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PARAGUARÍ (Emilce Ramírez, de nuestra redacción regional). Uno de los afectados es Guzmán Aguilera, integrante del comité de agricultores Santo Tomás de la compañía Mbatoví. Expresó su preocupación porque gran parte de sus cultivos de sandía podría perderse.
El labriego reconoció que no utilizó el tipo de semilla recomendado por los técnicos de la Dirección de Extensión Agraria (Deag) y que tal vez no siguió las instrucciones de manejo. Sin embargo, añadió que el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) entregó tarde las simientes y los agricultores tenían esperanzas de cosechar en octubre frutas de la variedad “Bonanza”.
Dijo que varias de las plantas fueron atacadas en etapa de floración y que los técnicos recomendaron fumigar con insecticida preventiva. Él pudo salvar una parte de la plantación.
Mencionó que varios productores están preparando en maceta más de 1.000 plantas con semillas de la variedad “Watemelón”, distribuidas por el MAG, para poder plantar en las parcelas dañadas.
Retraso en la cosecha
El productor comentó que por el ataque del “Mal del talluello” producido por hongos, la cosecha se iniciará con retraso. Existen más de 100 hectáreas de cultivos de sandía y la recolección, que en principio estaba prevista para octubre, se hará a finales de noviembre o a inicios de diciembre.
Indicó que los integrantes del comité recibieron meses atrás una capacitación sobre manejo del cultivo de sandía en suelos. La charla estuvo a cargo del ingeniero Charles Benítez.
Asimismo fueron instruidos sobre manejo de plagas y enfermedades de sandía, como también la comercialización, dirigido por el ingeniero Édgar Rojas.
El labriego señaló que de una hectárea logran cosechar 1.500 a 2.000 frutas. Actualmente se cotiza a G. 5.000 a G. 20.000 por unidad, expresó.
Añadió que se espera la llegada de algunas lluvias en los próximos días para trasplantar sandías en las fincas. Estas semillas fueron preparadas de acuerdo a las especificaciones técnicas recibidas.
A partir de su experiencia, el productor recomendó a los demás labriegos que antes de cultivar una variedad desconocida y no recomendada por los técnicos, deben asegurarse de la calidad de las semillas para evitar perjuicios.