Un negocio que vuela alto

Hay quienes admiran las palomas y las alimentan, pero existen también empresas e industrias terriblemente perjudicadas por estas aves. Por eso, en el mercado funciona el nada común servicio de ahuyentarlas.

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Raptor nació hace dos años y medio. Comenzó exclusivamente empleando halcones para ahuyentar aves. Su primera experiencia fue en una plantación de girasoles, donde llevó a sus rapaces para espantar a las palomas que perjudicaban el cultivo.

Raúl Palacios es veterinario, apasionado de la cetrería y el creador de esta innovadora empresa. Su investigación de tesis acerca del uso de halcones para ahuyentar aves del aeropuerto lo llevó a crear Raptor, dada la necesidad registrada en tan importante lugar. Trabaja para el Silvio Pettirossi desde 2012, ya que la pista es una zona roja, donde no debe haber ningún ave, pero justamente por ser un espacio abierto, las atrae.

“Hay tres lugares donde no tienen que haber palomas: el aeropuerto, los sitios en los que se procesan alimentos y los hospitales”, sentencia Palacios. Agrega que las heces de las palomas domésticas (una especie exótica no propia de América) se pulverizan y se esparcen como aerosol con el viento y pueden transmitir distintos tipos de enfermedades.

Destaca que las palomas son muy listas, se adaptan muy bien a todos los ambientes y son resistentes a las enfermedades, a las altas y bajas temperaturas y su tasa de natalidad es elevada, pues se reproducen hasta tres o cuatro veces al año.

Durante la incursión de Raptor en el aeropuerto internacional, recibió la llamada de auxilio de una fábrica en la que, cuenta, había miles de palomas. “Me metí de lleno a solucionar ese problema. Luego de un año, le bajamos a números escandalosos la cantidad”, comenta.

Así la empresa fue recibiendo más y más pedidos, por lo que se enfocó en fábricas, hospitales, edificios históricos, iglesias, entre otros. “Me di cuenta de que los distintos tipos de edificios tenían muchos problemas con palomas. Las heces corroen hasta el cemento de las edificaciones, e incluso el aluminio de los helicópteros, si no se limpian”, indica.

En los edificios, Raptor coloca redes para que las palomas no se puedan posar. En las fábricas, utiliza a los halcones para que vuelen sobre el lugar y las cacen. Además, captura con trampas.

El presupuesto se elabora basado en cada caso, ya que algunos trabajos llevan años porque los espacios son muy amplios y albergan grandes cantidades de palomas. En total, la firma cuenta con seis personas y 15 halcones.

Compartir conocimientos. Palacios también produce eventos para empresas con las aves rapaces, para colegios e instituciones interesadas. El objetivo es que más gente los conozca, ya que asegura que los halcones traen más beneficios que perjuicios y existen 48 especies distintas. “Todo llega por los sentidos, entonces preparo vuelos con repertorio y les muestro a las personas cómo cazan los halcones. La gente siente a las aves volando cerca y, por ende, su velocidad, que puede alcanzar hasta 400 km/h. Los ven planear, se posan en sus manos, es emocionante”, concluye.

silvana.bogarin@abc.com.py

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