Un buen año

Días atrás tuve el inmenso placer de tomarme un domingo en familia, de aquellos en los que uno no hace nada que esté relacionado con el trabajo, ni contestar el teléfono, salvo que sea urgente. Almorzamos en casa, bebimos vino y terminamos viendo una película, claro, relacionada con el mundo del vino, que particularmente para mí no es trabajo sino pura distracción.

Me gustaría hablar un poco del film que estuve viendo. Se llama Un buen año y tiene como actor principal a Russell Crowe, interpretando a Max Skinner, un hombre que heredó de su tío un viñedo en Francia. No se dice en qué parte de Francia, pero por las imágenes, el ruido de las cigarras de fondo y la existencia de lavanda en la región, se supone que es hacia el sur del país. También trabaja la escelente actriz francesa ganadora de un Óscar, Marion Cotillard y está dirigida por Ridley Scott.

Cada vez que veo esta película la disfruto enormemente. Es más, puedo volver a verla una y otra vez, imaginándome muchas cosas más en ese viñedo que no se cuentan en la pantalla, como si hubiera historias secretas o a futuro en ese chateau.

Es una novela sobre la herencia del viñedo, que envuelve la venta de la misma y al Sr. DuPont, que trabaja los viñedos desde hace 30 años y que desea continuar haciéndolo. Amores de por medio con una chica local y la aparición repentina de una heredera legítima de la propiedad.

Sobre los vinos

En la propiedad se produce un vino que se comercializa como “Vin de Table”, un vino de mesa, de una calidad muy discutida, llamado “La Siroque”, el cual parece que a nadie le gusta tanto… Pero hay un vino secreto que anda deambulando por el film que parece ser fantástico: “Le Coin Perdu”. Y, entonces, surgen las preguntas: ¿Qué es ese vino? ¿De dónde proviene? ¿Por qué apareció en la bodega privada del fallecido tío?

Lo que sí les puedo decir es que veo la película y me da sed, me da hambre y, sobre todo, me dan ganas de estar allí, viviendo en el viñedo, cosechando uvas, fermentando mosto y produciendo buen vino… Pero, sobre todo, me gusta dejar volar mi imaginación fantaseando con los riquísimos vinos del sur de Francia.

Vuelvo a la realidad

Lo único que consigo en el mercado paraguayo son vinos del sur de Francia. Por un lado, los riquísimos vinos rosados, los famosos “Rose de Provence”; algunos tintos del AOC Valle del Ródano, y contando con los dedos de una mano, algunos vinos blancos de esa región. Pero bueno, por lo menos durante el tiempo que dura el filme, me relajo, evado de la realidad del día a día y disfruto soñando cada segundo.

Queridos lectores, ¡salud a todos!, disfruten del fin de semana largo y, si beben, por favor con precaución. Hasta el sábado que viene.

oligayet@hotmail.com