Tecnología en la chacra

Con el dinero ahorrado adquirió un total de 15 hectáreas en la ciudad de Isla Umbú, ubicada a 15 kilómetros de Pilar. Desde entonces emprendió en la agricultura cultivando frutillas, arvejas, cebolla y locote, entre otras exigencias del mercado. Los primeros resultados no fueron satisfactorios para él y su familia. Junto a otros labriegos de la zona pudo comprobar que resultaba muy difícil producir en un suelo empobrecido.

Ante la problemática, decidió recurrir a la ayuda de un tambor, una carretilla para transportar abono, además de otros elementos básicos, para recuperar la fertilidad del suelo y, tras varios años de esfuerzo y superando eventos climáticos que afectaron a Isla Umbú, Quintana obtuvo excelentes resultados.

Fiel a su idea de consolidar una empresa familiar, logró que su hijo Gonzalo Adrián culminara la carrera de ingeniero agropecuario en la Universidad Nacional del Pilar (UNP). Actualmente es asesor de su padre y lo ayudó a incorporar el sistema de riego por goteo y media sombra para optimizar la producción. No descartan implementar próximamente el cultivo hidropónico de hortalizas.

Quintana, de espíritu solidario, desde la organización que integra de “Pequeños y Medianos Productores” de Ñeembucú, ayuda a otros agricultores con el objetivo de alcanzar la estabilidad laboral en la chacra, a través del respaldo del Estado para la recuperación de la fertilidad del suelo, apoyo técnico y también crediticio.