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SAN IGNACIO, Misiones. (Rafael Marcial Montiel, corresponsal). Las actividades programadas durante la Semana Santa en Tañarandy figuran entre las más tradicionales y atractivas de nuestro país y en el mundo. El nombre de la compañía ignaciana deriva de Teta añaretã (tierra de los irreductibles o del infierno), aunque últimamente surgieron versiones distintas sobre el origen y significado de la denominación de la comunidad.
Hasta la compañía de Tañarandy llegan, año tras año, miles de personas para participar de la peculiar recordación de la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús.
La peregrinación por el Yvága rape (camino al cielo) –iluminado por unos 15.000 candiles a lo largo de aproximadamente cuatro kilómetros– comenzará a las 17:00. Los cuadros vivientes, que durante años fueron montados en el centro cultural La Barraca, en la próxima edición serán representados en el Teatro El Molino, en las calles Cerro Corá y Félix Bogado.
Las obras serán presentadas a partir de las 19:00 y por primera vez las personas tendrán que pagar G. 50.000 para acceder. Lo recaudado será destinado a solventar parte del funcionamiento del hogar de ancianos San Vicente de Paúl.
El artista Koki Ruiz, quien dirige las actividades en Tañarandy, señaló que se mantendrán la procesión y el rito de los estacioneros por el Yvága rape de Tañarandy.
Al final de la peregrinación los asistentes podrán reflexionar en torno a un altar gigante a ser instalado en La Barraca, adornado con espigas de maíz y frutas del campo.
Este altar instalado en La Barraca será iluminado con antorchas y se tendrá la actuación del Coro de la Universidad Católica de Itapúa, dirigido por el profesor Javier Goligorsky.
“Este año queremos recuperar la espiritualidad de Tañarandy. En La Barraca habrá un altar enorme adornado con espigas de maíz y la gente podrá caminar en torno a la laguna, escuchar el coro y reflexionar”, explicó.