Patriotas, xenófobos y entreguistas

Hace más de quince años (5/03/2000) concedí una entrevista al Diario ABC en esta misma página. En la misma resaltaron una expresión mía: “En Itaipú hacen falta patriotas con autoridad moral”. Dicha afirmación me costó un sumario administrativo y una suspensión “sin goce de sueldo” de tres días. Años después, junto con el Ing. Isidro Román, un gran trabajador y patriota, denunciamos una deforestación masiva al lado y casi invadiendo la Reserva Biológica de Carapá. Eran más de 1.000 Ha. que estaban siendo convertidas en leña, carbón y madera. Hoy es un sojal. Por supuesto que la Itaipú, en lugar de apoyar nuestra denuncia, fiscal, formal y responsable, como ciudadanos paraguayos, ordenó otro sumario, resultado: el juez sumariante, indignado y ofendido por la orden superior de “fundirnos”, decide contarnos la verdad y actuar correctamente.

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Ya en la nueva República, luego de la caída del coloradismo en el 2008 y con Mateo Balmelli al frente de Itaipú, sufro mi tercer “sumario”; esta vez por haber denunciado, YO MISMO, una sobrefacturación en unas compras destinadas a la Superintendencia de Energías Renovables, a mi cargo. Esto era fácilmente demostrable, pero involucraba a una alta gerente de Comunicación Social. Resultado: se suspendió el sumario y Mateo es destituido pocos días después. “Oparei” la che sumario. Es menester aclarar que los cambios en el Directorio no se deben a ese hecho insignificante, sino por cuestiones geopolíticas que no estaban siendo diligenciadas correctamente. Pero es una demostración de que, para un hijo de Dios, la justicia siempre llega, demora, pero siempre llega.

¿Sabe esto el director general paraguayo actual? Dudo mucho, le rodea una guardia pretoriana que le impide escuchar a los hombres libres, al pueblo y a sus empleados antiguos y, mucho menos, a los disidentes de su administración. Se olvida de hechos bíblicos como cuando el profeta Daniel, el patriarca José y otros hombres, temerosos de Dios, aconsejaban a emperadores y faraones, dueños del mundo; ¡y estos prosperaban!

Pero está bien, cuando esto sucede y el poder se vuelve sordo, no nos queda otra que hablarle de esta manera pública. Y esto continuará así, porque los ingenieros paraguayos de 60 Hertz no se animarán jamás a publicar su posición entreguista. Tienen mucho que perder; las prerrogativas de los cargos son muchas y no están dispuestos a perderlas por una causa idealista, abstracta y trivial, como el patriotismo. Entonces buscan un perifonero de la margen izquierda que hable por ellos en la web. Ni siquiera se animan a escribir en un espacio responsable como este, destinado al debate. Gustan de las cavernas tortuosas, húmedas y hediondas, donde pueden actuar como francotiradores anónimos ¿Quiénes son los verdaderos legionarios? ¿Aquellos que luchan por la soberanía de su patria y los intereses de su pueblo, o los que por 30 monedas de plata entregan hasta a su madre? Herodes Antipas mandó cortar la cabeza a Juan el Bautista y poco tiempo después perdió su reino y murió lejos de su nación, deportado y abandonado; de nada le sirvió haber hecho tantas obras.

Muchos de estos anónimos “escribientes” se hacen pasar por analistas, pero uno los busca en el ciberespacio y no los encuentra. Es obvio que se disfrazan con un nombre o figura de ficción. Tal vez sean exempleados de Itaipú o de alguna contratista que perdieron la mamadera en el quinquenio del 2008 al 2013. Solo les pido que salgan a la luz, anímense a un debate constructivo y paren de despotricar contra los pocos patriotas paraguayos.

El general Juan Antonio Pozzo tiene mi respeto y consideración; es un gran representante del soldado guaraní. Una especie en vías de extinción, es cierto, pero la demostración de que aún existe. Es un académico e investigador de la historia paraguaya, la misma que los brasileños sienten vergüenza y prefieren acallarla. Este pueblo es muy manso, pero todo tiene su límite.

Cuando ahondamos un análisis que pone en riesgo el despojo energético o evidencia la pusilanimidad de los administradores paraguayos, ellos alegan xenofobia o espíritu rebelde. Dicen que tenemos una idea incorrecta del patriotismo. No les gusta cuando un general paraguayo, conocedor de su historia y con una experiencia estratégica en Itaipú, habla de la Guerra contra la Triple Alianza. No saben dónde esconderle al Conde D’Eu y su sanguinaria incursión por Piribebuy, Acosta Ñu y otras batallas vergonzosas para ellos. ¡Este sí que era un verdadero xenófobo!

Cuando el Brasil quiera liderar el Cono Sur, ¡indefectiblemente! tendrá que sentarse a negociar la injusticia en Itaipú, la equidad en sus relaciones fronterizas y los verdaderos límites del Paraguay. Hoy el problema solo está bajo agua, o los sedimentos, que coparon las antiguas cataratas de Salto del Guairá, genuina y enteramente paraguayas.

Yo les invito a todos los “escribientes” rentados a concurrir a un debate televisivo, en un medio conocido. Solo nos cuidaremos de que el conductor o árbitro sea de 60 Hertz y no reciba auspicios de Itaipú o Yacyretá. Somos conscientes de que los agentes extranjeros infiltrados, probables militantes de alguna oficina o buró de estrategia política, tengan que defender a su presidenta y al partido en el poder; está bien, es comprensible y bueno que defiendan a su país. Lo que resulta totalmente inaceptable, descabellado y ofensivo es que quieran disminuir nuestra inteligencia, nuestra capacidad de discernimiento entre el bien y el mal; de lo que es ventajoso o perjudicial para el Paraguay. Si dependiese de estos personajes, el Paraguay tendría que ser una colonia bandeirante, un territorio... ni siquiera un estado de la Unión. Es por ello que despotrican en forma irresponsable, cobarde y anónima.

D’Eu

No saben dónde esconderle al Conde D’Eu y su sanguinaria incursión por Piribebuy, Acosta Ñu y otras batallas vergonzosas para ellos.

Por último, uno de estos estrategas pendulares decía hace poco en la web: “Estoy convencido de que la mejor estrategia para la nación es mantener buenas relaciones con el Brasil. Creo que tienen mucho que ver las dimensiones relativas y la proximidad. Paraguay tiene mucho a ganar al mantener amigables las relaciones”. ¡Más intimidación, imposible! Actitudes y afirmaciones como estas solo conseguirán insuflar valor en los verdaderos paraguayos. Recuerden siempre que el soldado guaraní prefiere la muerte que la rendición... ¡No lo despierten! 

(*) Electricista, Ing. agrónomo, exsuperintendente de Energías Renovables de Itaipú

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