Un diario de arte

Una práctica sumamente útil para ordenar ideas antes de plasmarlas en un lienzo es llevar un pequeño cuaderno o «diario» artístico. En él podrás ir anotando todo lo relacionado a un tema que quieras trabajar. Te mostramos cómo.

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Lo ideal es que sea un cuaderno o block sin rayas, que puedes construir tú mismo hasta con hojas recicladas (reúne varias hojas y cartulinas que solo hayas utilizado de un lado, y presíllalas o llévalas a una fotocopiadora para que las junten con un anillado, con lo que tendrás un mejor acabado).

Piensa en un tema que te gustaría trabajar, por ejemplo, alguna fecha importante que se acerque, como el Día del Maestro, de la Madre, o bien, la Semana Santa. Una vez definido de qué se tratará la obra, podrás poner manos a la obra, no al trabajo definitivo, sino a tu block de notas o diario de arte. En este diario podrás ir anotando todo lo que sabes sobre el tema, o lo que te llama la atención. De esta manera, podrás ir delimitando qué es lo que realmente significa para ti y te gustaría plasmar. No hace falta escribir en prosa; muchas veces, tus anotaciones pueden ser bien abstractas, como palabras sueltas que te vengan a la mente cuando piensas sobre el tema, o bien, frases. Por ejemplo, si elegiste el tema «Día de la Madre», quizás harás una composición, al estilo DA DA, con palabras como AMOR, PAZ, SERVICIO, TIEMPO, ESCUCHAR, ALIMENTO, UNIÓN, CORDÓN UMBILICAL, todo aquello que brote cuando tomes consciencia de lo que tu madre significa para ti. No elimines palabras, todas podrán aportarte algo, aunque aparentemente no tengan relación directa con lo que quieres expresar. Puedes escribirlas de seguido, en un mismo color, con diferentes colores o diferentes materiales. Un consejo: ten siempre a mano marcadores, crayones, lápices de colores, témperas, recortes de revistas, entre otros elementos que te puedan ayudar en tu creciente creatividad.

Otros días querrás solamente dibujar algo que te pasó en el día y tenga relación con tu tema. Incluye también fotografías de tus momentos favoritos con ella, o recuerdos que quieras recrear. Experimenta con diferentes técnicas (para esto será especialmente útil que las hojas sean más bien cartulinas no tan finas, así puedes trabajar con el material que gustes, sin miedo a romper tu espacio de trabajo). Irás explorando colores y texturas hasta qué, luego de un tiempo de trabajo constante y metódico (podrías proponerte pasar todos los días diez minutos dedicado a tu diario), podrás encontrar una línea de trabajo que te gustaría profundizar, y ese será el camino que tomes para tu trabajo definitivo. Tu obra tendrá un sustento y una exploración previa que lo dotarán de más fuerza. Cuando sientas adecuado, prueba plasmar en un lienzo lo que realmente quieras mostrar con relación al tema que elegiste, con base a lo explorado.

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