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ENCARNACIÓN (Juan Augusto Roa, de nuestra redacción regional). El sistema de seguridad involucra a guardavidas contratados por la Municipalidad, agentes de tránsito, efectivos de la Policía Nacional, que tienen a su cargo el patrullaje la periferia del área de recreación, y personal de la Prefectura Naval, que realiza el control en la zona de playa. La mayor capacidad en materia de recursos humanos se concentra en la playa San José, donde se dispone de nueve rescatistas acuáticos.
En la ciudad existen otras dos playas: Pacú Cua y Mbói Ka’ê, las cuales también están dentro del plan de seguridad.
El sistema de monitoreo se concentra en la playa San José, donde existen tres cámaras aéreas desplegadas, mediante las cuales se puede ver el sector del río destinado a los bañistas, el área peatonal y la playa de arena. Dos de las cámaras son estáticas, y una móvil.
En Pacú Cua y Mbói Ka’ê se disponen de una cámara cada una para tener una visión general del sector.
Los dispositivos permiten tener una visión amplia de todo el área y ayudan a centrar la atención en cualquier punto donde se registre algún incidente. Si alguien tiene problemas en el agua, o se produce un robo en el sector de playas o peatonal, el controlador puede detectar eso, y mediante un sistema de radio se da el aviso a los encargados de la seguridad para su intervención.
Todo es grabado y el material se mantiene en archivo por un tiempo mínimo de un mes, señaló el administrador de la playa San José, Sergio Godoy.
Por otro lado, el sistema se complementa con un aparato que detecta tormentas eléctricas. Cuando el dispositivo da la alerta, las playas son desalojadas para evitar accidentes con las descargas eléctricas. El dispositivo detecta tormentas a una distancia de 70 kilómetros. A los tres km se dispondrá la evacuación de las playas.