Otros mitos que se caen

Actualmente, encontrar en nuestras góndolas vinos del Nuevo Mundo al lado de los vinos europeos ya es cosa común de todos los días. El mercado paraguayo está más que abierto y conseguimos etiquetas de todo el mundo, ya sea en supermercados, vinacotecas o restaurantes. La prueba más cabal de ello será la Expovino 2016, que se desarrollará en estos días (14 y 15 de junio, en el Talleyrand Costanera – Complejo Barrail). Allí estará presente la gran mayoría de los importadores de vinos, mostrando sus productos para el deleite de los enófilos y amantes de los vinos.

Mito 1

Ahora bien, ¿por qué será que hay mitos que aún persisten, como el que asegura que el vino europeo llega mal al Paraguay porque cruza la línea del Ecuador? ¡El vino no está atado a los polos magnéticos! Ahora, doy vuelta la pregunta: ¿por qué los vinos argentinos y chilenos sí se venden —y muy bien— en el mercado tanto europeo y de los Estados Unidos? ¿El cruce del Ecuador en el sentido contrario no afecta al vino? Esto es simplemente un mito; todo está en el transporte. Si el viaje es largo y se deja el contenedor al sol, calentándose, no importa de dónde a dónde vayan los vinos, se van a calentar demasiado y el vino se puede estropear. Viniendo desde Mendoza a Asunción, el efecto puede ser el mismo. Así que convengamos en que si el importador toma el debido cuidado con la empresa de trasporte, este ya no sería más un problema.

Mito 2

Con el tema de la guarda de los vinos (o envejecer los vinos en botella) también hay mitos. Hasta hace poco, muchos pensaban que los vinos europeos se pueden guardar por más tiempo. La verdad es que, para poder guardar un vino, lo necesario es tener calidad y, sobre todo, un gran trabajo en el campo de la viticultura, correspondiente a un bajo rendimiento por hectárea de 2000 a 6000 l y al trabajo enológico, ya que en la gran mayoría son vinos que han pasado por barrica de roble. Juntando estos dos parámetros, de seguro obtenemos un vino de calidad, con una buena consistencia mineral y, en algunos casos, buenos taninos, lo que hacen que sea apto para hacer guarda.

Por ejemplo, los vinos económicos (de USD 4 a 8) son vinos que provienen de alto rendimiento en el campo (de 10.000 a 15.000 l/ha), tienen menor consistencia mineral y casi nunca pasan por barrica de roble. La verdad es que pueden ser muy ricos al paladar del consumidor, pero no son vinos de guarda, son vinos conceptuados para ser bebidos en un tiempo que no va más allá de los tres años desde el momento en que fueron cosechadas las uvas. Si uno decide guardar este tipo de vinos, se dará cuenta de que su estructura cae, simplemente deja de tener ese sabor fresco y agradable, va quedando más amargo, menos brillante y hasta después de unos cinco años, avinagrado.

Lo que hay que entender es que los vinos económicos se elaboran en todo el mundo, tanto en Europa como en los países productores del Nuevo Mundo. Pero, es cierto, nos hemos (hablo de los productores regionales, Argentina, Brasil, Bolivia, Chile y Uruguay) caracterizado, por años, en producir más bien vinos económicos, pero siempre de gran calidad, proyectados siempre 100 % para la exportación, más aún en estos momentos de crisis, en los cuales vender al exterior de los países productores se ha vuelto una gran necesidad.

Ahora bien, si se tiene un vino de guarda, ¿cuánto tiempo puede uno esperar para consumirlo? Ese ya es otro punto, y lo mejor que puedo sugerirles es buscar un profesional que pueda guiarlo o, si tiene más de una botella del mismo vino y del mismo año, descorche una de ellas para probarlo y así matar su curiosidad. No olvide que para guardar un vino debe hacerlo siempre en condiciones ideales, si no lo va a hacer porque no quiere o no tiene cómo, mi sugerencia es que descorche el vino, se lo beba y disfrute.

Preciados lectores, ¡salud a todos! y nos vemos en los próximos días en la Expovino 2016.

oligayet@hotmail.com