Cafayate, vinos “de altura” (VI)

Algunas anécdotas y el recuento de nuestra visita a la finca Quara de la mano de uno de sus propietarios, quien nos hizo una degustación personalizada en un lugar inédito y espectacular.

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Hace un par de años, en Mendoza –invitado por Wines of Argentina (WOFA) a un evento de aquellos en los que tenés la oportunidad de ir, conversar, degustar, conocer a los actores e interiorizarte de sus proyectos–, conocí a todo un personaje del vino. Este es inglés, dueño de una cadena de restaurantes en Londres (tiene en total 16 restaurantes en Gran Bretaña), que estaba en pleno proceso de internacionalización, y ya abrió locales en Dubái, Hong Kong y Buenos Aires. Nos hicimos amigos con Phil, conversamos de vinos y decidimos visitar juntos a los bodegueros, uno por uno, y la verdad fue muy provechoso. Yo no lo conocía tan bien como para saber quién era, pero los bodegueros sí y todos, absolutamente todos, deseaban hacer negocios con él, ya que en sus restaurantes tiene una muy amplia selección de vinos, más de 120 etiquetas e, increíblemente, todas son argentinas. ¡Sí!, así como lo leen, solo tiene vinos de Argentina en la carta de sus restaurantes, lo que hacía de Phil un objetivo muy valioso para todos los bodegueros. Recorrimos y visitamos a muchos, pero específicamente en uno, Phil se detuvo, comenzó a aplaudir y alabar al enólogo argentino que había obtenido 100 puntos, Robert Parker. Hablamos de Marcelo Pelleriti, de la bodega Monteviejo; Vista Flores, Tunuyán, Valle de Uco, Mendoza, entre otras. Al lado de todo este bochinche estaba otro personaje un poco más discreto, hombre delgado, elegantemente vestido y con una barba muy llamativa, con quien comencé a conversar y, al mismo tiempo, degustar sus vinos que me iba presentando uno por uno y me cautivó. De inmediato, me enamoré del primero de ellos, era un Torrontés y, desde esa fecha, empezamos una relación de amistad en torno a estos fantásticos oriundos de Cafayate, Salta.

Estoy hablando de Francisco “Pancho” Lávaque, hijo de Rodolfo Lávaque, fundador de Bodega Quara y quinta generación de productores de vinos, quien inició su proyecto personal llamado Vallisto con otros dos socios más. Uno de ellos es Hugh Rayman, enólogo y propietario de la famosa bodega en Francia, en la que se filmó la película Un buen año, una historia real. Justamente Hugh (Max en la película) es el heredero de la propiedad y, en el film, Hugh es representado por el actor australiano Russell Crowe.

En síntesis, fue largo de explicar cómo llegamos un grupo de paraguayos a hospedarnos en la bodega Quara y visitar, de la mano de Pancho, la finca principal de su proyecto (son tres fincas las de Vallisto) que se encuentra a más de 1900 m de altura, sobre la ladera oeste del Valle de Cafayate, a unos kilómetros nada más en altura que la Bodega Piatelli, en la que 340 días al año hay sol. En esa finca están asentadas las plantas de uvas Tannat con más de 100 años (produciendo pocas uvas, pero de una calidad extraordinaria), sus uvas Malbec, las Torrontés y, por supuesto, la Barbera.

La degustación

Era viernes de mañana, la temperatura aún estaba bastante fresca. Pancho nos aguardaba para explicarnos el proyecto, las variedades de uvas plantadas en la finca, la forma con la cual captaban agua a esa altura y su sistema de riego. La vista era increíble. Recorrimos, llegamos hasta el auto de Pancho y allí la sorpresa, bien descontraido, nos abre su valijera y vemos dentro de la misma los vinos, quesos y panes. Se hizo la degustación a campo abierto, el momento era único y los vinos, ¡fantásticos!

Comenzamos con aquel Vallisto Torrontés del cual me había enamorado unos años antes, de aromas explosivos y penetrantes. Seguimos con el Vallisto Criolla Extremo, un tinto nuevo suave, elegante y muy fácil de tomar. Otra novedad fue para mí el Vallisto Barbera Extremo, este sí que me llamó bastante la atención, ya que, acostumbrado a los Barbera de Italia, se nota que el terroir y la altura le dan una complejidad totalmente distinta. El cuarto descorchado fue el Vallisto Malbec, interesantísimo, frutal, de poca acidez en boca y taninos presentes. Terminamos la cata con el ícono de Vallisto, que se llama Félix. Este vino es un blend, elaborado con uvas Malbec y Tannat preferentemente, aunque en algunos años puede tener en el corte otro tipo de uvas. El Félix Blend estaba espectacular, lo disfrutamos un montón y Pancho nos dio explicaciones detalladas de cada vino, lo que hacía que el momento fuera mucho más agradable.

Bueno señores, no se preocupen, estas bebidas ya fueron presentadas en la ExpoVino 2018 y llegarán en pocas semanas al mercado nacional de la mano de la importadora Mr. Vino, así que ¡salud a todos! y hasta el próximo sábado.

oligayet@hotmail.com

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