Las berenjenas

Además de su sabor, textura e innumerables usos culinarios, la berenjena nos brinda una larga lista de beneficios para la salud. Esta verdura, originaria de la India, tiene tres grandes propiedades: es antioxidante, porque mejora la actividad celular; diurética, porque estimula la actividad renal, y depurativa, gracias a la cantidad de fibra que aporta.

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La berenjena posee tres grandes propiedades: es antioxidante, que ayuda a mejorar la actividad celular; diurética, ya que estimula la actividad renal, y depurativa, por poseer grandes cantidades de fibra.

Además, contiene vitamina A, B1, B2, C y E, siendo muy rica en minerales, como el potasio, calcio, magnesio, hierro y fósforo, además de algunos otros componentes como el ácido fólico, fibra y carbohidratos.

Contiene gran cantidad de agua, por lo que tiene muy pocas calorías, solo 27 por cada 100 g y resulta un excelente diurético. Es antioxidante y preventiva de ciertos tipos de cáncer o enfermedades cardíacas. Los compuestos responsables de su ligero sabor amargo son reconocidos por su efecto depurativo, es decir, que estimula el buen funcionamiento del hígado y facilita el trabajo de la vesícula biliar, favoreciendo la digestión de las grasas.

El fruto contiene asimismo estatinas que se emplean para el tratamiento de las dislipemias (problemas con las grasas), como la hipercolesterolemia, hipertrigliceridemia y otras. Ayuda a reducir el colesterol y prevenir la arteriosclerosis. También reduce los niveles de glicemia, lo cual es beneficioso para los diabéticos.

¿Cómo actúan en el organismo?

- Las berenjenas nos ayudan a eliminar el colesterol. Sus componentes absorben las grasas de los alimentos que se comen con ella y que circulan por el intestino.

- Eliminan toxinas y regulan el tránsito intestinal, siendo muy adecuadas para combatir el estreñimiento.

- Dispone de propiedades antioxidantes gracias a la vitamina E y la antocianina, un antioxidante que nos protege de varios tipos de cáncer y enfermedades cardíacas.

- Las berenjenas tienen, además, un contenido muy adecuado de potasio y algo de sodio, importantes para el sistema nervioso y cardiovascular.

- La fibra de la berenjena nos ayuda a depurar el organismo y a reducir los niveles de azúcar en sangre, favoreciendo así a los diabéticos.

- Dispone además de ácido fólico, adecuado para nuestros huesos.

- Las berenjenas son muy buenas para personas que sufran de problemas hepáticos, ya que estimulan el funcionamiento de la bilis.

- Es un vegetal muy rico en magnesio y hierro, puede prevenir la anemia, y mejorar nuestras defensas.

Antioxidante puro

En la piel del fruto se han identificado antocianinas (flavonoides), pigmentos que le confieren el color morado. Un estudio realizado por científicos de la universidad de Berkeley, en California, publicado en la revista Toxicology, reveló que en la piel de la berenjena existe un antioxidante llamado nasusina. Este protege a las células del daño producido por los radicales libres y contribuye a ralentizar el proceso de envejecimiento. Además, posee niveles elevados de ácido clorogénico, un potente antioxidante producido en los tejidos de las plantas para protegerse contra infecciones. En la piel de esta planta se han identificado flavonoides, pigmentos que le confieren el color morado, también con propiedades antioxidantes. Estos flavonoides ayudan a disminuir los niveles de colesterol.

Cocinadas, no crudas

En la heladera duran 1 o 2 días. Después desarrollarán manchas marrones suaves y pueden ponerse amargas, con semillas grandes y duras. Al elegirlas, no deben ser demasiado grandes y sí tersas y brillantes. Siempre hay que cocinarlas, crudas pueden ser tóxicas. La berenjena contiene un alcaloide glucosilado, la solasonina, en cantidades muy bajas, pero que en ocasiones puede provocar trastornos intestinales y dolores de cabeza intensos. La mejor manera de cocinarla es asada, a la parrilla, al vapor o al horno. Trate de no freírla sin empanarla previamente, ya que absorbe mucho aceite y puede dificultar su digestión.

Siempre es conveniente comerlas con la piel, ya que allí se encuentran los antioxidantes.

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