La vida de un sommelier

Hoy les voy a contar un poco cómo es mi día a día, formación y, de paso, qué actividades desarrollamos los que nos dedicamos profesionalmente al mundo del vino como sommeliers. El próximo martes 4 de diciembre nos encontramos nuevamente en los Cursillos de Navidad, en los que ya tengo programada una clase para las 19:00 en la que hablaremos sobre los vinos tintos en épocas de calor y, sobre todo, en la mesa de Nochebuena.

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Como muchos sabrán, no solo escribo sobre vinos en esta prestigiosa revista hace varios años todos los días sábados, también lo hago en otras revistas, tengo un programa de radio todos los sábados y domingos en FM Aspen 102.7, de 18:00 a 20:00, y apoyo muchos eventos para promocionar el vino en el país, ya que esta fue una de mis misiones al volver a el Paraguay: enseñar más de vinos.

Mi formación

Me formé como sommelier en Francia, donde, primeramente, estudié Hotelería con énfasis en el arte culinario por cuatro años, para después seguir la carrera de Sommelier por dos años más en la prestigiosa escuela Alexander Dumas de Iklirch-Graffenstaden, perteneciente a la Academia Universitaria de Estrasburgo en Alsacia, Francia. Tuve pasantías maravillosas en la Bodega Marcel Deiss (un ícono de la viticultura francesa), en el restaurante Chateau Fere en Tardenois (que tiene dos estrellas Michelin), en la región de Champagne, y otra pasantía en la parte comercial de vinos en una de las más bellas tiendas de vinos de París, la Boutique de Vins Legrand, donde el trato era verdaderamente personalizado hacia los clientes y el equipo de ventas estaba compuesto por seis personas; realmente excelente. Solo puedo decir, de todo mi proceso educativo, que agradezco a todos mis profesores y, en especial, dos genios como Antoine Woerlé y Paul Brunet, por todo lo que me enseñaron y vengo aplicando en mi vida profesional como sommelier.

Mi presente

Nunca fue una opción convertirme en periodista y mucho menos profesor, estaba siempre enfocado en el vino, en servir correctamente al cliente, explicarle lo que estaba bebiendo y tratar de hacer el mejor maridaje posible, para que los clientes realmente puedan disfrutar. Vivir una vida de restaurante y todo eso, aún lo hago, ya que mi fuente principal de vida es el pequeño restaurante Le Sommelier, en donde las estrellas son los vinos.

Pero desde que volví a el Paraguay, hace ya 14 años, tuve que enfrentar el desconocimiento general del público e, inclusive, personas que trabajaban en el ramo de los vinos desconocían los varietales, sus orígenes, diferencias y esto me dio fuerzas y ánimo de dedicar gran parte de mi tiempo a la enseñanza (en la UNA, IGA, Centro Garofalo, Asociación Paraguaya de Sommeliers APS y otras cuantas instituciones más). Hoy soy consultor de importadoras de vinos y de restaurantes, ayudándoles en elaborar sus cartas y enseñándole al personal cómo debe servir el vino adecuadamente al cliente. Me pone contento ver que el Paraguay ha progresado enormemente, pasamos del vino blanco, rosado o tinto, a un público enófilo conocedor, a cartas en las que distinguimos vinos argentinos de chilenos o de otras partes del mundo.

La difusión

Así también vemos más profesionales del vino en el mercado nacional, algunos simplemente por el amor al arte y otros, porque encontraron lugar en empresas que necesitan de los servicios de una persona entendida para llevar adelante la promoción de sus productos.

Muchas personas me relacionan con la Expo Vino o las catas, eso es solo una pequeña parte de la vida de un sommelier, pero sí ayuda mucho a divulgar las etiquetas para que el público vaya conociendo nuevos vinos. Es un momento en que los participantes realmente disfrutan y una buena ocasión de hacer nuevos amigos. El resultado es que todos vuelven a participar de estos eventos y muchos, inclusive, están expectantes de estas catas que se suelen realizar en Asunción con muchísima frecuencia hoy en día.

Me gusta el Paraguay, me encanta su gente, sus temperaturas, que son todo un desafío para el negocio del vino, pero, por suerte, hay muchas alternativas en el mercado para vencer esta barrera que ya no existe.

Así que brindo por el Paraguay y, sobre, todo por todos mis amigos y conocidos del mundo del vino. ¡Salud! y hasta el próximo sábado.

oligayet@hotmail.com

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