Alentar al niño dándole ánimos

Cargando...

El alentar a un niño, el darle ánimo, es uno de los grandes instrumentos que tenemos los padres a disposición para ayudar a nuestros hijos en su crecimiento, para ayudarlos en el aprendizaje y aceptación de nuevas actividades y responsabilidades.

 

¿Cómo dar ánimo y confianza?

• Lo más importante es que nosotros creamos en nuestro hijo y que le tengamos confianza. Si no existe esta confianza, nuestro intento para alentarlo o darle ánimo va a sonar falso.

• Buscamos la "mejora" y no la "perfección". Este es un punto fundamental: recordemos que nuestro hijo está en un proceso de crecimiento y aprendizaje, y que lo queremos animar a querer hacer la tarea o a querer aceptar la responsabilidad e intentar hacerla cada vez mejor. No busquemos que lo haga perfectamente.

• Enfoquémonos en el esfuerzo más que en el resultado. Puesto que no estamos buscando la "perfección", vamos a alentar al niño en "su esfuerzo". Lo que cuenta es que el niño se está esforzando por hacerlo mejor.

• Las equivocaciones no significan fracasos. Es importante que examinemos lo que esperamos de nuestro hijo. Si esperamos la "perfección", no le vamos a permitir equivocarse. Si lo que esperamos de nuestro hijo es su interés en querer aceptar una tarea o responsabilidad y cumplirla, comprenderemos que las equivocaciones son parte del proceso y que hay que seguir dándole ánimo para que siga adelante.

• Ayudemos al niño a desarrollar la valentía de ser imperfecto. En este proceso de desarrollo hay que transmitirle al niño que uno se puede equivocar, que él no tiene que ser perfecto. El saber que uno no es perfecto, pero que, no obstante, uno vale es un componente básico de una sólida autoestima.

• Sobrepongámoslos a nuestro propio pesimismo y sentimientos de minusvalía. Examinemos nuestros sentimientos relativos a sus propios logros y equivocaciones, y no dejemos que estos sentimientos empañen su visión de su hijo o la ayuda que usted le está brindando cuando le está dando ánimo.

• Estimulemos al niño y animémoslo, pero no le exijamos demasiado. Dejemos que el niño dé la pauta. Analicemos lo que esperamos de nuestro hijo. No esperemos de él lo que él no puede dar. Esto convierte el "dar ánimo" en una exigencia.

Enlance copiado
Content ...
Cargando...Cargando ...