los bosques. 

Como elemento comparativo y con el objeto de valorar en su justa medida nuestra energía, la energía cedida de 1984 a 2017 es equivalente a: 

1. Reemplazar 390 millones de toneladas de leña, que fueron quemadas y se podría evitar la deforestación de nuestros bosques. 

2. Reemplazar 120.961.251 m³ de diésel. 

3. Evitar el uso de la leña y de los hidrocarburos por 20 años. 

3. Futuras negociaciones en las binacionales 

Ahora lo importante es definir qué haremos, mirando el futuro, con nuestra energía eléctrica, pero ratificando que lo mejor será siempre fomentar el consumo interno para el desarrollo social e industrial; resulta importante valorar la energía que podría ser cedida (o comercializada) hasta el 2033. Si consideramos un crecimiento del consumo nacional del 7%, la energía prevista no utilizada por Paraguay del 2018 al 2033, sería de 419.593 GWh y si se mantienen los valores de cesión en torno a 9 US$/MWh; el importe equivalente sería de 3.776 millones de dólares. Ese consumo estimado en los próximos 15 años resulta equivalente a 247 millones de barriles de petróleo o 36 millones de TEP; que representarían 14.820 millones de dólares (considerando el barril de petróleo a 60 US$), que representa cuatro veces más que el importe obtenido, manteniendo la tarifa de cesión en las actuales condiciones. 

Por lo tanto, la prioridad debe ser incentivar el consumo interno y la energía que no utilizamos de las binacionales debería tener como mínimo el valor de 36 US$/MWh; es importante conocer este número para valorizar nuestra energía y para no volver a resignarnos en el futuro con la frase ” Es lo mejor que pudimos conseguir”. 

Ojalá éste y otros aspectos sean considerados para la negociación con vistas al 2023 en Itaipú y para revisar lo actuado en Yacyretá, donde algunos pretenden que todos festejemos el incremento de la tarifa de cesión a la Argentina a un valor un poco superior a 10,5 US$/MWh. 

Puntos relevantes 

- De toda la energía cedida por Paraguay a los países vecinos hasta finales del 2017, el 88 % fue al Brasil y el 12 % fue a la Argentina. 

- En 33 años, el Paraguay cedió 1.223.869 GWh, a un monto total equivalente a US$ 5.179 millones y a una tarifa de cesión equivalente de 4,23 US$/MWh. 

- La energía no utilizada por Paraguay fue cedida a Brasil y Argentina a un valor cinco veces inferior al razonable para el lapso 1984/ 2017. 

- Si se aplicaba una política energética adecuada, la energía cedida hubiera permitido reemplazar el uso de la leña y de los hidrocarburos, al menos gradualmente, y aumentar la participación de la electricidad en la matriz energética. 

- La prioridad debe ser incentivar el consumo interno y la energía que no utilizamos de las binacionales debería tener como mínimo el valor de 36 US$/MWh.

(*) Presidente del IEEE Paraguay