El algodón va desapareciendo

Actualmente, el cultivo del textil prácticamente ha desaparecido de las parcelas de los labriegos y los pocos que aún insisten en su siembra lo hacen más bien por costumbre que por buscar ganancias. El área ocupada por el algodón llegó a cubrir casi 15.000 hectáreas en sus mejores épocas, contrastando con la última campaña agrícola en la que no se alcanzaron 300 hectáreas.

La decadencia del principal rubro de renta ha generado “la huida” de la población joven, que en su mayoría ha traspuesto las fronteras buscando las oportunidades que no encuentra en sus lugares de origen. Con una población conformada fundamentalmente por ancianos y niños que han quedado al cuidado de los abuelos, la ganadería menor y la producción de leche y queso, son los rubros que permiten la supervivencia de los que han decidido no migrar a pesar de la adversidad. Los agricultores intentan la diversificación, insistiendo en las variedades que les permiten alimentar a sus familias y generar pequeños ingresos con los excedentes. La escasa cantidad de técnicos y el clima adverso de los últimos años no han favorecido la búsqueda de alternativas con similares niveles de rentabilidad.

El labriego Elizardo López, del asentamiento Belén del distrito de Tacuaras, resaltó que es imposible pensar en reanudar el cultivo del algodón. Además manifestó que los precios no justifican y no existe apoyo para desarrollar la actividad.