Museo de la Victoria se cae a pedazos

El museo histórico “Casa de la Victoria” de Encarnación, literalmente se está cayendo a pedazos, y una gran cantidad de reliquias históricas pueden sufrir daños irreparables por la humedad y el polvo. El hecho muestra la desidia total de las autoridades municipales y la indiferencia de la ciudadanía ante un patrimonio de gran significación histórica.

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ENCARNACIÓN (De nuestra redacción regional). El museo de la “Casa de la Victoria” está ubicado sobre la calle Gral. Artigas esquina Cerro Corá de esta ciudad. Es una casona antigua que en su interior alberga unas 150 piezas históricas, entre ellas armas, banderas, fotografías, documentos, uniformes y muchos otros objetos que testimonian una página de la historia de nuestro país escrita con sangre y fuego, en la que se perdieron miles de vidas humanas en un enfrentamiento armado protagonizado por Bolivia y Paraguay, entre los años 1932 y 1935.

Entre los objetos guardados en el museo se encuentra el famoso “mosquetón bolí”, un fusil que hasta no hace mucho tiempo era de uso regular en nuestro ejército, y una bandera usada en el “Desfile de la Victoria”, el 22 de agosto de 1935, tras la finalización de la guerra, donada por el Museo de Historia Militar del Paraguay.

Todas estas valiosas piezas se encuentran expuestos a la humedad, que se cuela por el techo y las paredes de la vieja estructura. Partes del techo incluso caen a pedazos en forma permanente.

Existe el peligro de que, incluso, alguna de estas tejuelas del techo caigan sobre algún visitante, con el riesgo que ello implica para la seguridad de las personas.

El museo es visitado principalmente por escolares y gran cantidad de turistas, europeos y norteamericanos, quienes se muestran muy interesados en conocer detalles de lo que fue la guerra del Chaco.

Precario aporte

De acuerdo a lo señalado por la encargada del museo, Doris Cabrera, las necesidades son amplias, desde elementos de limpieza hasta una pintura del local, para darle un “lavado de cara” a una entidad que regularmente recibe muchos turistas extranjeros, quienes se llevan una muy pobre imagen del cuidado y respeto de la ciudad hacia un testimonio valioso de la historia nacional.

La Municipalidad aporta una suma de G. 1.500.000 mensuales y paga el uso del teléfono. De este dinero tiene que salir el sueldo de la encargada del establecimiento y de una limpiadora.

Además, la encargada no cobra el salario desde hace meses, y tampoco ha recibido el aguinaldo por dos años consecutivos.

“Cuando reclamo por este hecho a la Municipalidad, siempre encuentro solo promesas y dificultades”, se quejó Cabrera.

Agregó que algunos gastos extras, por ejemplo, cuando tiene que realizar gestiones para el museo, salen del bolsillo de la encargada. “A menudo pido favor a mi hijo, quien me lleva y trae con su vehículo y su combustible”, acotó la mujer. En ese sentido, tienen artículos de limpieza gracias a los alumnos de la escuela Divina Esperanza, que como parte de sus actividades comunitarias donan esos elementos. La encargada de limpieza ahora viene solo tres días a la semana. “Le tuvimos que disminuir la frecuencia porque le bajamos el sueldo”, explicó.

Proyecto de reparación

Doris Cabrera dio por lo menos una información positiva en medio de tantas penurias que pasa.

Comentó que el Centro Social de Encarnación asumió públicamente la tarea de reparar íntegramente el techo del museo.

“Ahora están en proceso de relevamiento de la situación, y esperamos que lo antes posible realicen las reparaciones”, señaló Cabrera.

La Casa de la Victoria es presidida por el excombatiente Juan Simón Villalba, de 97 años.

Existe una asesoría jurídica, que es desempeñada por el abogado Lilio Sotelo, y una comisión de apoyo, presidida por Victoriano Fretes.

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