Gardner: “Si yo pude, tú puedes”

¿Quién no se sintió conmovido al ver The Pursuit of Happyness, la película estrenada en el 2006 y protagonizada por Will Smith y su hijo en la vida real, Jaden Smith? Es la historia de Chris Gardner, un joven de Nueva York al que todo le iba mal y que, con gran tesón, consiguió revertir su situación, salir adelante y hacer una gran fortuna. El 20 de marzo, Gardner arribará al Paraguay y, el 23, dará una charla. Actualmente, vive en Chicago y, desde allí, brindó unas palabras para la revista EN como anticipo de su visita.

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Antes de que nos corrijan, la “y” de happyness es deliberada. Es por you, aclara Christopher Gardner, y en  ello radica buena parte de su mensaje, tal como explica en esta breve entrevista.

Pasaron más de tres décadas desde aquel espectacular giro en la vida de Chris Gardner, quien hoy es un hombre sumamente exitoso, con 61 años recién cumplidos y dos hijos, el varón de la película, Chris Jr., de 33, y Jacintha, de 29, ambos muy unidos a él.

Luego de unos años como broker en Wall Street, fundó su propia compañía, la que vendió en un trato multimillonario, para después crear varias otras e involucrarse en numerosas actividades filantrópicas. Le gusta ser presentado como “CEO de Happyness” y, en tal carácter, se dedica a dar charlas inspiracionales en diversas partes del mundo.

“Estoy muy entusiasmado con mi visita al Paraguay. He estado muchas veces en Sudamérica, pero esta será mi primera vez en su país, y estoy absolutamente ansioso y feliz de poder ir a su tierra”, declara en tono afable al comenzar nuestra conversación telefónica.

En una ocasión, usted vio a alguien bajándose de un lujoso vehículo y le dijo: “Tengo dos preguntas para usted; ¿qué hace y cómo lo hace?”. Según la película, eso le cambió la vida. Ahora es nuestro turno: ¿cómo lo hizo? Ah, fui muy afortunado, principalmente por encontrar algo que verdaderamente me apasionaba, que son las finanzas. Luego, me gané la oportunidad de entrar en el negocio y pude hacer mucho dinero con ello.

¿Cuántos años tenía entonces? Tenía 28 años.

¿Fue una cuestión de suerte, de oportunidades? No, la suerte luck no tiene nada que ver con nada. Hay otra palabra de cuatro letras, que se llama trabajo (se refiere a work).

Supongo que sí, y supongo también que la vida real fue mucho más dura, incluso, de lo que se puede apreciar en la película. Oh, sí, definitivamente. En marzo saldrá un libro con toda la historia de The Pursuit of Happyness. Espero ya tener copias disponibles cuando vaya al Paraguay. En él se cuentan muchos detalles sobre los difíciles momentos que me tocó atravesar.

¿Usted reescribió la historia después de la película o cómo fue? Ambas cosas ocurrieron al mismo tiempo: el libro y la película. Para hacer una diferenciación, la película es acerca de un año de mi existencia, cuando tenía 28 años; el libro es acerca de los 27 años que precedieron ese momento de inflexión en mi vida.

¿Y cómo fue su vida después de ese momento? Me ha ido muy bien en lo económico y personal. He criado como padre soltero dos hermosos hijos, que están persiguiendo su propia felicidad; eso es lo primero y más importante para mí. Lo segundo es que, en gran medida como resultado del éxito del filme y, esperemos, del libro, ahora estoy en posición de ayudar a otras personas a perseguir también su felicidad y su destino.

¿Qué le dirá al público paraguayo? Es todo acerca de crear una vida para uno y para la familia de uno; sobre eso voy a hablar. De eso se trata, en definitiva. Y, para ello, hay cuestiones que son universales. No importa dónde uno se encuentre en el planeta, pues algunos principios son universales.

¿Cuáles, por ejemplo? Si yo pude hacerlo, alguien pudo hacerlo, tú puedes hacerlo. Yo no he hecho nada ni estoy haciendo nada que no puedas hacer tú. Ante todo, tienes que perseguir la felicidad, todos los días. No importa si es en el Paraguay, en los Estados Unidos, en África. La felicidad no está en un lugar en el mapa, en tu alma, tu vida, tu espíritu.

También va a hablar de negocios, ¿es así? Sí, así es.

¿Qué dirá específicamente en esa área? Lo que digo es que, para ser exitoso, no puedes simplemente estar entrenado para hacer dinero, sino hacer cosas que realmente te apasionen. Allí radica el verdadero éxito.

¿El éxito económico también? El éxito no es otra cosa que hacer lo que uno quiere hacer con su vida y tener el poder de crear la vida que uno quiere.

Usted parece haberlo conseguido, pero ¿qué pasa con aquellos que lo intentan y no obtienen los mismos resultados? Pues deben seguir intentándolo. No es aceptable renunciar a buscar la felicidad, a perseguir lo que uno quiere en la vida.

No todos saben lo que quieren en la vida. Bueno, quienes no lo sepan, más vale que lo descubran, porque si ellos no lo hacen, ¿quién lo hará por ellos? Sin embargo, yo diría que mucha gente lo sabe, pero tiene miedo a perseguirlo. Y tiene miedo en dos sentidos: el primero es el temor al fracaso, y el segundo es el temor a conseguirlo y no poder afrontarlo. Hay que vencer ambos.

Es interesante que usted encontró inspiración en Jefferson y los padres fundadores de los Estados Unidos, quienes incluyeron la “búsqueda de la felicidad” en el preámbulo de la Declaración de la Independencia ¿Fue así o es solo algo de la película? No, esa es una gran parte de todo esto. Las palabras “búsqueda de la felicidad” no fueron fortuitas. Hubo seis borradores de ese documento que dio nacimiento a los Estados Unidos de América y en todos se percibe el esfuerzo, la visión de la persecución de la felicidad como motor de la nación. No la garantía, ni la concesión ni la seguridad de la felicidad, sino la búsqueda de ella.

Digamos que la sociedad no tiene la responsabilidad de otorgar felicidad, sino oportunidades para poder perseguirla. Las oportunidades debes creártelas tú mismo. La sociedad es la sociedad, lo que sea que eso signifique, donde sea que estés en el mundo. Eres tú y nadie más. Esa es la razón por la cual yo hablo de happyness con una “y” (la palabra correcta es happiness), la “y” de you. Eres tú y tus oportunidades, tú y tus responsabilidades, tú el que debe crear una vida para ti y tu familia. Como decía mi madre: “No esperes un cowboy que venga a salvarte, porque no vendrá. Tú debes hacer que las cosas pasen, porque nadie más lo hará por ti”.

El exitoso neoyorquino llega al Paraguay mediante las firmas Initiative y OnStage, representadas por Rodrigo Arturi y Marco Antonio Piñeres, respectivamente, quienes están preparando un evento para 2000 personas y otros encuentros más pequeños. De acuerdo con los organizadores, Gardner compartirá la importancia de la letra “P”: tener pasión, ser práctico y tener un plan, y lo que llama “C-5 Complex”: ser claro, conciso, coherente, convincente, comprometido. Su charla se realizará el 23 de marzo, en la Conmebol.

Su vida

Christopher Gardner nació el 9 de febrero de 1954, en Wisconsin. En su infancia casi no tuvo modelos masculinos positivos, desde la ausencia de su padre, Thomas Turner, quien vivía en Louisiana, hasta su violento padrastro Freddie Triplett. A pesar de tener un matrimonio infeliz, la madre de Gardner, Betty Jean, fue fuente de inspiración y fortaleza para él. Ella lo animó a creer y tener confianza en sí mismo.

Siendo joven, conoció a un hombre impecablemente vestido en un Ferrari rojo. Curioso, Gardner le preguntó qué hacía para vivir, a lo que este respondió que era corredor de bolsa. A partir de entonces, Gardner decidió a qué quería dedicarse en el futuro. Este hombre de traje era Bob Bridges, quien lo introdujo en el mundo de las finanzas. Inmediatamente, le presentó al director de la firma para hablarle de programas de capacitación. Durante los siguientes dos meses, Gardner canceló todas sus citas de ventas y pospuso sus multas de estacionamiento acumuladas, incluida la que le impusieron mientras conversaba con ellos.

Más tarde, al ser aceptado en un programa de capacitación en E. F. Hutton, tuvo una oportunidad. Repentinamente, renunció a su empleo para dedicarse a tiempo completo a la preparación para ser corredor de bolsa. Cuando por fin se presentó en la oficina el primer día, se encontró con la sorpresa de que una semana antes habían despedido al director que lo contrató. Sin experiencia, licenciatura ni conexiones, consiguió que le hicieran una entrevista en la bolsa de valores Dean Witter Reynolds, pero una semana antes fue detenido por no pagar USD 1200 en multas de coche y pasó 10 días en la cárcel. Cuando salió, descubrió que su novia se había ido con su hijo y todas sus pertenencias, incluida su ropa. Al día siguiente, con la misma ropa con la que entró a la cárcel, decidió presentarse. La táctica surtió efecto y accedió a una pasantía sin sueldo y una cifra para gastos, que apenas le alcanzarían para vivir. Cuatro meses después de haber desaparecido, Jackie regresó para dejarle a su hijo y que se hiciera cargo de él.

En 1982, por fin pasó su examen para obtener la licencia y obtuvo el empleo en Dean Witter Reynolds. Cinco años después, Chris Gardner estableció su propia firma de bolsa de valores Gardner Rich & Co., en Chicago, Illinois. Escogió este nombre debido a que consideraba a Marc Rich uno de los hombres y empresarios más exitosos del mundo. Su nueva compañía empezó en su pequeño piso con una inversión inicial de USD 10.000 y una mesa de madera que servía para la hora de la comida en familia. En 2006, vendió Gardner Rich & Co. en un trato multimillonario y se convirtió en fundador de Christopher Gardner International Holdings, con oficinas en Nueva York, Chicago y San Francisco. Ahora está haciendo inversiones en Sudáfrica, que crearán cientos de trabajos e introducirán millones en inversiones extranjeras para la nación. En la actualidad, también coopera con varias organizaciones filantrópicas, como Cara Program y la Iglesia Metodista de San Francisco, las que más le ayudaron cuando él y su hijo necesitaron.

También fundó un proyecto millonario en San Francisco, que crea casas de renta baja y oportunidades de empleo. En Chicago da asistencias para vacantes de empleo, orientación laboral y capacitación a gente sin hogar ni recursos. Coopera con el National Fatherhood Initiative para enseñanza de los niños. Ha recibido el premio al Padre del Año en 2002, el 25.° Premio Anual Humanitario y, en 2006, el Premio a Amigos de África. Su historia pasó inadvertida hasta aparecer en una parte del programa 20/20, en 2003. Una editorial se interesó e hizo un libro basado en su vida, que ha sido traducido a más de 40 idiomas. Este fue adaptado para la pantalla grande en la película The Pursuit of Happyness (2006), producida por Columbia Pictures y protagonizada por Will Smith, quien fue nominado al Óscar por este largometraje. Gardner faltó al estreno para asistir a un evento de caridad el día de Navidad.

Hoy día, viaja alrededor del mundo llevando un mensaje de esperanza y herramientas fundamentales para el desarrollo humano y empresarial. Por su éxito en el mercado bursátil y las conferencias que dicta, se lo conoce como el “CEO de la Felicidad” y es todo un referente del movimiento emprendedor a nivel global.

Gardner estará presente en Latinoamérica con fechas confirmadas en países como Panamá, Nicaragua, Honduras, El Salvador, Guatemala, República Dominicana, Puerto Rico, prosiguiendo con Sudamérica en una segunda etapa.

arivarola@abc.com.py

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