El día en que se reconciliaron dos hermanos americanos

El próximo domingo 12 recordaremos EL DÍA DE LA PAZ DEL CHACO, en homenaje a aquel 12 de junio de 1935, cuando se firmó el Protocolo de Paz paraguayo-boliviano que puso fin a la guerra de tres años entre dos países hermanos, unidos físicamente por la bravía tierra chaqueña y espiritualmente por el sueño americano de libertad, desarrollo y bienestar.

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El cruento enfrentamiento entre ambos países había sobrevenido a causa de una equivocada pretensión boliviana de recuperar su salida al mar, que había perdido en la Guerra del Pacífico, convirtiéndose en un país mediterráneo.

Y, lamentablemente, esa malsana ambición era atizada también por intereses comerciales de ultramar. Más de 36.000 paraguayos ofrendaron sus vidas en aras de la patria, hasta el 14 de junio de 1935, en que dejaron de rugir los cañones en los campos de batalla. ¡Había terminado la guerra y se abrazaban de nuevo en paz, dos países hermanos muy vecinos y queridos!.

LA GUERRA DEL CHACO

Sabemos que la generación que acudió al llamado de la patria en peligro, en aquel 1932, tuvo aciertos y errores, pero siempre con el loable ánimo de hacer bien las cosas.

Y, sobre todo, defender la tierra heredada de nuestros antepasados.

CAUSAS QUE MOTIVARON LA GUERRA ENTRE PARAGUAY Y BOLIVIA

* El Chaco paraguayo era una zona de frontera no demarcada físicamente, deshabitada y olvidada desde aquella época de la independencia.

* Las pretensiones bolivianas sobre esta parte del Paraguay se basaron, sobre todo, en la falta de una demarcación exacta de los límites entre la Gobernación de nuestro país y la de Santa Cruz de la Sierra.

* En la guerra del Pacífico, Bolivia había perdido sus costas sobre dicho océano, y buscando una salida al mar, pensó en hacerlo hacia el Atlántico, a través del río Paraguay.

* Para cumplir con ese propósito, y aprovechando los problemas internos del Paraguay, Bolivia inició una penetración lenta y efectiva en el Chaco, fundando a orillas del río Pilcomayo los fortines de Ballivián y Guachala. Ante lo ocurrido, protestó Paraguay. Se produjo entonces la mediación del Gobierno argentino, que obtuvo en 1907 la firma del Protocolo Soler-Espinilla, por el que se comprometían ambos países a someter la disputa a arbitraje de la Argentina y a no modificar sus posiciones hasta llegar a un tratado definitivo. Sin embargo, Bolivia continuó avanzando en el Chaco, a pesar del convenio.

* Ante esta delicada situación, el Gobierno paraguayo dispuso reforzar la dotación militar en los pocos fortines existentes, como también la fundación de otros en el Chaco.

* Otra de las causas del avance boliviano era el deseo de apoderarse del territorio chaqueño, sobre todo de los lugares donde se suponía había petróleo.

ACONTECIMIENTOS QUE DESENCADENARON LA GUERRA

Entre los acontecimientos que desencadenaron la declaración de guerra entre Paraguay y Bolivia, los siguientes son los más resaltantes:

-- El ataque al fortín paraguayo “Sorpresa” por parte de los bolivianos, a orillas del río Confuso, en 1927, dejando como saldo la muerte del teniente paraguayo Adolfo Rojas Silva y varios soldados.

-- La caída del fortín Vanguardia (fundado solapadamente por los bolivianos) en poder de las tropas paraguayas en 1928.

Ante los problemas suscitados, Paraguay inició los preparativos para la guerra, comprando armamentos y adquiriendo los cañoneros “Paraguay”y “Humaitá”, en Italia.

INTERVENCIÓN DE PAÍSES AMERICANOS

Con el deseo de evitar la guerra entre dos países hermanos, intervino el entonces presidente chileno, general Carlos Ibáñez del Campo, quien advirtió seriamente a Bolivia de las consecuencias de una guerra con el Paraguay.

En 1929, se reunieron en Washington los delegados de EE.UU. de Norteamérica, del Uruguay, Colombia, México y Cuba, a fin de buscar un arreglo pacífico entre Paraguay y Bolivia.

Esta intervención permitió que se reanudaran las relaciones diplomáticas entre los países en conflicto.

Pero Bolivia, con un nuevo ataque al fortín paraguayo Samaklay, determinó un nuevo rompimiento de sus relaciones con Paraguay.

INICIO DE LA GUERRA

En junio de 1932, el fortín paraguayo Carlos A. López fue ocupado por las tropas bolivianas, y un mes después, luego de una dura lucha, los paraguayos retomaron dicho fortín. Fue una chispa que hizo estallar el conflicto.

Los bolivianos se apoderaron entones de los fortines Boquerón, Toledo y Corrales.

Y aunque las naciones americanas, a iniciativa de Argentina, intentaron de nuevo un arreglo entre los países en conflicto, no pudo llegarse a ningún acuerdo.

El entonces presidente de la República, doctor Eusebio Ayala, se aprestó para la lucha y encomendó la misión de la defensa territorial al teniente coronel José Félix Estigarribia.

La ofensiva paraguaya obtuvo una brillante victoria en la batalla de Boquerón; donde desde el 9 hasta el 29 de setiembre de 1932 se resistieron los bolivianos, para luego rendirse ante los paraguayos. Esta victoria infundió ánimo al pueblo paraguayo para continuar la guerra ante un adversario tan bien equipado y preparado para el combate.

Y se declaró la guerra

Las acciones bélicas se iniciaron sin una declaración legal de guerra.

Hasta llegaron a combatir en distintos puntos como Toledo, Corrales, Platanillos, Boquerón, sin que exista dicha declaración.

Recién al siguiente año, el 10 de mayo de 1933, el Paraguay declaró oficialmente la guerra a Bolivia.

BATALLAS PRINCIPALES

Dura fue la Guerra del Chaco. Varias fueron las batallas; en todas y cada una de ellas los paraguayos demostraron valentía, decisión, coraje y, sobre todo, patriotismo.

Citamos esas batallas aparte de las ya mencionadas: Arce, Boquerón, Nanawa, Gondra, Campo Vía, Cañada Strongest, Ballivián, Picuiba, El Carmen, Yrendagüe, Villamontes, Pirizal, Ingavi, Algodonal, Ysyporenda y otros.

HOMENAJE A LOS HÉROES

Resulta imposible mencionar a tantos héroes, no sólo jefes y soldados, sino choferes, mecánicos, médicos, enfermeras, en el campo de batalla. Y desde lejos, las madrinas de guerra, quienes a pesar de la distancia, vivieron muy de cerca las patrióticas luchas de sus arrojados ahijados.

Para todos ellos, el homenaje del pueblo paraguayo en la persona del flamante conductor del Ejército paraguayo en campaña, Mariscal José Félix Estigarribia Insaurralde.

LA PAZ DEL CHACO

Para tratar las condiciones de paz entre los beligerantes, se reunieron en Buenos Aires los ministros de Relaciones Exteriores del Paraguay, doctor Luis A. Riart, y de Bolivia, doctor Tomás M. Elió, así como representantes de Argentina, Chile, Brasil, Uruguay, Perú y EE.UU. de Norteamérica.

El 12 de junio de 1935 se firmó el Protocolo de Paz. Y el 21 de julio de 1938 se firmó en Buenos Aires el Tratado de Paz, Amistad y Límites entre Paraguay y Bolivia.

El tratado fue firmado por los delegados de Paraguay: general José Félix Estigarribia y doctores Cecilio Báez, Luis Riart y Efraín Cardozo. Los delegados bolivianos fueron: los doctores Tomás M. Elío y Enrique Finot.

Estuvieron además los representantes de Argentina, Brasil, Chile, Perú y EE.UU. de Norteamérica, quienes tuvieron a su cargo el arbitraje de la línea entre Paraguay y Bolivia.

Recordamos con emoción las palabras del general José F. Estigarribia el día de la firma del Protocolo de Paz:

“Dispuse que nuestros pocos aviones, con insignias blancas y negras, arrojaran flores sobre el campo de batalla, a los muertos de los ejércitos beligerantes”.
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