Es tiempo de reflexionar

Hemos recorrido juntos todo un año; es un momento oportuno para reflexionar sobre nuestro actuar docente, utilizando la reflexión como método válido para mejorar nuestras prácticas docentes y convertirnos en verdaderos profesionales reflexivos.

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¿Qué hicimos bien?, ¿qué hicimos mal?, ¿qué podríamos mejorar? ¿qué no volveríamos a hacer?, ¿qué haríamos de otra manera o en otro momento? 

Este es un momento ideal para que nuestras reuniones de docentes, áreas y equipos se conviertan en verdaderos espacios enriquecedores en los que podamos reflexionar y aprender sobre nuestra propia experiencia, cuáles han sido nuestras fortalezas y puntos débiles, tanto los propios como los ajenos. En una comunidad educativa lo suficientemente ensamblada, madura, profesional e identificada como equipo de trabajo es posible realizar una reflexión que permita mejorar, actualizarnos, y construir juntos planes y proyectos de mejora. 

Para hablar de los antecedentes históricos de esta práctica, deberíamos remontarnos a la Grecia clásica de la mano de Sócrates o Platón, quienes idearon los primeros pasos en el pensamiento de la acción humana y su influencia en el proceso educativo de las personas. 

Pero acercándonos más a nuestros tiempos nos encontramos con el filósofo Donald A. Schön (1930-1997) y sus aportaciones a la práctica reflexiva y a lo que bautizó como profesionales reflexivos; quien más se aproximó a lo que hoy en día entendemos por reflexión docente. 

Schön asienta sus aportes en tres pilares fundamentales de la reflexión docente: 

• Conocimiento de la acción.

• Reflexión en y durante la acción.

• Reflexión sobre la acción y sobre la reflexión en la acción. 

En este sentido, el método R5 que desarrolla la reflexividad del docente en cinco fases diferentes es muy eficaz para aquellos docentes que se inician en esta práctica. Se trata de un método muy sencillo que utiliza la propia experiencia como punto de partida de la reflexión, pasando por distintas etapas hasta llegar al punto del replanteamiento de la práctica educativa, en la que es posible incrementar nuestros conocimientos y mejorar nuestras prácticas educativas. 

Es un método muy enriquecedor, sobre todo en la fase de reflexión grupal, en la que al compartir experiencias entre iguales podemos valorar nuestra tarea docente, apoyarnos unos a otros y seguir creciendo como equipo de trabajo.

Fuente: Plataforma internacional de práctica reflexiva: https://bit.ly/2CUh1rx

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