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Muchos médicos y científicos concuerdan en que la gordura normal y las toxinas nada tienen que ver con este proceso enteramente natural. La razón por la que tantas mujeres, incluso las que no tienen problemas de peso, crean celulitis en las caderas es que las hormonas femeninas (estrógenos) hacen que ellas acumulen gordura en esa zona. Por otro lado, las mujeres almacenan mucha más gordura inmediatamente debajo de la piel, mientras que los hombres almacenan músculos.
En la menopausia, las mujeres depositan más gordura en la parte superior del cuerpo, algo que es establecido por una condición hormonal. A medida que la piel envejece, la superficie se torna más fina y menos elástica, y por eso el aspecto de “piel de naranja” es más pronunciado en esta etapa.
Prevención y tratamiento
La prevención se basa fundamentalmente en corregir, en la medida que sea posible, los factores que predisponen a la celulitis.
Alimentación: los aspectos dietéticos a tener en cuenta en casos de celulitis consisten básicamente en una alimentación correcta y equilibrada. El régimen solo será bajo en calorías cuando realmente exista un exceso de peso; si el peso es normal, bastará con modificar los errores alimenticios.
Para ello, existe un conjunto de indicaciones que suelen ser muy eficaces a la hora de paliar el riesgo de celulitis. Son las siguientes:
- Repartir la ración alimenticia en 4 o 5 comidas al día (no olvidar nunca el desayuno con frutas, cereales y yogur).
- Comer a diario alimentos ricos en fibras, principalmente frutas y verduras frescas.
- Disminuir el aporte de grasa al organismo y sustituir las grasas de origen animal por las de origen vegetal, como el aceite de oliva.
- Beber 2 litros de agua al día como mínimo (también pueden ser infusiones).
- Comer con poca sal para evitar la retención de líquidos.
Por el contrario, algunos hábitos que predisponen a la aparición de celulitis son los siguientes:
- Comer mucho durante la cena y poco o nada en el desayuno.
- Consumir muchos azúcares y productos panificados y de repostería.
- Beber más de dos cafés al día.
- Consumir mucha grasa animal (embutidos, carnes rojas, quesos lácteos no descremados).
- Comer muy rápido, sin masticar bien los alimentos.
Coma bastante:
- Frutas, verduras y legumbres.
Reduzca el consumo de:
- Alimentos con muchas grasas como carne, embutidos, lácteos, helados, frituras y dulces.
En caso de sobrepeso, habrá que tener en cuenta las siguientes indicaciones:
- Hacer una dieta cuya continuidad sea fácil.
- Procurar no descender nunca de las 1.000 calorías diarias sin supervisión médica.
- Mantener un equilibrio alimentario.
- No perder más de 5 kilos de peso por mes sin control profesional.
De este modo, no tendremos nunca el disgusto de encontrarnos con zonas fláccidas o áreas que han pasado de una celulitis dura a una celulitis blanda, y que no hayan remediado el problema.
Masaje
El masaje es muy interesante para mejorar la elasticidad de la piel. Los trastornos circulatorios que existen en personas predispuestas a la celulitis se pueden controlar con masajes. La lipoaspiración, las inyecciones y los tratamientos eléctricos no tienen efectos duraderos. Pero los masajes sí pueden mejorar la situación.
Ejercicios
Evitar el sedentarismo y practicar ejercicios de forma regular es un excelente medio para prevenir y combatir la celulitis. La gimnasia de mantenimiento, la natación, hacer bicicleta o simplemente andar una hora de caminata por día nos ayuda a estimular la circulación, quemar grasas y reafirmar las capas profundas de la piel.
Conclusión
Para combatir la celulitis hay que practicar ejercicios regularmente (natación, ciclismo, danzas, caminatas aeróbicas, etc.), seguido de una dieta pobre en grasas que incluya muchas frutas, verduras y legumbres. Como una pérdida rápida de peso puede disminuir mucho el problema, se aconseja perder peso gradualmente.