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Según denuncias de los vecinos, la pasarela de madera está por caerse y se encuentra sobre un transitado camino de terraplén, que une esta ciudad con la zona de Quyquyhó.
La vieja pasarela es muy utilizada porque no hay otras alternativas. Las maderas están rotas y algunas piezas hacia la cabecera norte ya están movidas. Asimismo en un sector se presenta un hueco muy pronunciado que puede desmoronarse con el paso de los vehículos pesados, expresaron.
Según fuentes del Departamento de Ejecución de Obras del MOPC, el mantenimiento está a cargo de la empresa Arenales SA. La contratista fue adjudicada para la construcción de un puente de hormigón para reemplazar a la antigua pasarela. Mientras se realizaban estos trabajos debía mantener la estructura de madera existente.
Sin embargo, la empresa no cumplió con el compromiso; incluso la construcción del nuevo puente de 24 metros tiene más de un año de atraso, se quejaron los pobladores.
Por su parte, el responsable de la empresa Arenales SA, ingeniero Eligio Cazó, reconoció que la vieja pasarela debe ser conservada por la contratista. Aseguró que estará verificando para poner en condiciones y así garantizar su utilización.
Por otro lado, anunció que la construcción del nuevo puente, que tiene un atraso de más de un año, estará lista para el próximo 7 de julio.