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El tramo en cuestión tiene una extensión de 17,5 kilómetros. Y si estuviese en condiciones óptimas para el tránsito, para llegar de una ciudad a la otra un conductor se debería demorar en promedio solo unos 15 minutos, imprimiendo una velocidad prudencial de 70 kilómetros por hora.
Sin embargo para la recorrida total de la ruta empedrada se necesita entre 45 minutos y una hora, debido al mal estado en que se encuentra.
En innumerables lugares las piedras están muy hundidas y en otras partes ya están levantadas antes de su culminación, según se puede apreciar.
Según entendidos del área, los problemas obedecen a las bases mal rellenadas y falta de debido aplanamiento.
La obra fue adjudicada en el año 2012 –durante la presidencia de Fernando Lugo– a la empresa B&B Asociados, cuyo representante legal es el ingeniero Enrique Barrail.
El contrato con el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) fue de G. 25.435 millones con un par de ampliaciones. El MOPC ya pagó unos 23.315 millones y los trabajos deberían haber terminado ya en mayo del 2015.
El monto de esta inversión corresponde a un lote de trabajos viales que incluye el tramo entre los distritos de Paraguarí y Pirayú.
Sin embargo, hasta ahora la obra está inconclusa.
Asimismo, también precisa de la construcción de canalizaciones en los laterales, acotó el presidente de la Comisión de Desarrollo de la compañía Costa Primera de esta ciudad, Guillermo González.