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¿Qué sucede cuando dos abogados de Nueva York dejan sus puestos de trabajo corporativos y se vuelcan de lleno a su pasión por el vino? Así nació Vinebox. Matt y Rachel son amigos desde la escuela de leyes. Han trabajado y viajado juntos, y también han compartido muchas copas de vino. Un día decidieron darle forma a una idea que rondaba por sus cabezas desde hacía mucho tiempo. Y lo dejaron todo para animarse a crear Vinebox.
La premisa es simple: son vinos premium envasados en frascos de cristal de 100 mm. La vuelta de tuerca en este negocio es la tecnología usada en el proceso de envasado, que ya fue oportunamente patentada. Se denomina rebottling y permite extraer el vino de la botella original, garantizando que las dosis de vino se mantendrán en perfectas condiciones para su degustación durante un máximo de tres años. Los creadores de esta empresa aseguran que el sabor y la calidad del vino estarán intactos, como si se acabara de descorchar la botella, pero no explican más detalles sobre la tecnología rebottling.
La elección de los vinos a degustar es supervisada por un equipo de especialistas y sommeliers de todo el mundo, quienes garantizan que los vinos proceden de viñedos únicos y de gran renombre internacional, que serán capaces de sorprender e impresionar a sus clientes.
La suscripción permite recibir mensualmente tres nuevos vinos por copas para degustar. Se acompañan con notas de cata y recomendaciones sobre el maridaje. Además, se incluye información sobre las regiones de las que proceden los vinos y las variedades de uva que se han utilizado en la elaboración. Esto permite ir desarrollando el paladar y ordenar más de sus vinos favoritos, por botella o caja. Para hacernos una idea de los vinos que se ofrecen en estos packs, en las dos primeras entregas se ha ofrecido un Muzard & Fils Nuits Saint Georges del 2010, un Brotte Domaine Grosset del 2011, un Château Kirwan del 2008, un Château d’Arche del 2012, un Château La Bessane del 2009 y un Château Saint Marc del 2011.
El servicio de suscripción tiene un precio de USD 30 al mes; con una suscripción de tres meses el precio se reduce a USD 28 y si es de un año, a USD 26 mensuales, aunque por el momento solo entregan los Vinebox en el territorio de los Estados Unidos. Lo cierto es que no es un servicio que sorprenda demasiado, ya que el vino por copas es algo que se ha generalizado en los restaurantes y en algunas boutiques de vinos. Quizá algún apasionado del mundo del vino decida iniciar un modelo de negocio similar en nuestro país, ¿funcionaría?